El M.I.A.U. en Fanzara

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Hay un lugar no muy lejano de donde nos encontramos donde el arte lo ha inundado todo. Se trata de un pequeño pueblo de la provincia de Castellón llamado Fanzara, que encontró en la manifestación artística y como tantas veces pasa en la vida, la salvación a su inexorable desaparición. 

Hace  apenas un par de años cuando dos habitantes del pueblo, Javier y Rafa, comenzaron a desarrollar una idea: convertir su pueblo en un museo de arte urbano donde los lienzos sean las paredes de las casas en las que los artistas plasmen sus diferentes expresiones artísticas. Nace de esta forma el M.I.A.U., Museo Inacabado de Arte Urbano, que cada año reúne no solo a artistas sino a una multitud de personas interesadas en disfrutar de las obras al aire libre. 

En un principio contaban con 44 piezas, pero rápidamente se fueron ampliando por el seguimiento y difusión de artistas y organismos culturales. Dado que se están quedando sin espacio, la idea es renovar cada cierto tiempo las obras. Esta práctica, a su vez, provoca que el visitante pueda repetir el viaje a Fanzara para ver nuevas obras.

Otra razón positiva es la implicación de todo el pueblo en el M.I.A.U., desde el camarero del bar que te informa y te da un plano para que no te pierdas ninguna obra, hasta el vecino que participa cediendo la pared de su domicilio. El artista convive con el pueblo, así que normalmente se establece un diálogo entre ambas partes en cuanto a cómo expresar sus ideas propias e, incluso, utilizar al habitante como modelo. 

La presencia de artistas en el M.I.A.U. es numerosa, pero si hay alguna que destaca entre todas las demás es la de Deih, un grafitero que repite en cada edición dada su implicación así como su reputación internacional.  

Su figura The visitor, un ser procedente de otra galaxia, ya cuenta con una importante repercusión en Europa. De hecho, en este 2016 encontramos su nueva obra, que trata de una figura femenina con una mascara felina, que además ha sido el diseño de de la portada de la presente edición la obra que preside el acceso por carretera a la población, dando la bienvenida a Fanzara.

M.I.A.U en Fanzara

El coordinador del festival de este año, Javier López, comenta que la actual convocatoria «pretende ser un punto de inflexión y de reflexión», con la introducción de otras disciplinas. Al hilo de esto se han iniciado nuevas experiencias para ampliar el catálogo cultural con la inclusión de piezas multimedia e interactivas, que invitan a la reflexión sobre problemática de actualidad como la propuesta de Maya-Marja Jankovic, que incluye la instalación de piscinas con fotos de personas refugiadas en su interior. 

El reciclado constituye otra de las áreas que se han tenido en cuenta para que los participantes puedan contemplar obras de metal, madera y deshechos domésticos, así como talleres relacionados directamente con estas temáticas. Por ejemplo, en la obra Trashformaciones, que ya se pudo ver en Valencia, forma parte de estas nuevas iniciativas. Esta obra presenta la transformación en chatarra sufrida por antiguos vehículos aparcados en un parking vertical imaginario. 

Tal vez Fanzara se vio influenciada por el Nuart, festival independiente de arte urbano, que fue el primero en iniciarse en Europa en 2001, en la localidad noruega de Stavanger. Se trata de un referente internacional, pues por allí han participado artistas de la talla de Bansky o DotDotDot entre otros. No obstante, desde este momento no hay duda que nuestra ciudad castellonense le va a disputar el título de capital de arte urbano en nuestro continente a esta población nórdica. 

El M.I.A.U. ya se encuentra inmerso en la preparación de su cuarta edición prevista para julio de 2017 y, en el que estamos seguros, no dejará indiferente a nadie. 

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