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El vestido

Para todas aquellas novias que deseaban un vestido de novia a
medida, hay que saber que algunos detalles han cambiado. Verónica
Navarro, fundadora y directora creativa de Laboulais, nos cuenta que
ya tienen novias cerradas para este otoño y 2021 y, aunque se enfrenta a
sus diseños con la misma ilusión que siempre, admite que su manera de
trabajar no es la misma. “Debido a esta situación, en las reuniones con
las novias estoy yo sola en el estudio. Cierro una cita cada dos días para
tener tiempo suficiente para desinfectar, pero sobre todo por seguridad”,
explica Verónica. En su atelier, llevan a cabo “el protocolo habitual de
cualquier otro espacio. Tengo tres puntos de higienización; guantes,
mascarillas o tissues a su disposición... y si ha venido acompañada, antes
de todo, en el baño puede desinfectarse por si la persona con la que ha
venido no vive con ella”, continúa.

A Piluca Cobreros, la creadora de la firma nupcial y de invitada
Anaika, le ocurre algo parecido. “Ahora mismo tengo tres novias para
noviembre de este año. Todas han decidido seguir adelante con su boda,
aunque una de ellas ha preferido contar con un plan B por si tiene que VERÓNICA LABOULAIS
reducir el número de invitados. El vestido original es más espectacular
para la boda que originalmente tenía planeada y el segundo es un diseño
más sencillo por si finalmente el número de invitados se tiene que
reducir y la ceremonia es más íntima”, añade Piluca.
Ambas diseñadoras se han tenido que adaptar a este
nuevo paradigma. Cerrar menos citas presenciales,
solucionar más dudas por teléfono, desinfectar manualmente
todos los vestidos tras las pruebas, evitar el contacto lo
máximo posible... Aunque sobre todo, lo que echan de
menos es la cercanía de este proceso tan personal. Tal como
dice Piluca, “no es lo mismo conocer a una clienta con
mascarilla que sin ella. Es un proceso más frío, pero a lo
largo de la cita vas cogiendo confianza”.

VESTIDO MARSALA - ANAIKA BY PILUCA COBREROS

ANAIKA BY PILUCA COBREROS

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