Coches enchufables

Enchufar la casa al coche eléctrico

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Sí, habéis leído bien el titular. No es el coche el que se enchufa a la red eléctrica de la casa para cargarse, sino la casa la que se conecta a la batería del coche para ahorrar energía. Al menos esta es la tecnología que las marcas automovilísticas quieren emplear en sus futuros vehículos. Y la verdad es que tal y como está el precio de kilovatio hora(kWh), sería más que bienvenida en la actualidad.

 

Más concretamente estamos hablando de la tecnología ‘Vehicle to Grid’ (V2G), que en español significa ‘vehículo a la red’. Mediante este sistema podríamos hacer que el coche se conectase a la red eléctrica de la casa para alimentar los electrodomésticos y encender las luces con la energía que el coche tiene en sus baterías. Esta posibilidad es especialmente interesante en dos supuestos. El primero sería después de haber cargado el coche en el garaje de la vivienda durante la noche, cuando la luz está más barata por las tarifas valle. Con esta energía habríamos circulado con el coche todo el día, y alllegar a nuestro hogar por la tarde cuando la luz está más cara, alimentaríamos la red doméstica con la electricidad que todavía tienen las baterías. Cuando llegue la noche repetiríamos el proceso y así conseguiríamos reducir notablemente la factura de la luz a final de mes.

 

El segundo supuesto en el que la tecnología V2G sería especialmente interesante sería si contásemos con placas solares en nuestra vivienda. Lo más costoso de este tipo de instalaciones son los acumuladores, que permiten no desperdiciar la energía que generan las palcas si no la utilizamos en ese momento. Pero si tenemos un coche eléctrico con V2G podríamos utilizar sus baterías como acumuladores, haciendo que la energía sobrante obtenida de las placas no se desperdicie y se acumule en la batería del coche. De ese modo, una vez más, podría ser el coche el que aporte energía a la casa cuando la tarifa sea más cara, con el consiguiente ahorro de dinero.

 

El siguiente paso en la evolución de la tecnología V2G será la utilización de la inducción para que tanto la carga del vehículo como la transmisión de la energía de éste a la casa sea de forma totalmente inalámbrica. El coche recargará sus baterías simplemente poniéndose sobre unas placas que se situarán en el suelo, y éstas mismas harán de receptoras para introducir la energía sobrante de sus baterías en la corriente de casa. Es similar a la carga por inducción que ya tienen los móviles más punteros, e incluso igual que la tecnología que éstos emplean para poder cargar otros smartphones o warables como auriculares inalámbricos o smartwatches.

 

Incluso ya se han hecho estudios y experimentos para que las propias carreteras utilicen esta tecnología de carga por inducción, de modo que mientras el coche rueda por autovías o autopistas se vaya cargando para tener una autonomía infinita, acabando de este modo con los dos principales problemas de los coches eléctricos: la lentitud de las recargas y la limitación de kilómetros.

 

Por ahora el V2G sólo es experimental, y los coches eléctricos actuales que se venden en el mercado utilizan sistemas más simples como el ‘Vehicle to Load’ (V2L). Mediante éste se pueden cargar aparatos electrónicos a través de unos adaptadores que ofrecen salidas comunes de 220V como los que tenemos en los enchufes de casa. Así con la batería del coche se puede dar electricidad a una nevera si vamos a la playa, o dar luz alas bombillas de una lámpara si estamos en un camping.

 

Las posibilidades de los coches eléctricos en el futuro son infinitas, pero hay que ser realistas y mirar a corto plazo para poder, al menos, disponer de una red recarga pública lo suficientemente amplia y fiable como para poder dar uso a todos esos estupendos vehículos eléctricos que ya se venden en nuestro mercado. Porque de nada sirven, si no los puedes cargar.

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