HARITZ GARDE: «Es un lujazo volver a Valencia»

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Tras haber recorrido gran parte de Latinoamérica con un éxito rotundo, La Oreja de Van Gogh vuelve a pisar nuestro país y nuestra tierra, Valencia. Vienen fuerte para presentarnos sus nuevas canciones y demostrar que los 20 años que llevan encima de los escenarios en el panorama musical, es solo el principio.

Hablamos con Haritz Garde, batería del grupo. El de 12 de julio estarán en los Jardines de Viveros para presentar su nuevo álbum.

Si tuvierais que elegir una cosa de nuestra tierra, ¿Con qué os quedarías?

Es un gustazo ir a Valencia por la alegría que nos transmite. Tenéis mucha suerte de vivir ahí, mucha gente os elige como destino y es un lujazo poder volver, vamos con muchísimas ganas. Pero si tuviera que elegir algo…La gente sobre todo y la paella, esa comida me fascina.

Vuestro grupo es originario de San Sebastián, el País Vasco. ¿Hay alguna diferencia entre el público valenciano y el de allí?

Suelen decirnos que en San Sebastián somos un poco sosos, mientras que los valencianos tenéis siempre muchas ganas de divertiros. La gente en Valencia es muy cariñosa y efusiva, siempre nos reciben de maravilla. Sabemos que en vuestra tierra la gente va a pasárselo bien, disfrutar de un buen rato y olvidarse de los problemas.

Lleváis 20 años de experiencia ya en el mundo musical y visitando nuestra ciudad, ¿Hay alguna anécdota o historia que recordéis especialmente de vuestros conciertos Valencia?

Es difícil quedarnos con una anécdota solo de Valencia. Hemos pasado grandes noches y alguna que otra juerga allí, tenemos grandes recuerdos, como los días en Fallas, que hemos visitado tantísimas veces. Alguna borrachera también ha caído, en un club que se llamaba Caballito de Mar por el paseo marítimo.

He leído que tus primeros pinitos fueron en la tuna ¿Cuándo ligabas más, siento tuno o ahora siendo el batería de la Oreja de Van Gogh?

Ni en la tuna ni siendo batería. Los vascos somos unos sosos y no sabemos ni ligar. Siempre contábamos que cuando sacamos el primer disco, siempre íbamos con él en la mano para que la gente supiera que éramos nosotros, y ni aún así conseguíamos ningún teléfono.

Desde el 2011 con “Cometas en el cielo” no sacabais un nuevo trabajo, ¿Cómo está acogiendo la gente vuestra vuelta?

La verdad es que mucho mejor de lo que esperábamos. Siempre tienes mucho miedo cuando pasas tanto tiempo sin tocar en ningún sitio, te entra la inseguridad y el miedo porque quieres volver a hacerlo bien. Cuando llevas 20 años tienes la responsabilidad de no decepcionar a tus fans. Sentimos que este es nuestro mejor disco y nuestras mejores historias. Es una gozada ver cómo nuestro público sale de cada concierto maravillados y con ganas de más.

¿Qué vamos a encontrar en el álbum “Planeta Imaginario” que no tengan los anteriores?

Es un disco mucho más profundo que los demás. Como hemos tardado tanto en hacerlo, hemos sido más exigentes: no queríamos repetirnos ni perder nuestra esencia.  Gracias a estos 20 años, sentimos que tenemos más seguridad y soltura, nos hemos atrevido a hablar de los aspectos más delicados de la vida como la violencia de género. Con esto, queremos darle un toque especial y poder acompañar a la gente que sufre estas enfermedades o que tiene familiares afectados. Esa es la principal diferencia.

¿Cuánto tiempo os ha llevado montar el nuevo disco? ¿Hay alguna canción que sea más especial para vosotros?

Hemos estado unos dos años entre la composición, la letra y la grabación. Lo hemos hecho con mucho cariño. Hay algunas canciones que hemos tenido que hacer 5 versiones de cada una para encontrar la idónea: buscábamos la perfección hasta el final. No hemos querido tener prisa.

Respecto a las canciones, hay varias que son especiales. Hay temas que tocan la parte más sensible de cada uno. La canción de “Pequeño gran valiente” es una historia de un padre que tiene que despedirse de su hijo, y recuerdo que a Leire le costó muchísimo cantarla en el estudio, no podía evitar ponerse a llorar. Todos somos padres y Leire hace poco que fue madre, y cada vez que empezaba a cantar se ponía como una magdalena. Pero eso es lo bonito, lo más especial es esa emoción que provoca la música.

¿Cuál es vuestra inspiración para seguir componiendo? ¿Qué os da fuerzas para conseguir esas letras y melodías?

Seguimos fijándonos en las cosas que nos rodean, en lo que vivimos nosotros y nuestra gente. La vida del día a día. No buscamos nada del otro mundo, como siempre decimos somos gente normal, cada uno por separados somos normales pero, cuando nos juntamos como grupo, nos pasan cosas extraordinarias. Nos intentamos fijar en esas pequeñas cosas que a veces te inspiran para escribir una bonita historia.

Veinte años de carrera, 7 álbumes de estudio, más de 8 millones de discos vendidos… ¿Cuál es la mayor enseñanza que os lleváis después de tantos años encima de los escenarios?

Seguir disfrutando de la música, por supuesto. Las canciones son nuestro tesoro y nuestros niños. De algo que estamos muy orgullosos es de llevar 20 años y seguir siendo más amigos que nunca, hemos sabido adaptarnos los unos a los otros y respetarnos, saber cuándo hacer una broma –que suele ser todo el rato- y cuando no. Para nosotros, esos valores son muy importantes, igual que mantener la humildad y permanecer unidos a nuestro equipo y amigos. Hemos disfrutado muchísimo y agradecemos sobre todo el cariño que nos siguen ofreciendo nuestros fans, eso es impagable. No dejan de sorprendernos: todavía disfrutamos como si fuera el primer fan que viene a vernos, es una maravilla.

 

Para más información acerca de las fechas de los conciertos de La Oreja de Van Gogh: https://www.laorejadevangogh.com 

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