Carles Sans

Bienvenidos a la vida de Carles Sans

autor-noticia-icon

COMPARTIR

En determinados momentos vitales cada vez más frecuentes en donde uno se mueve sobre una frágil cristalera de las opiniones e interpretaciones, Carles Sans se eleva como el profeta de la carcajada para hacernos desconectar y disfrutar del teatro de toda la vida. Predicando en clave de humor sobre lo cómico en lo cotidiano a través de sus propias vivencias y reflexiones. 

Porque después de 40 años en silencio y por fín sólo, tiene mucho, pero mucho que decir. 

Será quizás a sus años como integrante de Tricicle y en donde se nutría del mimo como lenguaje universal de la risa que ahora fusiona la voz y los gestos para sorprender y cautivar al publico.

Por ello, consigue mantener la frescura que sólo el humor y el sarcasmo al paso de los años te puede dar, sigue disfrutando como un niño en su primera vez de los estrenos, y se mueve por el escenario como un profesional en la coreografía de la actuación que la experiencia vital le ha otorgado. 

Bienvenidos, a la obra de su vida

¿Cómo fue el reencuentro con el público valenciano? 

La verdad que estupendo,  se nota que una vez el publico empieza a reír, ya no puede parar. Se trata una función en donde tanto el publico como yo nos divertimos muchísimo todo el tiempo, y eso se nota, dando un espectáculo con cierta esencia eufórica en gradas y escenario. 

Y así a bote pronto..

¿Qué se va a encontrar el espectador con esta obra?

A todo el publico, digamos seguidor de Tricicle durante tantísimos años  este espectáculo le va a gustar seguro, porque en él verá la gestualidad de Tricicle que todavía mantengo y que le doy a todos los personajes que hago durante la función, sumado a unas historias muy divertidas y unas anécdotas que me han ocurrido a la largo de mi vida, atención, todas reales. Con lo cual lo hace todavía más divertido. Incluso el publico que no haya visto nunca Tricicle conectará de manera inmediata. 

Aludiendo al propio nombre de la obra…

¿Qué tal se está por fin solo?

-Se ríe- bueno…no se esta mal. Por un lado tiene algunos inconvenientes y ventajas. Las ventajas es que uno puede decidir qué es lo  que quiere y como lo quiere hacer sin tener que consultarlo. Y las desventajas por ejemplo son que la  responsabilidad ya no se divide, tienes que viajar sin tus compañeros de toda la vida durante años compartiendo camerino. Pero bueno, el ser humano se acostumbra rápido a muchas cosas…

Se dice que nos estamos convirtiendo en una generación de cristal…

¿Crees que estamos siendo demasiado políticamente correctos?

Vaya…esta es siempre una pregunta en la que hay que ir con cuidado precisamente por lo mismo. Ya la misma pregunta conlleva un cierto peligro porque hoy en día las redes sociales están dominadas por colectivos o individuos con una opinión implacable que no perdona nada y en donde uno se siente ofendido. Es cierto que antes había mucha más libertad y todo el mundo entendía que si hacía el chiste de un cojo pues no era que estuviera riéndome de él. Pero ahora no, resulta que el colectivo de cojos se puede enfadar muchísimo. Con lo que sí, hay que ir con muchísimo cuidado si no quieres meterte constantemente en jardines. 

Y hablando de políticos, pero no correctos…

¿Qué les recomendarias?

Pues fíjate, a los políticos ya no tengo nada que decirles. 

Después de tu larga trayectoria y como experto del terreno 

¿Crees que el humor ha cambiado con el paso de los años?

Si claro, el humor cambia, lo que antes te generaba mucha risa ahora quizás ya no, puede que sea porque existe una concienciación social respecto a una serie de colectivos con los que antes se bromeaba y ahora no es posible. Yo sinceramente pienso que uno puede bromear sobre todo, cualquier cosa. Otra cosa muy distinta es la interpretación de esa broma,  ahí es donde reside el problema.

Después de 40 años en silencio y con el respaldo de tus compañeros, ahora que estás solo…

¿Tienes muchas cosas que decir? 

-Se rie- Más que cosas, tengo muchas historias que contar. Porque vaya… tengo material aún que daría de sobra para un porfín sólo 2. Pero claro, si que hay cosas que me quedan por decir y quizás por eso ahora exploto con este afán por no parar de hablar, una cosa que quizás a algunos ahora les extraña y luego resulta que cuando viene a la función se dan cuenta de que ese humor tan característico sigue latente pese a fonetizarlo.

Has dirigido diversos cortometrajes, dos de los cuales («Quien mal anda mal acaba» y «David») han estado nominados a los premios Goya de la Academia de Cine Español. 

¿Cómo ves estos Goya en Valencia? ¿Te veremos en la gala?

Me parece fantástico que los Goya se trasladen fuera de Madrid  y que vayan por otros puntos de las  provincias españolas. Valencia es un sitio magnifico para poder hacerlo. Además creo que es una manera idónea para dar el pistoletazo de salida a las fallas ¿No crees?

 

Y para ir cerrando…

¿Cuál ha sido tu principal lección en estos años? 

Pues mira, he podido vivir de una profesión maravillosa que me ha tenido durante tantísimos años, viajando con éxito y siempre fiel, ha sido fantástico. Y ahora…cuando ya ese sueño lo hemos decidido aparcar he querido emprender esta aventura para demostrarme a mí mismo de que también era posible otra experiencia en solitario. Y viendo que lo estoy consiguiendo pues significa que nunca es tarde para poder reinventarse y seguir disfrutando de esta profesión que amo. 

TAGS

COMPARTIR