Quizás sea el momento de ponerle fin a esta frágil normalidad tan normativa y encorsetada. Desanclarnos de nuestras rutinas y alcanzar la independencia de forma y función en las ideas que colocamos estratégicamente en nuestra cabeza y los muebles que seleccionamos para nuestro hogar. Se trata de encontrar la ecléctica atemporalidad en lo cambiante. Porque ya tendremos tiempo para esnobismos minimalistas y sobriedad. Ahora nos toca jarana. Sucediendole algo así al sofá Mah Jonhg. Una pieza de alta gama en el mundo de la decoración que una vez ocupó la imaginación de Hans Hopfer y que ahora cumple 50 años mientras se mantiene latente en su rango de atemporalidad al ser uno de los sofás más icónicos de la firma Roche Bobois.
Absorbe del nombre originario Mah Jonhg la filosofía de ser un juego de mesa de origen chino compuesto por 144 fichas de diferentes tipos en el que cuatro jugadores tienen que ir logrando combinarlas formando escaleras, tríos y cuartetos.Y con esta libertad de posición, de organización, y por lo tanto, de composición en el espacio, permite jugar con él y con las piezas .
Diseñado bajo la acolchada idea, los cojines de origen italiano crean el summun y eje central de la estructura que reafirma cada costura hecha a mano .Éstos, se colocan sobre elegantes plataformas que realzan su asiento haciéndolo aún más cómodo y siendo tan flexibles como el propio sofá, además de poder dejarlas descubiertas y utilizarlas de mesa para libros, bandejas u objetos. Un juego de estrategia, de conjugación.
Cerrando la narrativa de esta pieza con el idílico affair entre moda y decoración al vestir los nuevos cojines Mah Jonhg con tejidos diseñados por Kenzo Takada, Jean Paul Gaultier o Missoni Home. Demostrando que los ateliers no están sólo en la alta costura.
