Mariano Barroso preside la Academia de Cine desde hace tres años, y cineasta desde hace 28. Con esa trayectoria, conoce el mundo del cine a la perfección y ha trabajado con algunos de los memore actores y actrices de este país. Soñador, pero con los pies en la tierra, considera que los grandes cambios en el cine vienen por la forma de hacer las cosas, pero en esencia perdurará en el tiempo, incluida la supervivencia de la pantalla grande. Ganador de tres Premios Goya a Mejor director novel por Mi hermano del alma (1993), a Mejor película documental por Invisibles (2007), y Mejor guión adaptado por Todas las mujeres (2013), opina que Valencia es una ciudad perfecta para acoger la próxima edición de la Fiesta del Cine.
Mariano, ¿qué opinas de que los Goya se celebren en Valencia?
Pues ya sabes las características de una ciudad como Valencia y además, hay una cosa fundamental, y es que al final vas a donde te quieren, y nosotros, el sector del cine, nos sentimos muy queridos y valorados por Valencia, tanto por las instituciones y sobre todo por la gente. Estamos encantados, el Ayuntamiento de Valencia y la Generalitat Valenciana se han volcado en colaborar con nosotros en todos los sentidos.
En Valencia, culmina la celebración del centenario del nacimiento del director de cine valenciano, Luis García Berlanga en la Gala de los Goya ¿Qué crees que ha aportado su obra al cine actual?
La obra de Berlanga ha sido fundamental para el cine actual, tiene muchos discípulos entre los cineastas nuestros más vivos y con más aceptación por parte del público. Ha influido muchísimo en nuestros directores, es una forma de ver la vida y de plasmarla en el cine y entender muchas situaciones de nuestro día a día.
¿Que crees que predomina más en el cine español en cuanto a temas? ¿Hay una inclinación hacia alguna cuestión en concreto?
Creo que una de las riquezas más grandes de nuestro cine es que cada película y cada autor es un mundo y un universo. Esto lo vemos cuando vamos a festivales o cuando vemos las películas, porque te das cuenta que en cada una de ellas te introduces en un planeta distinto, tienen en común nuestras lenguas y nos vemos reflejados en las historias, pero cada una es un universo distinto. Los temas son tan variados como la visión del equipo y los diferentes puntos de vista de la realidad, es algo tremendamente rico.
¿Cómo ha sido tú experiencia al frente de la Academia todos estos años y que ha significado para ti representar a la profesión?
La verdad que es un privilegio representar esta profesión, y siempre con el objetivo de estar a la altura, de poder trasladar la idea de que no somos de otra galaxia sino que somos un sector esencial para el Estado con el que generamos riqueza, no solo económica, sino también cultural y social.
En ese sentido, muchas veces se idealiza a las personas que trabajan en el cine.
Sí, es verdad, pero al fin y al cabo somos personas y tenemos un trabajo como cualquier otra profesión. Obviamente somos conscientes de la profesión que tenemos, pero al final te das cuenta que tienes las mismas necesidades, obligaciones o problemas que el resto.
Como cineasta con tantos años de trayectoria, habrán cambiado mucho las cosas desde que empezaste, sobre todo en los últimos años con el avance de esa tecnología, que agiliza los procesos y los simplifica.
La gente que nos dedicamos al cine estamos acostumbrados a vivir en un mundo que cambia constantemente. En los últimos años hemos vivido unos cambios tremendos en cuanto a producción y a la forma de ver cine, y estamos acostumbrados a surfear en esos cambios. Hemos pasado de la televisión y el vídeo a las plataformas digitales, que sobre todo en pandemia, han cambiado la forma de ver cine. Lo bueno de esta evolución constante es que somos conscientes de ello y de que estamos hechos para esta evolución porque no es algo nuevo, es una profesión que se caracteriza por la inestabilidad, estamos siempre preparados.
Y esos cambios ¿pasan por la desaparición de las salas de cine?
No, para nada. No van a desaparecer, al contrario, van evolucionando y van tomando forma dependiendo de la situación. Una de las cualidades esenciales del cine es el encuentro colectivo, el vivir las mismas emociones todos juntos, no cada uno por separado. Aunque las plataformas nos dan acceso a vivir esta experiencia cada uno por su cuenta, el disfrute colectivo de estas emociones es especial.
¿Con quien te gustaría trabajar que no lo hayas hecho?
Hay muchísimas actrices y actores con los que me gustaría trabajar, pero tengo la suerte de trabajar siempre con actores geniales. Aunque siempre he querido trabajar en algún momento con los que voy a trabajar en el próximo proyecto que no te puedo contar todavía, pero que en cuanto me dejen, lo haré.
