Dani de la Torre estrena Dani de la Torre estrena «Live is Life», con guión de Albert Espinosa, que nos transporta a los veranos de los años 80.
Existe un recuerdo albergado en el subconsciente gustativo de nuestras emociones que convierte al verano en una peculiar experiencia sensorial. Los veranos se recuerdan por los olores, sabores y sobre todo por los momentos que se viven. Se trata de volver a los lugares que nos hicieron felices a través de la memoria.
Y así, el director Dani de la Torre, plasma a la perfección todas aquellas luces y sombras de esos momentos a través de la mirada de cinco jóvenes que nos vuelven a recordar que la amistad y lo que de verdad importa, va más allá de un simple verano, siempre. El director se enfrenta por primera vez a este género en el que parece que se ha movido toda la vida.
¿Qué se va a encontrar el espectador en esta película?
Pues se va a encontrar una historia de aventuras; un relato con mucha luz con unos personajes entrañables. Es una película divertida pero que sobre todo tiene mucho corazón y, en ella, ves cómo unos chavales se ayudan unos a otros desde el valor de la amistad. Habla un poco sobre esa inocencia de la juventud. Piensa que en los ochenta estábamos más ‘’desconectados’’, no estábamos tan expuestos como los jóvenes de hoy en día con las redes sociales, con lo cual vivíamos más en nuestro mundo.
Live is Life es de una temática diferente a la que nos tienes acostumbrados ¿Cómo te has sentido en este género?
Sorprendentemente bien (se ríe). Es verdad que le tenía un poco de respeto porque estoy acostumbrado al cine de thriller de acción y esta película es mucho más emocional. Sin embargo, el simple hecho de volver atrás y verme cuando tenía 16 años en el lugar donde yo iba con mis amigos en bici ha hecho que la haya hecho muy mia.
A muchos de nosotros nos ha venido a la memoria esa infancia de los años 80, ¿Te has basado en tus recuerdos para dirigir?
Totalmente, creo que todos partimos del recuerdo de esos veranos, la sensación de esos amigos que sólo ves en esa época pero cuya conexión es algo inexplicable y especial. Al final, hablo de los primeros amores, del contacto con la muerte, las primeras experiencias en todo, con el alcohol y el tabaco, y también con los problemas de adultos. Estos chicos se encuentran en la época en donde ya son demasiado mayores para ser niños, y son demasiado niños para ser mayores, es un momento de impass donde además puede que se convierta en el ultimo verano que pasen juntos.
¿Y cómo has distribuido el protagonismo entre los cinco chicos?
Pues el reto ha sido grande, son chavales que no han hecho nada antes y la película pivota sobre ellos, en anteriores películas por ejemplo ha estado Luis Tosar para focalizar o ‘’dirigir’’ la película, y sin química entre ellos no hubiera funcionado.
¿Y qué tal ha sido dirigirles?
Fue muy bien, aunque un reto importante (se ríe). Piensa que la película transcurre en dos días y nosotros la hemos rodamos en seis semanas; entonces mantener el raccord emocional durante toda la película ha sido algo duro, pero son muy profesionales y al final han trabajado muy bien. En la película se puede ver que cada uno tiene una personalidad bastante marcada y pese a ello, se complementan a la perfección en la historia que se cuenta.
Casi todo el rodaje se ha desarrollado en tu tierra, la Ribeira Sacra, ¿Qué tal ha sido volver a recorrer esos caminos por los que pasabas de niño?
Fue algo mágico, había muchos sitios que ni recordaba que había estado allí, fue maravilloso porque muchos de los lugares están igual que cuando yo era un crío, y ahí reside el poder de la naturaleza. Entonces claro, vuelves a recordar todo aquello en ese viaje simbólico al pasado. Tuvimos que explicar a los actores cómo se marca un teléfono de rueda, como se pone un walkman (se ríe)
El guión de la película es algo dramático, pero tú lo has llevado a algo más aventurero ¿Cuales han sido tus referencias?
Todos los referentes que tenemos son de películas americanas, de aquí por ejemplo podríamos coger a Verano Azul que es justamente una serie muy ochentera. Podría ser una mezcla de Cuenta Conmigo, Los Gonnies e incluso algo más actuales pero ambientadas en esa época Stranger Things o It. Aunque los americanos lo hicieron ya hace tiempo, al final juntarse con los amigos en verano, con sus tardes interminables de aventuras e historias es algo que compartimos la mayoría de las personas.
El guión es de Albert Espinosa ¿Cómo ha sido la colaboración con él?
El guión de Albert estaba ambientando en la costa catalana, y una de mis condiciones fue poder trasladarlo a mi tierra y hacerlo mío, porque es muy complicado contar una historia así si no es tuya. Entonces hablé con Albert y le empecé a enseñar insistente por mensaje fotos de mi tierra y le entusiasmó, además pude modificar partes del guión para poder llevarlas a las costumbres gallegas. Albert es una persona muy abierta a sugerencias y entiende las fórmulas para mejorar una película.
Hablando de mejorar la película… la música tiene mucha importancia ¿Cómo consigues ese efecto de protagonismo?
Es una fusión de dos cosas. Por un lado la base de una música folclórica de Galicia que es algo muy representativo de nuestra tierra por esas descendencias celtas y por otro, las canciones míticas de esa época que pudimos utilizar como el propio tema que da nombre a la película. Al final es la música que nosotros escuchábamos en las fiestas de esos tiempos mezcladas con temas españoles como el de Duncan Dhu. Quise reflejar la importancia que tuvo y tiene la música para nosotros a la hora de grabar recuerdos; los vinilos, los casetes, las grabadoras…
Por otro lado, acaba de estrenarse la segunda temporada de La Unidad, que has dirigido tú ¿Qué novedades trae?
Esta segunda temporada está funcionando super bien, se trata de un thriller trepidante pero tampoco quiero desvelar mucho para aquellos lectores que estén viéndola (se ríe). Ahora estamos con la preproducción de la temporada tres que se grabará entre Madrid, Almería y Pakistán, y donde narraremos los últimos días del desalojo de Kabul en las embajadas de Afganistán. Además estoy escribiendo junto al guionista de la Unidad, Nacho Carretero (autor también de Fariña) y Arturo Leztán una historia sobre el crimen organizado en Marbella.
Y para terminar… estás trabajando en proyectos para cine pero también para diferentes plataformas ¿Crees que el cine corre peligro?
Yo creo que no, la experiencia cinematográfica es algo muy especial y único. No tiene nada que ver, no te das cuenta de lo que echas de menos el cine hasta que no vuelves a una sala. La magia que alberga no lo tiene ninguna otra plataforma. Aunque si que entiendo la necesidad de ellas, ha sido algo que ha generado mucho trabajo, además se pueden contar historias, das cabida a muchos directores y actores y actrices nuevos, entonces creo que deben convivir las dos. Es necesario.
