Valeria Ros

Valeria Ros se «pone a parir»

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Valeria Ros lleva el humor en la sangre. No siempre ha tenido las cosas fáciles, pero ha sabido sacar el lado bueno de cada experiencia y ese carácter y forma de ver la vida le ha convertido al  final en una de las cómicas más destacadas de la televisión. Con una sonrisa en la boca, el drama en una mano y la comedia en la otra, ha vivido su maternidad de una forma muy peculiar y “caótica”, como ella misma cuenta. Y lo describe todo, lo bueno y lo malo, en su primer libro “Ponerme a parir”, un relato ácido sobre la aventura, desde el inicio, de ser madre.

Ponerme a parir es el titulo de tu primer libro, ¿Cómo surge el título?

El título surge por uno de los capítulos que se llamaba de otra forma, y desde Planeta sugirieron cambiarle el nombre, e incluso que ese fuera el titulo del libro. A mí me pareció súper acertado, ya que al final yo me abro en canal en él, hablo de todas mis meteduras de pata, de mi vida y cuento toda la verdad. Al final es quitarle hierro y postureo al asunto. Y ya que hablo del parto y la maternidad, ese doble sentido me gustó.

Cuentas anécdotas que son bastante duras, pero al final les pones cierto tinte cómico, ¿la vida es mejor con humor o es que no queda otra?

Va un poco con mi personalidad. Es decir, siempre he hecho lo mismo, no solo por el libro sino que al final yo me dedico a la comedia porque siempre he utilizado el humor para reírme un poco de las situaciones, aunque sean dramáticas y sí que sufro, pero le intento sacar el lado cómico.

A veces vemos a los cómicos como seres superiores con una sonrisa siempre pero claro los cómicos son personas que también tienen problemas.

Sí, al final, de hecho, vivimos de ello. Lo que hacemos es transformar situaciones “dramas” en comedia. La gente se ríe con las desgracias, contadas con humor, y exagerándolas. La mayoría de las veces el drama y la comedia van de la mano.

¿Cómo surgió el proyecto?

Antes de que me lo propusieran yo ya tenia la idea de crear material sobre  el embarazo, ya que lo viví en plena pandemia, y me pareció interesante contar mi experiencia. De hecho, lo hice en un show que realicé y produje yo, Matrioska, del que saqué muchas anécdotas y chistes que incluí después en el libro. A partir de ahí, Planeta me propuso escribirlo, y me pareció interesante, aunque fue una época de miles de proyectos, pero bueno, ya tengo el libro escrito y a la hija. Ahora solo me falta plantar un árbol. (se rie)

Trabajas con muchos tipos de humor: monólogos, televisión, radio y ahora literario ¿Qué tipo de humor prefieres? ¿Cambia mucho de un formato a otro?

Cambia un poco la censura en sí. En Zapeando, por ejemplo, estamos en horario infantil y, aunque yo trabajo mucho con eufemismos, hay cosas que no puedes decir. Pero al final siempre soy yo, aunque cambie el formato, y lo que la gente busca de ti, es lo que han visto ya. Es verdad que tengo la suerte de utilizar mucho la improvisación en todos los formatos. El monólogo es más mío, ahí tengo más libertad.

¿Crees que influye que seas una persona reconocida a la hora de que te lean con cierta mirada?

Totalmente. Pero en el libro, al haber algo de drama, se sorprenden un poco. Incluso se les cae alguna lagrimilla (se ríe) y eso me gusta, era mi objetivo. Porque a mí, como lectora, me encanta que me emocione lo que estoy leyendo. Yo creo que el libro podría ser una novela de un personaje ficticio, pero al final soy yo y, en principio la gente lo compra porque me conoce, aunque luego se sorprenda.

Hablas de tu experiencia con la maternidad, ¿es la experiencia con mayúsculas de tu vida? ¿Cómo sentiste ese momento?

Yo creo que sí. Sobre todo por la situación en la que surgió. De todas las cosas que he vivido, que no son pocas, puede que sea la que más me ha marcado, porque he construido mi propia familia. Aunque yo con el tema de la maternidad soy muy subjetiva, como todas supongo, ya que cada una vive el embarazo de forma diferente. En mi caso, como fue un embarazo sorpresa en medio de una pandemia, en una casa vacía porque lo acababa de dejar con mi ex. Así que probablemente no tendrá nada que ver con una pareja que lleva tiempo buscándolo. Yo lo viví, como soy yo, de una forma bastante caótica.

¿Qué opinas de la conciliación y compatibilizar maternidad y trabajo?

Es un tema complicado. Yo soy una afortunada porque cuento con ayuda de una niñera, ya que mi madre es joven y trabaja mucho, y se puede encargar poco de ella. Pero la conciliación es complicada porque, sobre todo las mujeres, y aún hoy en día, llevamos muy dentro ese sentimiento de culpabilidad cuando no estamos con nuestros hijos, cuando no trabajamos lo suficiente para que no les falte de nada. Así que al final, nos hemos engañado a nosotras mismas. Pero era necesario para mi salud mental reencontrarme y retomar mi trabajo, porque no somos solo madres sino muchas más cosas.  

¿Crees que todo el mundo opina de cada cosa que haces cuando eres madre?

Si, si, de hecho yo empecé a trabajar antes de que acabara mi baja, y me llovían críticas por todas partes. Pero si hubiera empezado más tarde también me habrían criticado. Todo el mundo tiene la potestad de decirte que tienes que hacer con tus hijos, pero yo intento no darle mucha importancia, ya que lo hacemos lo mejor que podemos.

¿A veces estamos poco preparadas para todo lo que se viene con la maternidad? ¿Sigue siendo un tema algo tabú?

Lo tengo clarísimo. Ese momento en el que una amiga con dos hijos te dice “piénsatelo bien” cuando le dices que estás embarazada, y te bloqueas. Yo tenia claro que quería tenerla pero me dio miedo (se rie). Siempre hay como ese halo de felicidad en todo lo que rodea a la maternidad, pero el embarazo para mí fue horroroso. Se te hinchan los tobillos, te sale la glucosa alta y tu solo quieres comer chocolate… y eso ¡nueve meses! Pero es verdad que cuando te ponen el bebé en brazos, ya noté esa conexión con él, pero antes ¡cero!

Hablando un poco del tema de los monólogos, ¿Cómo te los preparas?

Yo soy como una rockstar de marca blanca. Como no tengo mucho tiempo, llego minutos antes de salir al escenario, y al lío. Es verdad que el tema monólogos los tengo ya muy rodados, y lo único que hago es una lista mental de por donde empezar. Mi ritual es ir a lo loco.

¿Te has encontrado límites en la comedia?

Yo me pongo limites en cosas que a mí no me hacen gracia porque me resulta muy difícil hacer reír al otro cuando a mi no me hace gracia algo. Así que hay temas que no trato.

¿Notas cierta irascibilidad en el público últimamente?

Es verdad que yo soy bruta pero tengo un humor bastante correcto. Puedo hacer un chiste negro, pero el público se ríe. Te la puedes jugar en el escenario, pero en redes sociales por ejemplo, no.

¿Qué te hace reír a ti? ¿Eres de chiste fácil?

Si, si. Totalmente. Y me encanta la gente que tiene vis cómica y da igual lo que diga, que tiene gracias. Yo me río con todo, va con mi forma de ser. Pero es verdad que no soporto a la gente que quiere ser graciosa pero no lo es, me crea rechazo (se ríe). Yo me río fácil, y tengo la suerte de rodearme de compañeros con los que me río mucho, tanto en Zapeando, como en Yu, no te pierdas nada. El humor es una de las priridades de mi vida.

¿Habrá ponerme a parir segunda parte o algún otro proyecto literario? ¿Seguirás escribiendo?

Ahora mismo, estoy centrada en este libro, pero la verdad es que si que me gustaría seguir escribiendo. Lo de ponerme a parir, segunda parte, es más fácil porque al final es lo que hago con los monólogos. Pero algo de ficción me encantaria. Sería un reto, ya que uno de mis hobbies es la lectura.

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