La Coscoja, chaparro, maraña, matarrubia en castellano; garric en catalán (Quercus coccifera), es un arbusto de hoja perenne, espinoso, de no más de 2 metros (aunque si se desarrolla como árbol puede llegar a los 12 metros), que puede ocupar montes enteros formando marañas, como se observa en las fotos de muestras abajo. Resulta originario y muy común en la región mediterránea.
Es una planta muy fuerte, adaptada al fuego (tras un incendio resurge), que crece en terrenos pedregosos y secos, que resiste las sequías prolongadas, y que prefiere climas secos y semiáridos, soportando elevadas temperaturas. En cambio, las bajas temperaturas pueden acabar con ella y por ello, a partir de los mil metros de altura escasea en el terreno.
Sus hojas son ovaladas o elìpticas con dientes espinosos en los margenes. El fruto es rojo y globoso, dando lugar a la bellota, que resulta amarga como el resto de la planta.
Ejemplos de coscojas en Ares del Maestrat (Castellón):