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Comer y Beber






                                    TERRAZAS,


                            SUFICIENCIA PROBADA





                                          Texto TINO CARRANAVA
       A                 unque no de-  tobogán. Las predicciones de las   ciencia para no caer en el catastro-




                                                                     fismo de los tiempos de espera.
                         bemos edul-
                                      aperturas  no  se han  cumplido al
                                      pie de la letra. En paralelo a  la febril
                                                                     No hay tormenta de demanda sin
                         corar  la  reali-
                                      profusión de un rio caudaloso de re-
                         dad, estarán
                                                                     que  no  haya  beneficiados  y  no  lo
                         de
                                                                     redacta el azar. Solo cabe asumir
                                      aperturas también chapotea la villa-
                             acuerdo
                         qué  en  una
                                      ciénaga de futuros cierres, ceses de
                         situación ex-
                                                                     de la mesa más cercana. Sin que se
                                      actividad, y traspasos. Pero eso será
       cepcional como esta, irremediable-  na incertidumbre con fruición en la   la  presencia  y  combatir la  rapidez
                                                                     nos exija emprender un camino de
       mente, al hablar de la restauración   otra historia.          superación con solo un destino para
       se aconseja ser prudentes, transpa-                           recuperar la normalidad. El apaci-
       rentes y empáticos para hablar de   Las estrategias son muy diferentes   guamiento de los deseos a través
       las terrazas. De manera habitual es   y los tiempos de recuperación que   del camarero accidental y descono-
       conocida la querencia natural ha-  se esperan, tras la apertura de las   cido… “tranquilos no os pongáis ner-
       cia ellas como escapatoria más que   fases, quizás, quién sabe, también.   viosos ahora os tomo nota”  banaliza
       estival, pero hoy se han convertido   Afrontemos la reserva tardía, sumi-  la espera.
       en bienes de máxima necesidad…  dos en la obligada espera, alrededor
       oasis, enclave soñado y burbuja de   de una lluvia de mensajes paliativos   Cargados de razón, tras las experien-
       felicidad.                     que nos señalan… “los próximos sois   cias vividas, nos hacemos la siguien-
                                      vosotros”.                     te pregunta. ¿Acaso existe algo tan
       Es el momento de subsanar la deu-                             celeste como gozar de una terraza y
       da que tenemos con las terrazas   No damos el nombre pero ustedes   sus pompas gustativas?. Pues por el
       después del olvido al que han sido   saben y nosotros también que es-  momento es esto lo que hay, así que
       sometidas. Nos convertimos en ren-  tamos hablando de ciertas terrazas.   disfrutemos con responsabilidad.
       tistas consolidados de las buscadas   Mientras  entonamos,  con  ejempla-
       plataformas. Algunos gastrónomos   ridad, bajo los acordes de la mirada,   En  hostelería  no  se  puede  afirmar
       han ingresado en el partido de las   el himno quítate tú para ponerme   que  nunca  es nunca jamás,  como
       terrazas como militantes tardíos   yo, sin la música de tensiones y pre-  tantos episodios del pasado recien-
       procedentes de la cantera de ba-  siones del diplomático camarero.   te  pandémico  han  confirmado.  El
       rras  y  estrellas.    Creyentes  del  al-                    orto, el mediodía y el ocaso del día
       muerzo en estado de beatitud con   Cuando alguien eche la vista atrás y   son los tiempos que marcan su ocu-
       la protección del clásico bocadillo y   se detenga en su importancia que   pación, siempre en hora punta.  Hay
       la caña en una mano esperando el   será de nosotros. Algunos no quie-  dos tipos de terrazas las que buscan
       santo  advenimiento  del  “cremaet”,   ren creer que con ellas empezó   soluciones a los problemas y las que
       vermús bajo palio de una sombri-  todo. Pues va a ser que sí. Mientras   se atascan con las circunstancias.
       lla y tardeos como bien de primera   los clientes, muchos, se consuelan   Aunque no es momento de trasla-
       necesidad mientras la seducción de   viviendo de esperanzas, la reserva   dar teorías sin poso, ni chascarrillos
       las terrazas se incrementa.     es una vacuna para los ingenuos   sin contenido, ni especular con la
                                      presentes. En el fondo, en tiempos   prudencia ajena, suerte a los que
       Los  desequilibrios  en  las  casuísti-  de zozobra, todo se resume en dos   han abierto y paciencia a los que
       cas variadas se diluyen entre los   condiciones levantar el brazo o re-  esperan a la tercera fase.  Terrazas,
       establecimientos que se asoman al   clamar la presencia frente la mesa,   suficiencia probada.
       pronóstico reservado, a corto plazo,   lo que es lo mismo ética y valor o
       que se convierte en un recóndito   mejor dicho la exaltación de la pa-


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