Vanesa Lorenzo

Vanesa Lorenzo: “Es difícil educar en pareja”

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La modelo y yogi Vanesa Lorenzo acaba de publicar “Crecer Juntos”, un libro donde habla de los beneficios del yoga y la disciplina positiva en la educación de los niños. Ella misma y su pareja, Carles Puyol, la aplican con sus dos hijas y les funciona. Además, también hablamos con ella de las relaciones de pareja, el yoga, y su carrera como modelo.

¿Cómo le explicarías a los padres qué es la disciplina positiva?

La disciplina positiva es un método educativo basado en el aliento, la conexión y el respeto. Es una disciplina con beneficios a largo plazo, que se aleja de la educación basada en los premios y los castigos. Está pensada para que los niños acaben siendo personas respetuosas, responsables y capaces. Es un método que apuesta por una convivencia basada en el respeto mutuo, que busca soluciones y no culpables y que busca conectar con el hijo.

Tu misma la aplicas en tu vida, ¿en qué te ha funcionado con tus hijas?

Yo ya empiezo a ver resultados, sobre todo en el tema de pedir perdón y perdonar. Por ejemplo, si yo pido perdón a mis hijas porque yo he hecho algo mal ellas luego me dicen “mamás no te preocupes, no pasa nada, yo también me pongo nerviosa”. Yo las veo más reflexivas y eso es muy valioso.

Vanesa Lorenzo

¿Te preocupa que ser hijas de personas famosas les afecte?

Sí, aunque si digo la verdad nuestro día a día es normal, la prensa no es invasiva. Lo que sí nos preocupa es mantener su privacidad, ellas cuando sean mayores ya decidirán si quieren que su rostro sea público, pero no antes.

En el libro también dices que la maternidad afecta en la pareja en muchos aspectos, en tu caso pasasteis de ser dos a ser cuatro, ¿cómo lo llevasteis vosotros?

Yo creo que la pareja tiene que tener unos cimientos muy sólidos y unos valores muy unidos porque si no puede ser que los hijos separen más que unan. Con los niños es fácil perder la paciencia y eso genera muchos momentos de tensión que también pueden afectar mucho a la pareja. Yo hablo en el libro desde una forma muy sincera y honesta, porque yo creo que un libro así tiene que ser para ayudar y solamente se puede ayudar si hablas desde la verdad, porque si te pones a decir “pues qué bien todo a mí me ha ido estupendamente” pues te da como ansiedad de decir jo que mal lo hago yo y los demás qué bien lo hacen. Todos caemos en los mismos errores, las parejas se ven afectadas cuando hay niños, pero las parejas tenemos que hablar de esas cosas, porque si no das por sentado que todo va ir bien y a veces no es así. Es difícil educar en pareja porque cada uno viene con sus historias, con sus miedos y con su educación familiar.

En estos complicados momentos que estamos viviendo la gente se preocupa más por el futuro, tiene más ansiedad, menos motivaciones ¿es el yoga una herramienta de escape, de ayuda?

Sí, a mi por ejemplo el yoga me ayudó mucho en el confinamiento. Cuando estás en un momento de incertidumbre, de preocupación por lo que estamos viviendo, que es muy fuerte, el yoga te ayuda a tranquilizarte y a anclarte más en el presente y eso te da un respiro. También es muy bueno para calmar la ansiedad que da este momento. 

Tu misma recurriste al yoga para evitar y sobrellevar el caos de ser modelo, ¿es dura esa vida?

Es dura pero es muy gratificante a la misma vez. Lo que pasa con esta profesión es que la gente ve la parte más frívola, más glamurosa y suele ver las imágenes, que son el resultado final, el último eslabón de la cadena, pero hay mucho más. Mi época era diferente, yo me fui con 18 años y no había móviles, habían cabinas de teléfono y no te sentías tan cerca de tu familia como lo puedes estar ahora con las nuevas tecnologías. Tuve que sobrellevar momentos de soledad muy fuertes, vivir en un mundo de adultos cuando todavía era muy joven. Además también hay que entender que el trabajo de modelo es circunstancial y que eso es una parte de ti pero no lo es todo, puedes entrar en dinámicas de que eres solo una imagen y no eres nada más, y eso no es fácil.

Vanesa Lorenzo

Empezaste con 18 años tu carrera como modelo y cuando conociste a tu pareja dejaste las pasarelas para formar una familia, ¿echas de menos aquella época de tu vida?

La echo mucho de menos, hay momentos en los que querría volver -risas-. Aunque yo estoy donde quiero estar, fue una renuncia elegida, pero lo echo en falta.

Escribiste el libro durante el confinamiento y tu pareja Carles Puyol bromeó en redes con que ‘casi os cuesta el divorcio’, ¿tanto te absorbió la escritura?

El libro ya estaba desarrollado a nivel de conceptos, con una psicóloga infantil y una profesora de yoga infantil, todo el contenido estaba estructurado pero tenía que redactarlo. Los momentos de escritura fueron muy intensos, tenía que trabajar muchas horas al día frente al ordenador y las niñas no iban al cole. Carles me tuvo que apoyar mucho, y había momentos de decir “ya estoy cansado de tantas horas con el ordenador”, -risas-. Pero la disciplina positiva nos ayudaba mucho a intentar que las niñas cooperasen más. También había momentos de desesperación, no voy a decir que no, pero la disciplina positiva nos ayudó en muchas pequeñas cosas.

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