Joan Ribó i Canut es, además de agroquímico y catedrático, un histórico reconocible de la política valenciana. Desde coordinador de EUPV, pasando por diputado, portavoz y concejal hasta llegar a alcalde, el futuro próximo le aguarda con vehemencia para jugar una nueva partida.
Cabal, directo y formal, cuello de la camisa abierto y jersey morado, amante del diálogo y las coaliciones, trata de desplegar la coherencia y el sentido común en cualquiera de sus respuestas. El día de mañana le gustaría seguir siendo el mismo que fue y que ahora es.
¿Cuál es el valor que más admira en una persona?
La coherencia. Me molesta profundamente la gente que dice una cosa y hace lo contrario, la incoherencia entre lo que se piensa y lo que se dice para mí es muy negativo. A la sociedad le molesta mucho.
¿Es posible ‘dar gusto a todos’ desde la alcaldía?
Es imposible dar gusto a todo el mundo, porque no todo el mundo piensa igual. Pero esto no quiere decir que sea complicado gobernar la ciudad de València.
València es muy amable, entrañable, y se puede gobernar siendo flexible, pero, a la vez, manteniendo las principales líneas que has previsto en tu programa. Por lo tanto, no es imposible.
Cuatro cosas que le faltan a la ciudad…
En esta legislatura nos falta profundizar en la línea de la sostenibilidad. Estamos en un momento crítico y hemos de avanzar, desde una alimentación más sostenible, sana y equilibrada, hasta una movilidad que de alguna manera vamos descarbonizando, pasando por unas formas de vivienda que energéticamente sean más equilibradas y sostenibles…
En esta segunda legislatura, y encaminadas muchas de las grandes actuaciones, ya nos podemos ocupar de los temas de estilo. Cuando llegué al Ajuntament, me espantaron las deudas.
En términos de estilo, ¿cómo ha cambiado su vida desde que es alcalde de València?
Muy poco, sigo cogiendo la bici, no utilizo la corbata, intento ser una persona normal, viviendo donde vivía, haciendo lo mismo que hacía, comprando en los mismos lugares… Continúo haciendo lo mismo que hacía antes cuando era profesor, y lo mismo que pienso hacer cuando deje la alcaldía.
¿Y en temas de movilidad?
Las actuaciones en movilidad generan muchos problemas, es preciso explicarlas bien y mejor, porque al final genera muchas ventajas. Yo no estoy de acuerdo siempre con todo, a veces ni con mis decisiones, todo se puede hacer siempre de otra manera.
Siguiendo con la movilidad, de la Ruta de la Seda a la Ruta del Bacalao, ¿cuál es la mejor senda para los valencianos?
(Risas) La Ruta de la Seda nos conecta con muchas tradiciones valencianas, la seda es fundamental en nuestra historia, en las Fallas, en las fiestas… La nueva Ruta de la Seda que se plantea por los dirigentes chinos en este momento, puede ser una vía de comunicación fundamental para nuestra ciudad, y espero que el Corredor Mediterráneo pueda conectar con las nuevas vías férreas que se están planteando o con las vías marítimas.
La del Bacalao está interesante, pero creo que es una cuestión más anecdótica, no es comparable.
¿A qué ciudad le gustaría que se pareciera València?
¡Uau!, mira, no hay ninguna ciudad que se parezca a València, pero sí hay cosas de ciudades que me gustan, como Copenhague con la vista al mar, la ciudad verde de Vitoria… Me gustan muchas cosas de muchas ciudades, pero no hay ninguna que reúna las características que puede llegar a reunir València si continuamos trabajando en hacerla una ciudad mediterránea, que mire a su mar, sostenible… una ciudad, en definitiva, amable para todas las personas.
¿Sobran políticos o falta unidad política?
Creo que falta unidad, que nos pongamos de acuerdo en grandes temas generales. Por ejemplo, estoy contento con el tema del Covid porque la mayoría de los políticos nos hemos puesto de acuerdo, y espero que nos pongamos de acuerdo sobre todo en temas especiales.
… ¿Como conservar o cambiar algo?
Ambas son importantes, no son contradictorias, hay muchas cosas que merecen ser conservadas para mantener nuestras raíces, nuestra cultura o nuestro territorio, y otras que deben ser cambiadas para mejorar nuestra ciudad.
Y, en ese sentido, ¿cuál es el futuro para las Fallas?
Por las incidencias que manejamos, apostamos por unas Fallas 2022 normales, pero siempre cabría la posibilidad de hacerlas como en septiembre.
¿Pueden los hombres aspirar a ser FMV?
¿Por qué no? Confieso que cuanto más conozco el mundo fallero, más lo admiro. Las Fallas, mezcla de artistas, cultura y diseño, son un elemento de integración.
¿Fútbol o toros?
Fútbol. Los toros son animales encantadores cuyo lugar, donde se encuentran a gusto, es pastando por los campos y las montañas… El fútbol es un deporte muy bonito, muy potente, un trabajo colectivo que me encanta, sobre todo cuando jugaba yo, y ahora me gusta verlo cuando es un fútbol de calidad.
El Mestalla, ¿es un partido de ida y vuelta?
¡Uff, el Mestalla!, deseo que comiencen las obras y que se terminen.
El VCF es una empresa, me gustaría más que fuera un club, porque ser valencianista es también un sentimiento.
Alcalde, estamos ya en el año de la World Design Capital València, ¿el diseño sigue siendo un tema frívolo?
La cultura y el diseño son temas serios, que admiten cierta frivolidad, pero son serios. El diseño en su transversalidad (desde el gráfico hasta el de moda) hacen que la gente esté más contenta, desde un cartel a un edificio el diseño puede conseguir que una ciudad sea más amable, lejos de los gigantismos de épocas anteriores.
Estamos ocupados en que València sea una ciudad descarbonizada en 2030, con más espacios para caminar y menos coches.
La moda ocupa el 2.9 del PIB, muchos lugares de trabajo y somos pioneros en centros especializados, en reconocimientos o en actividad comercial como la Valencia Shopening Night, un ejemplo de unión del comercio del centro y del textil…
Creo que el elemento fundamental del diseño de moda no es la marca o su precio, por supuesto tiene que tener valor añadido. El comercio es también el tejido social necesario para activar un entorno.
Aquí en la ciudad de València hay que huir de lo grande y lo costoso porque sí, todo en su justa medida. Lo importante no es el precio ni la firma, sino la profesionalidad y la actividad en común como lo que estás comentando.
¿Qué desea el alcalde para los valencianos en 2022?
Primordial: que tengan salud y que desaparezca la pandemia, que vayamos saliendo de la crisis que ha provocado y de la que necesitamos salir a toda velocidad ….
Todo para coger un ritmo y alcanzar una nueva normalidad, para una ciudad más sostenible y donde la gente pueda tener sus derechos garantizados.
¿Cómo le gusta la paella: mar y montaña o la tradicional?
La paella me gusta de todas formas, mejor si es la tradicional con pollo y conejo, garrofó i tabella… ¡y que tenga socarradet!
