Entrevista a Davide Livermore, director artístico del Palau de les Arts Reina Sofia de Valencia

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¿Qué sensación tuvo al pisar por primera vez el Palau de Les Arts?

Fue como visitar una astronave, el edificio es impresionante por fuera pero mucho más por dentro. Lo que también recuerdo fue mi primer día de trabajo, me sorprendió el alto nivel de profesionalidad de la plantilla en un teatro tan joven.

 

Llegó en 2012 a Valencia para ocupar el cargo de director artístico del Centro de Perfeccionamiento Plácido Domingo. ¿Cómo valorara esta etapa de su carrera profesional?

Llegué a Valencia primero como director de escena de La Bohème y recuerdo que Helga Schmidt durante la primera semana de ensayos, viendo cómo trabajaba con los cantantes, me propuso la dirección del Centre. En una sociedad en la que se vende a la juventud el éxito fácil y rápido, el hecho de poder trabajar con chicos y chicas comprometidos con el arte y la belleza, con dedicación y voluntad de superación, es la experiencia más gratificante que puedes tener. 

 

Aseguran que el camino hacia el éxito es muy duro. ¿Formar talentos es como pulir diamantes o más bien como forjar hierro? 

El camino hacia el éxito es duro, pero más duro es mantenerse. Un artista debe estar aprendiendo y estudiando siempre si quiere seguir viviendo de su arte y es muy importante inculcar esto a los jóvenes. Más que formar talentos, diría que hay que educar el talento para ponerlo al servicio del arte y preparar al artista para desarrollar una carrera profesional. 

 

Ha compaginado su labor al frente del Centro de Perfeccionamiento con la dirección de escena de numerosas obras en el Palau de Les Arts: La Boheme, Otello, L’Incoronazione di Dario, Canti dall’inferno, La forza del destino, Canti dall’inferno… Y ahora asume el reto mayor: Director Artístico del Palau. ¿No le asusta ningún fantasma de la opera?

Es imposible que haya fantasmas en la ópera porque no hay arte más vivo: voz, palabra, música, danza todos convergen en esta disciplina… es la manifestación artística más completa que existe.

 

¿Qué cualidades debe poseer todo gran director artístico?

No creo que, por ética profesional, sea yo la persona indicada para enumerar las cualidades de un gran director artístico, lo que sí que me permito decirle es que todo director artístico debe tener un proyecto y unos objetivos. A la historia de este mismo teatro me remito. La Sra. Schmidt se propuso situar a Valencia como referente operístico en el mundo y logró en menos de diez años algo para lo que otros han necesitado décadas… En esta nueva etapa seguimos en esa línea pero con otro reto más, que Les Arts sea referente tanto dentro como fuera de la Comunitat Valenciana del buen hacer artístico de este territorio.

 

Hace años cuando nombraron a Jorge Valdano entrenador del Valencia CF dijo que iba a cambiar hasta los percheros de Mestalla. De momento su apuesta de gestión es más continuista.  ¿Vamos a apreciar grandes cambios en esta nueva etapa con usted al frente del Palau?

 

Es que hay continuar con las cosas bien hechas, Les Arts es una realidad, diez temporadas de ópera al más alto nivel, con la calidad por bandera… por qué cambiar. Ahora lo que nos hemos propuesto es establecer un verdadero diálogo con este territorio, con todos sus ciudadanos y los colectivos e instituciones de la Comunitat, trabajar con el sentimiento de pertenencia. Les Arts es su teatro y queremos que lo sientan así, que estén orgullosos de él. 

 

Su antecesora en el cargo, Helga Schmidt, desde su llegada se marcó una ruta de actuación que pasó por atraer al público entendido y fidelizarlo en primera instancia, para después abrirlo al gran público con obras más populares. ¿En qué momento del proceso diría que nos encontramos?

En un momento esperanzador, en el que se está consolidando un auténtico discurso operístico en Valencia. Estamos celebrando diez años de vida de la Ópera de Valencia, una compañía autóctona, con sus cuerpos estables y producciones propias que gozan además de una reputación en el extranjero. La ópera en Valencia es una realidad innegable tanto para los aficionados más veteranos, como ese público joven que llega, sólo hace falta ver una Bohème con una ocupación del 99% y mucho, muchísimo espectador nobel en la sala que aplaude cuando lo dice su corazón y no el protocolo.

Pero no sólo el éxito de la pretemporada, con un 99% de ocupación de La Bohème, ilustra ese hambre de ópera. Le recuerdo cómo han funcionado nuestros dos últimos espectáculos: la ópera Aida y el Concierto de Bel Canto que han colgado el cartel de ‘No hay entradas’ a dos semanas de su estreno… 

 

¿Cómo es el público actual que acude a la Ópera de Valencia?

Sobre el público, yo que llegué a Valencia como artista y ahora veo Les Arts también desde la Intendencia, tengo que decir que el público de este teatro es maravilloso, abierto a nuevas propuestas, que recibe con pasión la ópera y que está orgulloso de su Cor de la Generalitat y la Orquestra de la Comunitat Valenciana… se nota que la Comunidad Valenciana es una tierra de músicos.

 

Y todo ello sin renunciar a su labor de director de escena internacional. De hecho este mes de abril estrena en el Palau “Idomeneo re di Creta”. ¿Vive de manera distinta el trabajo de director de escena ahora que es intendente del Palau? ¿Y los demás? ¿Le miran de otro modo?

Sigo siendo el mismo que canta, grita y se tira al suelo con el cantante o se dedica a correr de un lado a otro del escenario, sigo siendo Davide. Lo único que ha cambiado es la forma de organizarme. Ahora dejo las mañanas libres para la gestión y las tardes para el trabajo en escena y también suelo dedicarle al despacho las noches, pero eso no quita que aproveche los huecos que tengo para seguir atendiendo la intendencia de Les Arts, un ascensor, la cantina o la máquina del café se convierten a menudo en un despacho improvisado.

 

¿Volveremos algún día a disfrutar de Mehta en Valencia?

Zubin Mehta es uno de los más grandes directores que tenemos y tiene las puertas del Palau de les Arts abiertas para cuando quiera volver.

 

Como firme defensor del teatro público y de la cultura como promotor social. ¿Va a tomar alguna medida para acercar el Palau a la sociedad?

Hemos tomado muchas medidas, tenemos pendiente presentar los convenios con las Bandas de Música, la Escuela Superior de Arte Dramático, el Conservatorio Superior, y más acuerdos que están en camino para no sólo acercar el público al teatro de ópera sino para llevar la ópera a los ciudadanos.

Como ejemplo, me gustaría recordar que los recitales de los cantantes del Centre Plácido Domingo en el IVAM están siendo un éxito… y vamos a hacer más cosas sin olvidar la gran labor de nuestro Programa Didáctico que cumple nueve años colaborando con colegios, institutos, escuelas oficiales, universidad y conservatorios… 

Este año, además de la temporada con precios populares, hemos mantenido y aumentado los programas de descuento, con propuestas en la Temporada como el primer Abono Joven de ópera, con un descuento del 70% sobre los precios originales además de otros tipos de abonos no renovables con importantes ventajas.

 

¿Qué dice el Palau de les Arts de Valencia al mundo? 

Que el edificio más significativo y fotografiado de una ciudad sea su teatro de ópera, y se lo digo yo que soy italiano, es la mejor forma de contar al mundo que Valencia es, además de un lugar fantástico para vivir, un territorio que ama y crea arte y belleza.

 

Nuestra ciudad cuenta con una gran variedad de escenarios. ¿Tiene en mente alguna colaboración con algún otro teatro valenciano?

Les Arts colabora y se comunica con todas las excelencias culturales de esta ciudad y de toda la Comunitat porque es la única forma de establecer una agenda común y hacer una auténtica política cultural.

 

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