Descubre cinco recetas con calabaza para disfrutar la temporada

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recetas con calabaza

Con la llegada del otoño, la calabaza se convierte en la gran protagonista de los mercados. Su color anaranjado anuncia el cambio de estación, sus formas decoran las cocinas y su sabor, dulce y terroso, inspira a los cocineros de medio mundo. Es versátil, saludable y llena de energía: una aliada perfecta para sobrellevar los días más fríos con platos que reconfortan tanto el cuerpo como el alma.

A continuación, te proponemos cinco recetas con calabaza que celebran su esencia en todas sus formas: cremas, ensaladas, pastas y dulces. Preparaciones sencillas, sabrosas y con un toque de creatividad que transforman este humilde vegetal en el ingrediente más sofisticado del otoño.

Crema de calabaza con jengibre y leche de coco

La clásica crema otoñal se reinventa con matices exóticos. El jengibre fresco y la leche de coco le aportan un toque aromático que despierta los sentidos.

Ingredientes: calabaza, cebolla, jengibre fresco, leche de coco, aceite de oliva y sal.
Preparación: sofríe la cebolla y el jengibre, añade la calabaza troceada y cubre con agua o caldo vegetal. Cuando esté tierna, tritura y agrega la leche de coco. Sirve con un chorrito de aceite y semillas de calabaza tostadas.

Ideal para cenas ligeras o como primer plato reconfortante.

Pasta con salsa cremosa de calabaza y salvia

La calabaza también puede ser la base de una salsa ligera y sorprendente. Asada al horno, mezclada con ajo y salvia, se transforma en una crema sedosa que envuelve la pasta como si fuera mantequilla. El parmesano recién rallado realza su sabor y aporta un toque salado que equilibra la dulzura natural del vegetal. Un plato que demuestra que la cocina otoñal también puede ser sofisticada.

Ingredientes: calabaza asada, ajo, salvia, queso parmesano y tu pasta favorita.
Preparación: asa la calabaza hasta que esté tierna. Tritúrala con un poco de caldo, ajo y salvia. Mezcla con la pasta recién cocida y espolvorea parmesano.

Una receta otoñal con un aroma irresistible.

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Ensalada templada de calabaza, quinoa y granada

No todas las recetas con calabaza necesitan ser calientes. En esta ensalada, la calabaza asada se mezcla con quinoa, espinacas baby, nueces y granos de granada, creando un contraste de texturas y colores que alegra la vista antes incluso de probarla. Un aliño de miel y limón completa este plato lleno de vitalidad, perfecto para quienes buscan cuidarse sin renunciar al placer de comer bien.

Ingredientes: calabaza al horno, quinoa cocida, espinacas baby, granada y nueces.
Preparación: mezcla todos los ingredientes y aliña con una vinagreta de miel y limón.

Perfecta para quienes buscan una comida saludable, ligera y llena de energía.

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Bizcocho de calabaza y canela

Pocas cosas evocan más el otoño que el olor a bizcocho recién horneado. Este, elaborado con puré de calabaza, canela y nuez moscada, es pura nostalgia en forma de dulce. Esponjoso, húmedo y delicadamente especiado, resulta irresistible acompañado de una taza de café o té caliente. Además, su color dorado convierte cualquier tarde gris en un momento acogedor.

Ingredientes: puré de calabaza, harina, azúcar moreno, huevos, canela, nuez moscada y aceite.
Preparación: mezcla los ingredientes hasta obtener una masa homogénea, vierte en un molde y hornea a 180ºC durante 40 minutos.

Acompáñalo con café o té para una merienda de domingo perfecta.

Tarta salada de calabaza, queso de cabra y cebolla caramelizada

El toque gourmet llega con esta tarta que combina sabores dulces y salados. La cebolla caramelizada aporta profundidad, el queso de cabra añade cremosidad y la calabaza, asada previamente, da el punto dulce perfecto. Con una base de masa brisa, se hornea hasta que queda dorada y crujiente. Es una receta ideal para una cena informal o un brunch de fin de semana con amigos.

Ingredientes: masa brisa, calabaza, cebolla, queso de cabra y huevos.
Preparación: extiende la masa, coloca encima la cebolla caramelizada y la calabaza asada, vierte la mezcla de huevos y queso, y hornea hasta dorar.

Un plato sabroso y con contraste de texturas.

La calabaza, símbolo de una cocina consciente

Más allá de su sabor, la calabaza representa una forma de cocinar más pausada, estacional y sostenible. Aprovechar su temporada significa conectar con el ritmo natural de la tierra y llenar la mesa de colores y nutrientes. Este fruto generoso, que ha pasado de las huertas rurales a las cocinas más vanguardistas, nos recuerda que la sencillez también puede ser sinónimo de sofisticación.

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