En pleno corazón de València hay un rincón donde Grecia cobra vida cada día. Se trata de Kuzina, el restaurante griego fundado por Alkis y Lydia Strimenos, hace exactamente nueve años. La suya es una historia de amor: por la gastronomía y por el país heleno, pero también la que ellos comparten desde la fundación del restaurante. Por eso, no sorprende que la forma elegida para conmemorar su noveno aniversario haya sido recreando una de las tradiciones más simbólicas de su país de origen: una gran boda griega.
La celebración tuvo lugar el pasado jueves 29 de mayo, en su local de la calle Comte d’Almodóvar y reunió a prensa, amigos de la casa, prescriptores del sector, influencers e invitados de honor, como el cónsul de Grecia en Valencia.
“En el restaurante hemos visto desde pedidas de mano, hasta parejas que venían de novios y ahora vienen con sus hijos ya mayores. Es precioso sentir que formas parte de la historia de tanta gente”, afirma Lydia. Todo ello se ha querido plasmar en una fiesta de aniversario, donde el protagonismo recayó en una pareja real que, tras diez años de matrimonio, decidió renovar sus votos en una ceremonia simbólica.
Este acontecimiento, cargado de emoción, y al mismo tiempo diversión, sirvió tanto para rendir homenaje a su propia historia de amor, como para ofrecer a los asistentes una experiencia inmersiva en la cultura griega, tan presente en el día a día de Kuzina. Como maestro de ceremonias, el periodista Vicent Marco, también presidente de la Unió de Periodistes Valencians, quien selló la renovación de votos de la pareja elegida mediante las redes sociales del restaurante. Todo ello, en una noche repleta de guiños a las tradiciones helenas, así como rituales simbólicos y sorpresas para los invitados.
Tradiciones nupciales
Ataviado con los colores de la bandera griega y una corona de laurel, Vicent Marco daba la bienvenida a los asistentes de la fiesta reivindicando el espíritu del meraki -la pasión puesta en todo lo que se hace- y la filoxenia -la hospitalidad, entendida como parte de la identidad griega-. Y es que estos dos valores han acompañado a Kuzina en toda sutrayectoria en Valencia, donde ha logrado posicionarse como el restaurante griego de referencia, y el que ha abierto camino a este tipo de recetario entre los locales.
El momento central fue la renovación de votos de una pareja real, Federica Bertolini y Ronny Calisti, que quiso sumarse a la celebración del aniversario, y para ello se presentó candidata en las redes sociales de Kuzina durante un concurso previo. La ceremonia comenzó con la evocación de los vínculos entre Alkis y Lydia, pero a partir de ahí, el relato se fue construyendo a través de distintos rituales de fuerte impronta emocional y cultural.
Primero, una copa de vino griego Retsina sirvió para representar la vida compartida entre dos personas: sus momentos dulces,y también amargos.
A continuación, se celebró el intercambio de coronas: dos círculos de laurel fueron colocados sobre las cabezas de los protagonistas, tal como dicta la tradición nupcial griega, simbolizando la unión de dos trayectorias.
Tras ese gesto, la pareja compartió sus votos renovados y siguió el tradicional baile del si rt ak i , que concluyó con un brindis al grito de “ O pa!
Como colofón a la ceremonia llegó lo más esperado de la noche, tal vez por ser el ritual más popular y extravagante: el momento de romper lo platos, una de las tradiciones más emblemáticas del país heleno.
La velada fue también una celebración de los sabores de Grecia. Para ello, Kuzina preparó una selección especial de platos tradicionales, con elaboraciones como la tartaleta de fava de Santorini con pulpo, la ensalada de sandía con queso feta, el clásico t zat zi k i con pan pita, las gambas envueltas en kataifi , la taramasalata o los sliders de giourtlou , entre otras delicias propias de su recetario. Como postre, dos joyas de la repostería griega: gal ak tobourek o y baklavasaragli de chocolate. Todo ello, regado con vinos griegos de Zacharias Wines, referencias locales -cortesía de la bodega Vicente Gandía- y cerveza Mythos, marca emblemática del país.
Nueve años de Kuzina: la verdadera historia de amor
Fundado en 2016 por Alkis y Lydia Strimenos, Kuzina es el restaurante griego más icónico de Valencia, donde tampoco existe una amplia oferta de este tipo. Como cabe imaginar, el origen griego viene por parte de Alkis Strimenos, quien desde el principio, se mostró interesado en adentrar a Lydia en su cultura. Aunque ambos se conocieron en Valencia, ella es de origen inglés, y quedó sorprendida cuando viajó por primera vez a la tierra de su marido. Allí se encontró con personas orgullosas de su gastronomía y su tradición. No tardaron en decidir que iban a cambiar de vida, pues antes sus oficios eran otros, y a fundar un restaurante en común.
El nombre de “Kuzina” significa “cocina”, pero también “hogar”. Y eso es lo que emana de este establecimiento, situado en la calle Comte d’Almodóvar. Estamos en una casa que acerca el recetario tradicional griego, siempre con un toque actual y un servicio elegante. Pero sobre todo, en un espacio que acoge y abraza, donde compartir con los demás es motivo de alegría. Nueve años después, Kuzina continúa siendo fiel a su esencia: honrar los sabores helenos, desplegar las puertas con generosidad y acercar, cada día, un pedazo de Grecia al centro de València. Lo hacen con la misma dedicación del primer día, y el convencimiento de que cada persona que cruza su puerta contribuye, de algún modo, a escribir su historia.
Y sí, la historia de Kuzina es también una historia de amor. Comenzó cuando Alkis apareció con una caja de naranjas, que Lydia rechazó pensando que era una broma; continuó con dos bodas en distintos países, el nacimiento de dos hijos y la apertura de un restaurante que es también un puente cultural entre Grecia y España.