El chef Luis Valls se une a Àtic de Palau Alameda

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València suma un nuevo hito en su escena gastronómica con la incorporación del chef Luis Valls como nuevo asesor gastronómico del restaurante Àtic en Palau Alameda. Reconocido por haber liderado durante años El Poblet (dos estrellas Michelin), Valls aterriza en este emblemático espacio con una propuesta clara: elevar la cocina local a través de la emoción, el producto y la memoria.

Un regreso a las raíces, desde las alturas

La vinculación de Valls con València es profunda y emocional. Nacido y formado en la Comunitat, su cocina ha sido siempre un homenaje al territorio. La Albufera, la huerta, el mar Mediterráneo… son ingredientes que no solo aparecen en sus platos, sino que están en su ADN culinario.

Su llegada al Àtic del Palau Alameda —un espacio que combina gastronomía, cocina de alta calidad en Valencia, ocio y vistas privilegiadas sobre la ciudad— responde al deseo de crear una propuesta coherente, moderna y muy valenciana. El Àtic no solo es un restaurante: es una experiencia sensorial que ahora se enriquece con la creatividad y la trayectoria de uno de los grandes nombres de la cocina nacional.

Una carta con alma y producto de proximidad

Valls ha definido esta nueva etapa como un “reto bonito”, con la intención de llevar su filosofía gastronómica a un formato más flexible, urbano y accesible, sin perder la excelencia que lo caracteriza.

La carta que ha comenzado a desarrollar, en colaboración con el equipo del Àtic, se basa en tres pilares:

  • Producto local de temporada: verduras de la huerta, pescados del litoral, carnes de proximidad.

  • Técnica depurada pero emocional: platos que buscan provocar recuerdos, sensaciones y placer sin artificios innecesarios.

  • Cocina con identidad: reinterpretaciones de clásicos valencianos, guiños a sus creaciones más célebres y nuevas propuestas pensadas específicamente para el contexto del Àtic.

Una colaboración estratégica para el futuro

La alianza entre Valls y Palau Alameda no es solo simbólica. Es una apuesta decidida por dar un salto de calidad, consolidar al Àtic como un referente gastronómico y reforzar el vínculo con el público local, que cada vez valora más las propuestas que respetan el producto y la identidad del territorio.

Además, Valls asesorará los menús de eventos y celebraciones, marcando una línea común que unifique toda la oferta gastronómica del complejo. Desde cenas informales hasta encuentros de empresa, la impronta del chef estará presente en cada propuesta.

Una cocina pensada para disfrutar

“Queremos que los clientes coman rico, con platos reconocibles, sabrosos y con fondo”, ha explicado Valls. Sin fuegos artificiales, pero con técnica. Sin excesos, pero con mucha intención. El Àtic busca convertirse así en un espacio donde se puede comer bien cualquier día de la semana, con una cocina honesta, trabajada y con un claro acento valenciano.

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