Vaya papeleta tenemos. No nos aclaramos para gobernar el país y nos enfrentamos a una Navidad “extraña».
Pero ya está bien, dejemos de quejarnos, de auto flagelarnos y subestimarnos. Lo que hemos dejado atrás, lo logrado en pocas décadas, es admirable. Y los niños nos vuelven a dar una lección:
Estábamos leyendo un poema de Lorca para el cole, y mi hija preguntó si el tal Federico estaba vivo o muerto. La cuestión puede parecer morbosa, pero es una de sus preguntas recurrentes, en especial si la foto es en blanco y negro. Igual que cuando escuchan una fecha y dicen ¿Tú ya existías? Sea1816, 1980, o 1789. Su espacio-tiempo funciona así.
El caso es que le conté que Lorca murió en una guerra entre españoles, porque era rojo y le gustaban los chicos. Su cara fue un poema. No daba crédito y repetía ¿Es broma? ¿Eso es verdad? No puede ser… Nunca me había sentido tan orgullosa de su cara de póker.
Lo que para nosotros es normal, está totalmente fuera de sus esquemas. Para ellos la ‘Guerra’ es ‘de las galaxias’. El amor, o el deseo, no tiene género ni prefijos. Homo, o hetero, no significa nada. Y desde luego, el rojo es solo un color.
Lo que sí conocen muy bien es la palabra LIBERTAD. Le expliqué que antes no eran libres, a lo que respondió sin dudar: ‘ahora tampoco. Si fuera libre no iría al cole, ni haría deberes, comería solo chuches… ¡¡Quiero ser libre!!
Puede que no lo hayamos hecho todo tan mal ¿No os parece? Vivamos esta Navidad con optimismo y paz. Lo merecemos.
Feliz Navidad
