Ramón Esteve Cambra es un arquitecto y diseñador nacido en Valencia que, después de estudiar en Madrid y doctorarse en la UPV, abre su propio estudio en 1991. Desde entonces ha trabajado tanto desde el ámbito de la arquitectura como del interiorismo o del diseño industrial, realizado viviendas singulares, obra pública, edificios de oficinas, hoteles, restaurantes, instalaciones efímeras, diseño de producto… Una carrera forjada con tesón, cultura y talento que le sitúan en el top del diseño valenciano e internacional.
El siglo XXI le ha traído una cornucopia de proyectos, ¿se siente millennial en algún sentido?
Inmerso en la vorágine del día a día, trabajas respondiendo a lo que tienes sobre la mesa. Sólo de cuando en cuando al entrar en la web reparas en la cantidad de trabajo realizado. Sigo en plena actividad y creo que estoy en el mejor momento, porque la arquitectura requiere madurez y es sabido que los grandes maestros hicieron sus mejores obras a partir de los cincuenta por esa combinación de conocimiento y madurez. Respecto la generación millennial, sin caer en tópicos, creo que la juventud es una actitud, se puede ser joven con muchos años y viejo con pocos. Depende de tu actitud vitalista y fresca ante la vida, esa visión en positivo sobre lo que está por llegar que a veces se pierde con los años, así que podrías adivinar la edad real de una persona por la temática de sus conversaciones.
Arquitectura, interiorismo, diseño industrial… ¿en qué campo se identifica más?
Mi visión del diseño y de la arquitectura siempre ha sido desde un punto de vista global desde la experiencia como una unidad. Es una forma de vida, de entender el mundo. El lema del estudio de “espacios donde apetece vivir” tiene que ver con concebir ecosistemas de diseño. En un ecosistema diseñas el entorno, los objetos y la arquitectura forman parte de un todo. Para conocer su obra no hay más que pinchar en https://www.ramonesteve.com/.
¿Ahí se encuentra todo o qué es lo que falta?
Ahí se encuentran los resultados de todo el trabajo creativo y la web es la prueba de lo que somos capaces. Tenemos muchos vídeos para comunicar la experiencia de esos espacios y despertar otros sentidos. Lo que no se ve es lo que está por venir, los trabajos que tenemos en proceso y que están marcando las nuevas líneas del estudio a nivel internacional. Lo que se ve es lo que hay, no tengo una cara B. Siempre he intentado ser muy selectivo con los proyectos. Me costó mucho cuando comencé, pero ahora es un poco más fácil, aunque todavía me cuesta cuando intento hacer algo nuevo y me encuentro con la incomprensión del principio. La arquitectura contemporánea ahora está más asimilada, antes luchabas con el desconocimiento mientras que ahora los medios la han hecho más accesible. Pero incluso hoy cuesta cuando quieres ir un paso más allá.
Sus trabajos gozan de reconocimiento ‘más que nacional’, por expresarlo abiertamente. ¿Da igual trabajar en Europa, Asia o América? ¿Qué diferencias destacaría?
Tenemos voluntad de internacionalizarnos. Nuestro concepto de arquitectura tiene que ver mucho con el lugar en el que se ubica cada proyecto y eso es lo que nos permite trabajar fuera, la voluntad por entender el contexto natural y cultural en el que se ubican los proyectos. Cada lugar es diferente y tiene unas necesidades, pero intentamos aportar nuestras constantes de armonía, serenidad, atemporalidad, atmósfera… y sumarlas a lo que nos aporta cada localización: el clima, los oficios… Actualmente estamos haciendo proyectos de diseño con Vondom, en EE.UU con RH y Danao Living, en Dinamarca con Bolia, en Italia con MDF y en arquitectura tenemos sobre la mesa desarrollos residenciales en Egipto o Emiratos Árabes y casas en México o Chipre, y un proyecto muy interesante para una sede corporativa de oficinas cerca de Milán.
¿Desde Valencia se puede trabajar tranquilamente para todo el mundo?
Valencia podría ser la California española porque tiene cuatro componentes en común con aquel Silicon Valley: posición geoestratégica, el clima, la universidad y la industria. Tenemos la capacidad, ahora debemos ser ambiciosos y creer en nosotros mismos.
¿Qué rincones de nuestra ciudad resaltaría que no encuentra en otras ciudades?
Hay otras ciudades en las que puedes encontrar centros históricos bien cuidados como el de Valencia o nuestras playas, aunque cada una tiene su particular carácter, probablemente no encuentres una Lonja de la Seda o un Mercado Central, ni tampoco un antiguo Cauce convertido en un gran jardín lineal como el del Turia, pero, sobre todo, no tendrán su luz.
Entonces, ¿el hombre es de dónde nace o de dónde pace?
Yo nací en Valencia, estudié en Madrid, volví para hacer el doctorado e impartir clases y desde el inicio de mi carrera quise estar en Valencia porque es donde quería estar y crecer como profesional. Es una cuestión de voluntad, posibilidades y momento vital. Valencia es un buen lugar, aunque resulta más complicado moverme desde aquí. Desde Madrid todo está al alcance de la mano. Me encanta Valencia y seguiré vinculado a la ciudad, pero no sé si terminaré aquí.
¿El proyecto de Las Cigarreras de Alicante va a ser más espectacular que funcional?
Lo espectacular es efímero y no es algo que me interese porque la arquitectura tiene voluntad de permanencia. Cigarreras es un proyecto que tendrá que ser funcional porque aborda la revitalización del corazón de la ciudad. Ahora mismo vamos a empezar las obras ya que hemos ganado el concurso para la dirección de Casa Misericordia, y estamos muy ilusionados con un proyecto que ha recogido un amplio conjunto de necesidades que se reflejan en un programa muy diverso y flexible que mira al futuro de la ciudad. Para entender bien el proyecto hay que verlo como una continuidad sobre intervención en el patrimonio que se inició con el edificio de Bombas Gens, luego con Cigarreras en Alicante y Rodes en Alcoy, que son dos rehabilitaciones de patrimonio industrial, y más recientemente con el proyecto del CRAC en Xátiva, o con la obra que estamos empezando para la Universidad Europea en el antiguo asilo San Juan Bautista en Valencia.
Vuela mucho, me consta, ¿qué le gusta más de conocer mundo: la gente, la arquitectura, la cocina…?
Me gusta mucho conocer todas las culturas, el primer contacto suele ser la gastronomía que es la forma más directa. Siempre aprendo en los viajes, la mejor enciclopedia del mundo es viajar, pero hay que ir preparado y conocerlo antes de llegar. Después de la formación académica y la lectura, algo que no me ha dado nunca pereza es volar a un sitio para conocer una obra de arquitectura o de diseño. Ver la realidad de las cosas y conocer otras culturas es parte fundamental para conocer la tuya.
¿Qué opina sobre el complemento de plantas en el exterior/interior de las casas para coleccionistas de arte?
Para mí el paisaje es fundamental. El lugar es el lienzo sobre el que concibo un proyecto y por supuesto el paisaje, sea urbano o natural, es el punto de partida. En todos los proyectos pongo especial atención al entorno natural. Cuando lo hay, la arquitectura lo pone en valor, y cuando no, lo creo como telón de fondo. El arte es un complemento ideal. En los vídeos y las fotografías no siempre aparece porque en las viviendas el arte es muy personal, sin embargo, me gusta mucho cuando los propietarios tienen esa inquietud por el arte y complementan el espacio con sus obras. En cuanto a mi fascinación personal por el arte, uno de los proyectos que me hizo disfrutar más fue, obviamente, Bombas Gens.
¿El prefabricado o la construcción modular pueden compaginarse con la autoría arquitectónica?
Completamente, las grandes marcas tienen grandes diseñadores, en la industria del mueble o la moda, son producciones industrializadas de productos creados por un diseñador. Esto está empezando a ocurrir en la vivienda, y ya hay propuestas de casas totalmente convencionales y otras con autoría. La industrialización, sin duda, aporta ventajas para reducir costes y plazos y a la vez ganar calidad. Como en la moda, los diseños hechos a medida son algo elitista, que es hacia donde vamos en arquitectura. Pero luego hay prêt-à-porter, que posibilita que ciertos diseños lleguen a más gente con calidad, que es otra de las ventajas de este nuevo sistema de construcción.
¿Cuál es su próximo reto?
Los retos siguen siendo los mismos, pero con una nueva escala y repercusión internacional: hacer cosas que emocionen y que hagan que la gente sea feliz en los lugares o con los objetos que diseñamos, y se identifique con ellos allí donde trabajen o vivan.
5 lugares imprescindibles de Valencia… La Lonja de la Seda, el Mercado Central, el Centro Cultural del Carmen, el Jardín del Turia y, si me lo permites, Bombas Gens.
¿Paella o fast food? Paella
¿Echa de menos nuestra luz como Sorolla? Sí
¿Tendencia o estilo? Estilo
¿Usted es su marca? Sí
¿Qué es lo último de lo último? La inteligencia artificial
¿Menos es más? Un equilibrio
¿Su color o Pantone favorito? Blanco
¿Un sueño que le gustaría hacer realidad? Diseñar un rascacielos
Fotografía: Fernando Ruiz
