MUIXERANGUES AL CEL

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L’etno, Museu Valencià d’Etnologia, presenta esta exposición. Muestra el fenómeno desde la perspectiva festiva y asociativa y la trayectoria de las formaciones tradicionales

La construcción de figuras y torres humanas en el contexto de la fiesta es una de nuestras expresiones más emblemáticas. Representaciones que hoy identificamos como muixerangues y que a otros lugares conocen como baile de los valencianos.

Un fenómeno que tiene en Algemesí su máxima expresión (de hecho es Patrimonio Inmaterial de la humanidad) pero que es una tradición extendida por nuestro territorio (incluso documentada en Valencia ciudad)  que a pesar de que fue menguando del paisaje festivo, se conservó y renació en otras pueblos en los cuales hoy vemos muixerangues tradicionales como parte del ritual de las fiestas.

Aunque cada una de estas muixerangues tiene particularidades y nombres diferentes (muixeranga, negrets, moixiganga, dansants y varetes), todos estos grupos festivos comparten los aspectos esenciales que las identifican: el baile burlesco, una música e indumentaria específica y, por supuesto, la realización de torres.

Desde hace un tiempo vivimos un interesante fenómeno de recuperación: la creación de nuevas formaciones muixerangueres que con formas del asociacionismo contemporáneo encuentran en las muixerangues tradicionales un modelo a seguir.

Una tradición que se expande y, inevitablemente, cambia, se renueva y actualiza y donde las mujeres participan, por fin, en igualdad. Ahora más que nunca, nos damos cuenta de su valor como patrimonio cultural y festivo.

La muestra quiere aproximar al espectador a este fenómeno poliédrico que aúna tradición, nuevas formas de asociacionismo, fiesta, ritual y, porque no decirlo, una forma de entender la identidad de los valencianos. Además se pretende generar un discurso didáctico sobre los códigos e intenciones que hay detrás de la construcción de las figuras y las torres humanas de las muixerangues.

La exposición

La muestra se compone de 8 secciones. Las tres primeras muestran las muixerangues como colectivos humanos agrupados alrededor de una tarea atractiva para sus miembros que disfruta de gran tradición y que últimamente se ha vigorizado con la aparición de nuevas agrupaciones ligadas a componentes no religiosos que apuestan por la recuperación de una manifestación singular y propia de los valencianos y valencianas. En ellas el espectador conocerá el trabajo que se desarrolla en estas entidades. Un trabajo que necesita de mecanismos de participación y estructuras organizativas, y a la vez de cohesión grupal y relaciones estrechas entre los miembros, para hacer torres seguras.

Las otras secciones muestran la trayectoria de las “muixerangues tradicionals”, entidades que se han mantenido de generación en generación y que se asemejan entre ellas. En todas ellas se incide en los cuatro elementos que caracterizan estas agrupaciones tradicionales: la vertiente burlesca, la componente religiosa, y los elementos coreográficos y acrobáticos.

La muestra está precedida por la escultura Al·legoría del artista Artur Heras, una composición que representa la torre muixaranguera desde una visión minimalista geométrica incluso industrial, combinada con el remate de una figura dinámica, más figurativa y barroca.

El grupo infantil es la parte más visible de las muixerangues. El éxito de toda la colla depende de ella. Cuando el niño o niña llega arriba, se gana los aplausos de los espectadores. La chavales deben ser rápidos, finos y valientes, para eso deben ensayar muchas horas. La colla es como una escuela donde la los niños y niñas juegan, aprenden y hacen amigos. La colla disfruta llevando a los más pequeños sobre los hombros, abrazarlos y premiarlos. Los niños son la alegría, el éxito y el futuro de la muixeranga.

Las dos muixerangues de Algemesí son las collas más conocidas, las que reúnen más gente, las que hacen más figuras y más difíciles. Tienen el protagonismo que merecen en el Museu Valencià de la Festa y, como elementos integrantes de la fiesta de la Virgen María, están inscritas en la lista del Patrimonio de la Humanidad. En Algemesí está el único monumento público dedicado a la muixeranga. Muchos niños de Algemesí hace su primera muixeranga antes de un año, es un recuerdo de infancia, un ritual iniciático, una identidad imborrable.

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