Es una de esas personas con las que te irías a tomar una cerveza y volverías a casa con dolor de mandíbula de tanto reírte. Santiago Segura le saca punta a todo. Y estoy segura que cada situación que sucede cerca de él es una idea más para su próxima película. Lleva el humor tan adentro que le sale solo y sería capaz de hacer cualquier tipo de comedia. Desde aquel Torrente hasta la saga Padre no hay más que uno, de la que ahora estrena la tercera parte y de la que nos anuncia ya que habrá cuarta, su humor ha virado hacia algo que debe hacer reír a todos los públicos y en ese reto encuentra una tremenda satisfacción de la que su madre estaría orgullosa. Campechano, sencillo y con una sonrisa perenne en su rostro, nos cuenta los entresijos de una profesión que lleva en la sangre.
Estrenas la tercera parte de la saga «Padre no hay más que uno», ¿Lo tuyo son las sagas?
Supongo que sí. Me siento muy cómodo. Siempre me ha gustado el cine de personajes, y cuando te encariñas con uno, es complicado soltarlo. Además, es tan difícil conectar con el espectador hoy en día, y que conecte emocionalmente con algo o alguien. Como Harrison Ford ¿no? Yo te garantizo que veré Indiana Jones 5.
Está claro que si no tienes la fórmula del éxito se parece bastante a lo que tú haces y nosotros queremos saber el secreto.
Pues yo creo que uno de los secretos, no solo de esta saga, sino de Torrente también es que son de verdad. Que salen del corazón y con eso, no me refiero a un sentido romántico, sino a que seguimos siendo los mismos que en la primera parte, que el equipo y los actores no han cambiado, viene de la misma raíz, y eso hace que la saga no cojee, como a veces pasa en algunas películas de Hollywood. Obviamente también te mueve un afán comercial. Es decir, si algo funciona, funciona.
¿Qué tal con el reparto de la película? Una vez más te rodeas de grandes actores y actrices.
Bueno, es que ese es el punto fuerte de la película. No soy muy listo pero tonto tampoco (se ríe) . Al final rodearse de un buen equipo es fundamental. Todas tus carencias las suples con un equipazo. Hacer una película con Toni Acosta, Loles León, Carlos Iglesias, Leo Harlem, Silvia Abril. Si es que tienen una vis cómica increíble. Son actorazos. Ellos mismo te llevan. Fernando Trueba dijo en una ocasión: Con un buen guión y un buen casting, tienes la película casi hecha. Y es cierto. Si yo no tuviera a Marta González de Vega de coguionista no podría haber hecho esto. Cinco películas en cinco años. De Torrente hacia una cada tres o cuatro, porque el guión lo hacia yo, y me negaba a rodar nada de lo que no estuviera plenamente satisfecho.
Además el equipo os habéis convertido en una familia, no solo en la ficción, sino casi en la vida real.
Claro. Yo siempre digo que es mi familia postiza. Además, bueno, como están mis dos hijas yo me siento muy en familia.
De hecho tus hijas han afirmado en alguna ocasión que eres muy guay y muy majo ¿Como es para ti trabajar con tu hijas?
Bueno, las tengo bien adiestradas (se ríe) para que digan que soy guay. El otro día me sorprendió Sirena diciendo que le podría gustar eso de ser actriz pero que igual no lo era porque no quería estar tan cansada como su padre (se ríe). La verdad es que es muy fácil trabajar con ellas. Nos conocemos mucho, y son muy disciplinadas.
Imagino que te gustará trabajar con niños.
El otro día me dijo Millan Salcedo: Te has convertido en un especialista de digerir niños. El truco está en digerirlos sin que te resulten indigestos. Y es lo que me pasa con estos niños. Que tienen la medida pillada, que no resultan empalagosos ni pesados. Se les ve muy reales y naturales.
De hecho, tu humor habrá cambiado, además, desde Torrente ¿no?
Ha cambiado mucho, por supuesto. De repente te enfrentas a hacer cine para todos lo públicos y tienes que hacer reír a niños y a adultos. El humor gamberro, salvaje y cínico me sale casi solo, pero llegó un momento que pensé que me estaba acomodando, porque yo tengo mucho cine que sacar. Mi madre, cuando veía Torrente, me decía “Tu deberías hacer una comedia romántica”. Yo se que le encantaría esta saga. Me da una rabia que no haya podido ver ninguna de las tres. Pero bueno, al menos mis hijas si, y de hecho están implicadas.
Bueno, y te quedas con el reto que ha supuesto cambiar de for mato.
Si, claro. De hecho un poco como me pasó con Sin Rodeos, que quería dirigirme a un público femenino que no terminaban de conectar con Torrente. De hecho la mayoría acababan asqueadas con él (se ríe). Dentro de la comedia, ahora ya creo que soy capaz de tocar todos los géneros.
Actor, director, showman, u hombre orquesta?
(se ríe) Hombre orquesta siempre. Si haces tantas cosas parece que eres talentoso (se ríe).
De hecho Toni Acosta comentó en la primera parte que lo raro era que estabas en el set actuando y de repente dabas tu el corte.
(se ríe) Si, si, las primeros días se me quedaba así mirando y me decía “nunca he tenido una comunicación tan fluida con el director”
¿Y como hacéis para que no resulte repetitiva la historia, después de tres entregas? ¿En qué os basáis para crear las historias?
Al final una familia da para tantas historias. Y además, el propio crecimiento de los niños, supone situaciones nuevas. Una hija que antes era youtuber ahora es adolescente, y tiene pareja. Eso provoca conflictos diferentes y reacciones diferentes. La pequeña nació en la segunda entrega y ahora tiene tres añitos. Van ocupando lugares distintos, metes abuelos, suegros… Cuando te quieres dar cuenta tienes tantas tramas y cosas que contar. Además a mi me gusta que la gente salga del cine con una sonrisa, y que no se aburran así que cuantas más cosas pasen mejor.
Además al ser una película coral también da mucho juego ¿no? ¿Cómo es dirigir a tanta gente al mismo tiempo?
Bueno es que yo me imagino dirigiendo a un solo personaje y me parece muy aburrido. (se ríe). Como reto y a nivel creativo, genial, pero ¿sabes lo disfrutón que es rodearte de Carlos Iglesias, Silvia Abril y Toni Acosta, por ejemplo en una secuencia? La cosa fluye increíble.
