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2007 el número de religiosas era mí-
nimo y la Orden vendió el convento a
un industrial valenciano para construir
un hotel de lujo. Para cuando entraron
los nuevos dueños, las obras de arte del
convento habían desaparecido. Incluso
las que habían sobrevivido a la Guerra de
la Independencia, a los incendios de la
Guerra Civil española (donde se perdió,
por ejemplo, el retablo del altar mayor)
y la riada de 1957. El Museo de Bellas
Artes de Valencia tiene en depósito in-
cluso parte de los zócalos cerámicos que
revestían el interior del edificio.
El proyecto quedó en el aire hasta que,
una década después, un grupo de arqui-
tectos y empresarios decidió retomar la
idea desde un punto de vista diferente.
Reconvertir la capilla y el antiguo huerto
en un contenedor cultural y gastronómi-
co abierto a la ciudad, como paso previo
a la construcción de un pequeño hotel
boutique en la parte del edificio donde
se encontraban las antiguas celdas.
Tras unas intensas obras de adecua-
ción realizadas a lo largo del verano, el
pasado 27 de septiembre abría sus puer-
tas oficialmente el Convent Carmen. La
sorpresa de los invitados fue mayúscula,
puesto que son pocos los valencianos
que conocían la existencia de esta peque-
ña capilla de estética barroca y su sor-
prendente vergel trasero de 2.000 me-
tros cuadrados poblado por decenas de actividades dirigidas para niños. Aunque casera y guisos; un tercero a productos
palmeras. El espacio está concebido para su éxito inmediato –con llenazos cada de la lonja y finalmente una barra “Cal-
albergar actuaciones de música, ciclos de fin de semana- reside sobre todo en ser ma” para comida saludable y productos
cine, debates sobre temas de actualidad y un centro de reunión para comer, beber crudos.
y socializar. Colindante con la Casa Benlliure,
De hecho, no es casual que el diseño
El espacio está del espacio se haya puesto en manos de próximo al IVAM y separado apenas
unos metros del Centre del Carmen,
concebido para Francesc Rifé, interiorista “de cabecera” el nuevo espacio parece la pieza que le
albergar actuaciones de Ricard Camarena. El chef Miguel faltaba para contrarrestar la pérdida de
Ángel Mayor, que posee una estrella
identidad que ha sufrido el barrio debi-
de música, de cine Michelin en su restaurante Sucede del do a la masificación turística y la gentri-
y actividades para hotel Caro, es el director gastronómico ficación de los últimos años. Esperemos
de Convent Carmen. En el jardín se han
que la construcción del hotel en 2020
niños instalado distintos corners: uno dedicado no dé al traste con esta vocación ciuda-
a las comidas del mundo; otro a comida dana inicial.

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