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Larga vida…. a la silla swan

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UNA ODA A LA HISTORIA DE LA ICONICIDAD EN LA DECORACIÓN 

Nuestro día a día está repleto de sutiles referencias aprehensibles y adaptables a nuestra vida cotidiana. Las ráfagas de conocimiento albergadas en el subconsciente de nuestra cabeza que más tarde nacen en forma de idea, se transforman en boceto y acaban como resultado. Esto es lo que se conoce como la teoría del mundo de las ideas; un concepto que aportó Platón en donde se establece una férrea diferenciación entre lo que percibimos a través de los sentidos y que no podemos materializar, y lo que podemos llegar a conocer por medio del conocimiento sobre lo que él llama formas o ideas.

“Lo esencial es invisible a los ojos”

Antoine de saint-exupéry

La silla ‘Swan’ se concibió en 1958 para las suites del SAS Royal Hotel en Copenhague de la mano de Arne Jacobsen que modeló un asiento buscando el encuentro entre lo orgánico, femenino y elegante dentro de la corriente decorativa del modernismo danés que cobró relevancia tras la II Guerra Mundial y que fue precursor de la popularización del diseño escandinavo propiciada por IKEA (basado en la idea practicada, comodidad y estética)

Prácticamente toda fórmula de creatividad se puede nutrir de las ideas para aportarlas y fusionarlas creando nuevos conceptos y objetos en el mundo material e incluso, nuevas formas de pensamiento y de observación de las mismas. Tales ideas como las proporciones áureas o la geometría darían como resultado objetos y piezas creadas a partir de las mismas generando un ciclo de retroalimentación constante.

Tal y como el nombre indica, la forma y acabado de la silla Swan es una representación personal del diseñador de la figura del cisne, sus curvas sinuosas que perfilan el cuello del animal, la situación y forma de los reposabrazos, o el acabado final consiguen lograr el concepto domesticado de esta silla manteniendo cierto están- dar de confort además de lograr el propósito inicial como mueble de hall de hotel, es decir, como silla de uso público pensada para un espacio de paso en gran medida dedicado al arte de la espera.

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