VLC Negra cierra su edición más resiliente con lleno absoluto y mirada crítica

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La 13ª edición del festival literario confirma su madurez y apuesta por la resistencia cultural, con una programación ambiciosa y la voz de autores de primer nivel 

El festival VLC Negra ha clausurado su edición más simbólica y desafiante con un éxito rotundo de público y una programación que ha confirmado su posición como uno de los grandes eventos literarios del panorama europeo. La entrega de premios celebrada en los cines ABC Park, con todas las butacas ocupadas, ha puesto el broche de oro a una semana marcada por la literatura, el pensamiento crítico y la voluntad de seguir construyendo comunidad en torno al género negro.

La cita de este año, la número 13 —una cifra que en otras circunstancias habría generado inquietud— se ha transformado en símbolo de fuerza y continuidad. Sus directores, Jordi Llobregat y Santiago Álvarez, ya advirtieron que esta edición supondría un regreso a los orígenes. Y así ha sido: ocho intensos días de encuentros, firmas, cine y conversaciones literarias han devuelto a la ciudad esa energía cultural que, tras años difíciles para el sector, demuestra una vez más su capacidad de resiliencia.

Lorenzo Silva: “La ficción esquiva la pandemia como si fuera radioactiva”

Uno de los momentos más esperados de la jornada final fue el encuentro entre Lorenzo Silva y Ramón Palomar. El autor madrileño, que fue galardonado con el premio a la mejor novela en castellano por Las fuerzas contrarias, desgranó las claves de su nueva entrega de Bevilacqua y Chamorro. Ambientada durante el confinamiento, Silva defendió la necesidad de incorporar la pandemia al relato literario: “No podía ignorarla. La historia pedía este marco para explorar la intimidad emocional de los personajes. Al final, se miran y se quitan la mascarilla, porque su vínculo va más allá de cualquier protocolo”.

Una reflexión que resonó con fuerza en una edición que ha querido mirar de frente a los tiempos convulsos, en lugar de esquivarlos. Ese mismo espíritu impregnó también las palabras de la islandesa Yrsa Sigurðardóttir, reconocida con el premio a la mejor novela internacional por El grito, y de la alcoyana Natalia Gisbert, que se alzó con el galardón en valenciano por Després del salt.

Millennium y la mirada femenina de Karin Smirnoff

Otro de los grandes focos de atención fue la presencia de Karin Smirnoff, la escritora sueca encargada de continuar el legado de Millennium. Apenas dos semanas después del lanzamiento de Los colmillos del lince, Smirnoff emocionó al público con una intervención honesta y directa. “Me eligieron porque querían que, por primera vez, la mirada de la saga recayera en una mujer. Era una forma de evolucionar el relato desde dentro”, explicó. Su enfoque, centrado en el porqué de los crímenes más que en el quién, ha aportado una nueva dimensión a personajes como Lisbeth Salander, a la que definió como “una figura tan fascinante que uno solo quiere cuidarla”.

Además, Smirnoff advirtió del peligro de normalizar los discursos de odio, en línea con las advertencias que ya dejó Larsson en sus novelas. Su testimonio cerró una jornada en la que también participaron nombres clave del panorama criminal como Rosa Ribas, Toni Hill, Pedro Feijóo o Luis Zueco.

Literatura, ciudad y compromiso

Lejos de limitarse a encuentros formales, VLC Negra ha tejido una red cultural en toda la ciudad. Bibliotecas municipales, librerías, cines y espacios públicos han acogido actividades que han superado cualquier expectativa. Desde los clubs de lectura, ampliados este año a comercios afectados por la DANA, hasta los ciclos de cine en la Filmoteca y los ABC Park, el festival ha demostrado su capacidad de adaptación y crecimiento.

La cita también ha servido para homenajear a figuras emblemáticas del género. Ferran Torrent recibió el Premio Francisco González Ledesma, en reconocimiento a toda su trayectoria y contribución a la novela negra contemporánea. Y como broche final, este domingo tendrá lugar la tradicional sesión de firmas Pata Negra en Casa del Libro, seguida de un arroz negro frente al mar. Una forma muy valenciana de celebrar el poder de la palabra.

La cultura no se detiene

En tiempos donde la incertidumbre parece haberse instalado en la vida cotidiana, VLC Negra ha ofrecido una respuesta firme: la cultura, la literatura y el pensamiento crítico siguen siendo herramientas esenciales para entendernos, cuestionarnos y reconstruirnos. La ficción, como apuntaba Silva, no puede eludir los momentos que nos definen. Y este festival, lejos de esconderse, ha decidido enfrentarlos con más luz que nunca.

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