Tras las composiciones clásicas de Bach, el jazz de Wynston Marsalis, el bel canto de Ainoha Arteta o el flamenco fusión de Kiko Veneno, el escenario de El Palau de la Música de València acoge el próximo 25 de febrero el pork-rock de Yobamochi.
En el ciclo ‘Emergents al Palau’. Una iniciativa de la Concejalía de Cultura que del 17 de febrero al 17 de junio programa 10 actuaciones con 20 bandas que se mueven en la escena local independiente, ofreciendo una miscelánea de estilos musicales que va del pop al folk, el garage-punk o el rap, entre otros.
Yobamochi emerge del underground, con una propuesta donde el bajo y la batería son protagonistas, mediante loops que van sumando capas a unas canciones cargadas de ironía, que desmitifican el aura profunda y dramática que suele acompañar a la música independiente (Bola disco: https://www.youtube.com/watch?v=WGpkWblzTkM). Temas donde la voz y las letras son casi accidentales, que apuestan por la auto-parodia, lo bizarro y lo primitivo.
Tras dos caretas de cerdo, manteniendo el anonimato, Yobamochi completa su propuesta musical con la imagen gráfica, la fotografía y el vídeo. Las actuaciones del dúo se acompañan de proyecciones donde se mezclan fragmentos de películas como Simón del Desierto, de Luis Buñuel, con Dirty Dancing; o coreografías Fred Astaire con retales de producciones televisivas de serie B de los años 70.
Yoba y Mochi se establecieron en Valencia, donde han pasado por locales como Magazine o La Residencia, tras unos meses de investigación gracias a una estancia artística en HIAP (Helsinki International Artist Programme), que les permitió actuar en algunas ciudades finesas como Turku, Tempere, Pori o la propia Helsinki.
El próximo domingo a las 12 de la mañana, en el concierto para Emergents repasarán títulos de su primer trabajo en España, homónimo. Temas como No me presentes a tu hermana o El tecno es la jota del robot sonarán junto a nuevas canciones como Te he estado llamando y no o Too many happy nights (https://www.youtube.com/watch?v=32-ux9wp4oE).
“Seguramente, las butacas de El Palau habrán visto pasar todo tipo de músicos y de públicos, pero no nos esperaban a nosotros”, apunta el dúo, que confía en que el equipo técnico de la sala sabrá encajar lo mejor posible su espectáculo. Toda una performance que abre este espacio emblemático de la música valenciana a nuevas estéticas y gustos. “Creemos que este ciclo es una gran oportunidad para que bandas como nosotros, que procedemos de un circuito muy alternativo, de tocar en un escenario y con unas condiciones acústicas como no hubiéramos imaginado jamás”, explican los argamasilleros, que ofrecerán antifaces al público en un nuevo concierto enmascarado en el que compartirán escenario con la banda valenciana Nathan Jaime.
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