s altas laderas de las montañas y montes, a partir de los 500 metros de altitud (aunque según la fuente puede variar a partir de qué altura se puede observar, por experiencia creo que los 500 m es la altura necesaria para encontrarnos con esta curiosa planta), en lugares secos, venteados, de suelo escaso, rocoso, calizo o dolomítico, en especial por el Mediterráneo occidental, de la Península Ibérica y norte de África.
Presenta tallos de hasta 70 cm, abundantemente ramificados y espinosos. Sus flores de color azul violáceo, mayoritariamente en número de dos, surgen en primavera y verano, de marzo a julio. El fruto es tipo legumbre, oblonga, con 3-6 semillas. Es una planta rústica, muy resistente, que no se suele usar en jardinería a pesar de ser realmente bonita, a la cual veremos muy a menudo en cuanto alcancemos cierta altura subiendo los montes valencianos.
Su forma almohadillada y compacta, su porte redondeado, sus ramas rígidas, entrecruzadas y puntiagudas, en realidad constituyen una adaptación al medio en que viven en altas altitudes para resistir los fuertes vientos e impedir que los herbívoros se las coman. Es una superviviente nata.
Fotos de cojines de monja en flor captadas en montes de Ares del Maestrat (Castellón):
