Los valencianos no hemos de ir al Valle de Jerte, en Extremadura, ni mucho menos a Japón para observar impresionantes campos de cerezos en flor en paisajes abrumadores: solo hemos de acercarnos en el inicio de primavera a la Vall de Laguar en Alicante. Y si “nos venimos arriba”, aquí podemos lanzarnos a una de las rutas más famosas a nivel europeo: la llamada Catedral del Senderismo (pero esto lo trataremos en otra ocasión, hoy nos centraremos en sus maravillosos campos de cerezos).
La Vall de Laguar forma parte de la comarca de la Marina Alta en la provincia de Alicante. Este municipio se eleva como media unos 500 metros, entre dos sierras, a un lado el Barranco del Infierno y al otro la Sierra del Caballo Verde o del Penyó. Esta peculiar orografía de este valle crea un microclima mucho más húmedo que en su entorno de clima mediterráneo seco, un fenómeno que podemos disfrutar en forma de una vegetación exuberante, fuentes de agua pura y fresca todo el año y leves riachuelos que corren por los caminos.
Aquí las fotos en el mismo orden que el paseo especialmente por el entorno de Fleix, pedanía de la Vall de Laguar: