Pasear por el río y quedar maravillado por la cantidad de puentes visibles a lo largo del camino es sin duda un plan familiar que no puedes perderte.
– Pont d’Astillers: Llegando al Puerto entre los astilleros y la Comandancia de Marina. Construido en hormigón armado y piedra artificial. Los barandales están compuestos de hierro fundido ornamentado entre pilastras de hormigón para apoyo de las farolas. En su origen tuvo una zona central con balasto y raíles.
– Pont de l´Assut d´Or: Llamado en un inicio por la gente como “el jamonero”. Es la estructura más alta viéndose desde cualquier punto de la ciudad. Tiene 180 metros de longitud.
– Pont de Monteolivete: hecho a partir de la creación de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. ¿Por quién…? Calatrava.
– Pont del Regne de València: Sus dos entradas adornadas por cuatro esculturas monumentales en bronce, un conjunto escultórico llamado llamado “Los guardias del puente” que comunica con las vías Regne de Valencia y AV. Francia.
– Pont d´Aragó: Une Marqués del Turia con Aragón. Fue una antigua estación de trenes que transportaba el metal de los altos hornos.
– Pont de la Mar: es el único puente peatonal y une plaza América con la Alameda. Vale la pena sentarse al atardecer en uno de sus bancos de piedra que están desde el siglo XVI.
– Pont de les Flors: Atraviesa el Jardín del Turia. Su característica más singular es que siempre se encuentra adornado por flores, las cuales se cambian cuatro o más veces al año dependiendo de la época y festividades que se celebren.
– Pont de la Peineta: conocido así por su peculiar diseño, el puente fue diseñado por Santiago Calatrava en acero de alta resistencia, aunque está recubierto de pintura blanca.
– Pont del Real: El Puente del Real de hoy, es el que se reconstruyó después de la Avenida del 1589. La gran riada de 1517 se lo había llevado con anterioridad, y en agosto del 1528 se hundió, en parte por el peso del inmenso gentío que se va amontonó para ver la llegada del emperador Carlos V.
– Pont de la Trinitat: es el más antiguo de la ciudad y el primero realizado en piedra. Fue construido entre el 1401 y el 1407.
– Pont de Fusta: hasta la riada de 1957 hubo una pasarela de madera. Posteriormente se reconstruyó con hormigón, pero los valencianos seguimos llamándole Pont de Fusta. Comunicaba la antigua estación de trenes que venían de los pueblos de l´Horta Nord con Valencia.
– Pont de Serrans: Sin duda, uno de nuestros puentes más emblemáticos.
– Pont de Sant Josep: en su origen fue un puente de madera. Toma su nombre del antiguo convento de San José que estaba justo en frente.
Pont de les Arts: Comunica con el IVAM y el final de Guillem de Castro con el río. Construido por Norman Foster.
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