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José Antonio Abellán: “A la libertad de expresión le pongo el límite en el diccionario y en el Código Penal”

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Es una de las voces más reconocibles de España. Su forma de hacer radio de una manera fresca, directa y natural revolucionó el medio y creó una escuela que llega hasta nuestros días. Hoy en día sigue proponiéndonos una manera distinta de empezar el día con una gran sonrisa. Como es imposible hacer callar a José Antonio Abellán y a nosotros nos encanta escucharle, en Soul le cedemos totalmente la palabra. Conectamos con La Jungla…

Te escuchamos todas las mañanas de 6 a 11 horas en Soul Radio (ww.soulradiolive.com y 101.9 FM). ¿Cómo son las mañanas en La Jungla?

Por encima de todo no son ni buena ni malas, lo que más me emociona es que son distintas a todo. No hay nadie que esté haciendo lo que nosotros hacemos, que es básicamente entretener. Lo que me propongo es que la gente sonría por la mañana muchas veces y suelte unas 10 carcajadas o más durante el rato que nos esté escuchando. Eso es muy importante y más ahora con la que está cayendo. Mezclamos el humor con la música y la actualidad. Otra particularidad es que entran todos los días entre 80 ó 90 personas en directo, sin ningún tipo de filtro, que cuentan lo que quieren, preguntan lo que se les ocurre, opinan de todo… y eso es algo totalmente novedoso, no hay más emisoras de radio que den esa libertad.

Empezar el día con humor es importante y no como los otras emisoras que parece que quieran amargarte el café con tantas malas noticias y discusiones políticas en las que cada uno está de un lado del arco político atacando a los demás…

¡Y nosotros que no estamos en ningún lado! -risas-.

Es verdad que es difícil saber de qué pie cojeáis porque el mismo día aplaudís las declaraciones de Ayuso metiéndose con os ‘niñatos’ de las manifestaciones de Hasel y acto seguido le hacéis un traje sin mangas al PP por la corrupción.

A mí no me gustan mucho los políticos, en general, porque el que está ahí en casi todos los casos es que no vale para hacer otra cosa, porque si hubiera valido para estar en una empresa privada estaría en una empresa privada. Pero vamos, ya te digo yo que no nos casamos con nadie y lo que queremos es que la gente tenga un sitio donde estar por la mañana y escuchar un rato de entretenimiento.

Un buen rato porque son horas y horas las que estás delante del micro y hasta parece que se te queden cortas. ¿Cuánto trabajo hay detrás para sacar adelante un programa diario de seis horas?

Hay mucho curro en directo y algo menos de fondo de armario porque cada día te tiras del trampolín a la piscina sin saber muy bien cómo va a estar el agua. Al ser todo en directo poco puedes preparar, más allá de la música, el orden de los colaboradores y no mucho más porque el programa quien lo lleva es la gente, el público. Por ejemplo hace unas semanas, cuando yo me acosté me enteré de que en Madrid y Barcelona estaban montando el pollo con las protestas y las manifestaciones de Hasel pero hasta que no me levanté a las 3 de la mañana no sabía lo que está pasando, entonces no me hubiera valido de nada tener el programa preparado porque la actualidad era otra y cada día es una distinta.

“Lo que me propongo es que la gente sonría por la mañana muchas veces”

Hablas de todo sin cortapisas, dices que una Cataluña independiente en Europa no la querría nadie por pequeña y fea, pones el grito en el cielo y dices que esto solo pasa en España cuando llamas a una empresa o a un Ayuntamiento y no te cogen lo cogen el teléfono a las nueve y cuarto…

Es que eso de llamar a sitios públicos, ayuntamientos, estamentos oficiales o partidos políticos a partir de las 9 y que no estén y te salte la maquinita es verdad que solo pasa aquí, -risas-.

Y no te cortas pegándoles caña e incluso sueltas bastantes tacos. ¡Eso en la radio de antes era impensable!

Eso lo he hecho siempre, porque creo que la radio de un tiempo para acá debe ser así, hablar con naturalidad como estoy hablando ahora contigo. Y me sorprende porque curiosamente detrás de nosotros ha venido mucha gente y ha empezado a hacer lo mismo, incluso en los informativos y en las tertulias serias la gente habla de una forma muy parecida a como lo hace fuera del medio.

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Ahora estamos a vueltas con la libertad de expresión, ¿dónde pones tú el límite a la hora de expresar tu opinión?

¡En ningún sitio! Hombre, a la libertad de expresión le pongo el límite en el diccionario y en el Código Penal. Yo creo que no puedes infringir la ley en ningún momento y tampoco puedes darle patadas al diccionario porque tienes que utilizar el lenguaje de la manera correcta y como te lo permiten y punto. No hay más.

Te he escuchado decir en multitud de ocasiones que en la radio hay verdad. ¿Más que en otros medios?

Sí, es que no hay otra cosa. La radio tiene que ser sin red y sin trampa ni cartón, para lo bueno y para lo malo. La gente de este país reconoce a la radio como el medio histórico por excelencia en cuanto a credibilidad. Por ejemplo en la radio es imposible que Belén Esteban pueda trabajar o gente similar de ese mundo, pues aquí no aguantarían. Tu pones aquí al 95% de la gente que hay en televisión desnudos frente a un micrófono durante 3 ó 4 horas y no saben. Es el único medio donde necesitas un background, una formación, un criterio y un saberestar.

Las nuevas tecnologías y las redes sociales están cambiando todo, también la radio, y en contra de lo que se pudiera pensar la están revitalizando y haciendo que se escuche más. ¿Estás de acuerdo conmigo?

Sí, completamente de acuerdo. Hoy en día no se concibe la radio sin esas redes sociales y sin lo que es la tecnología que nos conecta más. Solo hay una cosa que critico, y que me gustaría que alguien con mucho dinero me escuchara, y es que hay que hacer urgentemente una red social, no se cuál, parecida a Twitter, donde haya que registrarse con un carnet de identidad o con un nombre pero que sepamos quién es cada uno. A mí me da por saco que Twitter parezca un bar de borrachos anónimos últimamente.

Hay una aplicación que está muy de moda ahora, que es la de Club House que solo entras por invitación y en foros cerrados y con moderadores que dan la palabra. ¿Algo así?

Más o menos pero que sepamos todos con quién estamos hablando. A mí no me importa ir a pecho descubierto, saben quién soy porque tengo mi foto, ni nombre y no tienes que currártelo mucho para saber dónde vivo y mi familia dónde está, por desgracia, pero quiero que si entro un foro saber cómo te llamas, tu foto real y con quien estoy hablando.

¿Hay mucho cobarde en las redes que se escuda en un avatar para insultar?

Claro, no quiero ver el dibujo de un muñeco, de una caricatura o una foto de Dora la Exploradora. ¡Así no! Solo un hijo de p… se esconde tras una foto para discutir conmigo.

¿En qué momento dirías que se encuentra la radio?

Yo creo que siempre ha gozado de buena salud. Sí es verdad que la radio musical lo ha pasado mal porque alguien dijo: “ahora vais a escuchar una hora sin publicidad”. Eso fue un gran error porque hay mil elementos mejores que la radio para escuchar música sin publicidad, desde Spotify Premium hasta un pendrive con tus canciones. Al final los discos que escuchamos en la radio no son ni los mejores ni los peores, son los que más dinero pagan y ahora parece que se han dado cuenta y vuelven a darle personalidad al DJ. Pero quitando ese pequeño bache, al final la radio tiene sus crisis económicas como todos los medios, pero siempre resurge y siempre estará ahí.

Tu eres un tío de directo puro y duro y ahora se escucha mucho podcast. ¿Te has sumado ya a la moda de los podcast? 

No lo hago pero porque entre las seis horas que me paso haciendo radio en antena, más las seis que estoy preparando todos los temas y las otras seis que estoy haciendo cosas, como por ejemplo esta entrevista, pues al final me falta tiempo para poder escuchar podcasts. Lo que sí estoy es al día de lo que está ocurriendo por ejemplo en EE. UU. porque tengo hijos viciosos de los podcast que me ponen la día de las tendencias en la radio de allí. Pero vamos que sí es un boom que se está introduciendo y que va para arriba.

A los 16 años ganaste un concurso en los 40 principales…

No, no, eso es mentira. Nunca me presenté a ese concurso.

Ah, pues sale en varias de tus biografías en internet. ¿No es verdad entonces?

Pues qué va, yo nunca entré en los 40 por el concurso yo iba pidiendo una prueba en la radio, un día la hice y me cogieron.

Pues te iba a preguntar que si no hubieras ganado ese concurso qué hubiera sido de tu vida.

Pues hubiera ido a la radio de cualquier manera, porque desde jovencito nunca quise dedicarme a otra cosa.

¡Qué maravilla tenerlo tan claro!

Sí, desde siempre. Y encima mi madre me decía: “hijo, como te muerdas la lengua no vas a saber hacer otra cosa” -risas-.

“La gente de este país reconoce a la radio como el medio histórico por excelencia en cuanto a credibilidad”

Y fue una buena elección sin duda. Has hecho programas míticos desde “Tocata” en la tele, hasta “El Tirachinas” y tantos y tantos otros. Si ahora echas la vista atrás, ¿cuál dirías que es el momento más brutal de tu carrera?

Pues mira está mal que lo diga porque estoy hablando contigo que estás en Valencia pero de éxtasis todos los programas que he hecho en directo en Valencia, especialmente la época de los grandes musicales de Fallas con 400.000 personas delante, ¡que no es moco de pavo! El poder de convocatoria de un medio, que era los 40 principales de Valencia, era increíble.

¡Yo era unos de esos 400.000! Esos conciertazos gratis multitudinarios con la toda la Alameda repleta de gente por desgracia no se volverán a repetir. ¡Ni me imagina cómo sería verlo desde arriba del escenario!

Algo increíble y es que tenían mucho éxito porque iban 400.000 personas cada vez y así año tras año. Gracias a la radio he podido vivir momento únicos, conocer personas fantásticas, viajar por los cincos continentes… Y sobre todo me ha permitido aprender y sigo aprendiendo todavía cada día, después de tantos años.

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Para años los que lleva El Pollito de California contigo. ¿Dónde lo conociste?

Lleva en antena como 25 años, desde el 96, y le conocí mucho antes. Me lo presentó Paco de Lucía o Alejandro Sanz, no lo recuerdo muy bien. Él tiene una historia muy curiosa porque es un tío que estudia filología hispánica, que se viene a España porque lo ve en un mapa y se piensa que era más pequeño de lo que él pensaba, llega a Madrid y se coge una bicicleta a Granada porque tenía un disco de flamenco que ponía que se había grabado allí y él quería ver cómo se hacía eso del flamenco. Total que llegó a Granada en bici, se quedó en las cuevas del Albaicín con todos los gitanos y no volvió nunca más a su casa.

En la radio pasa de todo, ¿alguna vez has dicho “tierra trágame”?

Supongo que muchas veces porque yo no me puedo contener, para lo bueno y para lo malo soy muy yo y entonces ha habido ataques de risa o discusiones. Hay alguna por ahí de la que todo el mundo habla, fue durante muchos años lo más visto en YouTube de la historia de España. Y es un audio de una discusión que tuve con un directivo del Madrid, se llama Melchor Miralles, y fue una locura de gritos y de insultos durante 40 ó 50 minutos. Eso es en la parte negativa, que tampoco puedes estar muy orgulloso, pero momentos de perder el oremus y darme un ataque de risa de no poder más, pues sí, de esas he tenido varias.

Tus discrepancias con la Cope son públicas, hay un enfrentamiento salvaje diría yo, pero entiendo que a La Cope en sí le guardarás cariño porque has estado allí mucho tiempo. ¿La situación tiene arreglo?

Vamos a ver, yo te agradezco esta pregunta porque ya no sé cómo explicarlo, yo jamás en mi vida he tenido ningún problema con la Cope. Nunca, y el que me lo quiera achacar está mintiendo, es más, yo tengo muchos amigos con lo que hablo casi a diario de allí, conozco mucha gente allí que quiero y escucho la Cope, escucho programas de Rock FM, de Cadena 100, no puedo decir más. La cuestión es que yo descubro dos cosas: una, que la Cope tiene más emisoras piratas que emisoras piratas hay en todo el mundo occidental, que se dice pronto, y que cada una de ellas está castigada con 20 millones de euros que no se los cobran y, dos, que investigando descubro, en el año 2017, que desde el año 2010 la Cope en todos los eventos benéficos que hace el dinero no se lo da ni a los niños ni a los enfermos de cáncer, que dice que se lo va a dar. Entonces yo me cabreo y rompo con ejecutivos de Cope, pero eso está en los juzgados, pero yo con la Cope no tengo ningún problema, todo lo contrario.

¿Es un problema con ciertas personas por tanto?

Exacto, lo que me pasa es con los directivos, que tienen que poner los número en la web y hacerlos públicos, tienen que pedir perdón y devolver el dinero, que yo calculo que serán unos 50 y tantos millones de euros que se han quedado.

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