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Dr. Gabriel Serrano: «A los 11 años entraba por primera vez en un quirófano»

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Dr. SerranoMédico, investigador, emprendedor e incansable conferenciante, este dermatólogo, ha revolucionado el mundo de la dermocosmética con el uso de la nanotecnología en sus laboratorios, Sesderma y Mediderma, presentes en 80 países. Pionero en el desarrollo de tratamientos para la piel, es un referente de la dermatología nacional e internacional. Más de 40.000 pacientes han pasado por la Clínica Dermatológica Dr. Serrano en el centro de Valencia, hoy convertida en un centro innovador de salud y bienestar. 46 años después, su máxima sigue siendo la misma: escuchar la piel de sus pacientes. 

¿Cuándo empezó su vocación por la medicina y la dermatología? 

Vengo de una familia de médicos, y obviamente, este factor influye muchísimo. Especialmente cuando tienes admiración por tu padre, que en este caso no solamente fue mi padre, fue mi compañero, mi maestro, mi amigo. Mi padre era cirujano, y con muy pocos años mi padre me dijo “Bueno, ya es hora de que empieces a conocer esta profesión. Ven conmigo al hospital, aprendes a lavarte…” Así que con 11 años entraba en un quirófano. Poco tiempo después, me enseñaba a suturar en una almohada las suturas que se hacen en la piel. Él me enseñó todo tipo de nudos quirúrgicos. Ha sido todo un aprendizaje a lo largo de todos los años en los que tuve contacto con él. Tuvo una vida longeva, 87 años y me pasé muchos años escuchándole, aunque tuviera una profesión diferente a la mía, porque yo al fin y al cabo soy dermatólogo, no cirujano. Y lo soy por una coincidencia muy especial, ya que una de mis hermanas desarrolló vitíligo, una enfermedad de la piel que se caracteriza por la aparición de manchas blancas en ella. Y de ahí surgió mi inquietud por la dermatología. Siendo un adolescente, empecé en la biblioteca de mi padre a leer libros de dermatología para entender la piel. 

Además, mi abuelo era farmacéutico, y también influyó en que yo me interesase por la salud. Es una tradición familiar.

“Mi padre era cirujano y con 11 años me metió en un quirófano y me enseñó a suturar en una almohada. Fue padre, pero también maestro, compañero y amigo”

Después de haber logrado tantos hitos en su carrera profesional ¿le queda algo por hacer?

Muchísimo. Siempre hay cosas por hacer, especialmente en medicina. La medicina evoluciona todos los días. Como dice el refrán “No te puedes quedar quieto porque, camarón que se duerme, se lo lleva la corriente”. En esta profesión los médicos somos absolutamente responsables de todo lo que hacemos, y nos preocupa muchísimo las posibles incidencias que pueda haber, ya que hablamos de la salud de las personas, por eso hay que estudiar todos los días. Y de esa forma acabamos ganándonos la confianza del paciente. Cuando hablamos de recetar un tratamiento, los primero es la confianza del paciente, luego se añaden otras cosas. Sin confianza no vas a ningún médico.

¿Cómo ha evolucionado la dermatología desde que empezó?

La medicina y la dermatología como parte de las especialidades médicas, ha tenido una evolución fulgurante. Hace 30 años, nuestros diagnósticos eran clínicos, y luego se han visto apoyados por una serie de técnicas de todo tipo: unas analíticas, de tipo visual, con máquinas que permiten valorar un simple lunar, por ejemplo. Es la técnica dermatoscopia, que nos permite ver detalles sin llegar a ser invasivos. De ahí, han aparecido también ecógrafos para ver la piel, y una serie de técnicas que son inmunológicas para hacer diagnósticos. Y eso se complementa con aparatología. A lo largo de los años se ha ido incrementando, en comparación al arsenal terapéutico que teníamos hace 30-40 años, que era muy limitado. De hecho, empleábamos muchos colorantes en aquella época, que hoy apenas se utilizan. Después llegaron los corticoides, los antiinflamatorios, y medicamentos que han sido muy útiles, y personalmente creo que han contribuido muchísimo a la evolución de lo que hoy se llama dematocosmética. Si nos retraemos a hace 30 años, no había productos para la piel. Ahora utilizamos cosméticos con PH, con unos activos y unas fragancias seleccionadas, para que no dañe la piel y que sea realmente eficaz. 

Yo empecé hace más de 30 años, cuando prácticamente la dermatocosmética no existía. Participé en procedimientos para que los médicos pudieran utilizarlos en las consultas, por ejemplo, los peelings químicos, sustancias para mesoterapia facial, capilar o corporal. Hemos hecho una contribución muy grande para la fototerapia. Es decir, la combinación de un agente fotosensibilizante con la lámpara adecuada, con la luz y onda adecuadas para irradiar la piel cuando tienes un problema concreto. Todo esto forma parte de la evolución de la dermatología en todos estos años, con un incremento notable de técnicas terapeutas con aparatos, como radiofrecuencia, ultrasonidos… Es infinito todo lo que puede haber en una consulta. Si te das una vuelta por mi clínica verás que hay un parque de aparatos que sirven para tratar cualquier problema. Por ejemplo, se habla de láseres, pero ¿vasculares, para quitar pelo, quitar manchas…? Así podemos hablar de otro tipo de terapias como cosas que hayan evolucionado del pasado, que antes hacíamos hemoterapia y hoy tenemos las barricoplaquetas, que vienen de esos antecedentes en los que sabíamos que la inyección de sangre tenía efectos favorables en determinadas patologías. Hoy tenemos tratamiento regenerativos PRP, combinado con otras muchas cosas que sirven para que la piel esté más joven, más firme y saludable.

¿Se considera usted un pionero?

Sí, formo parte de los pioneros en el mundo de la dermatocosmética. Además, creamos un laboratorio para dar salida a todas estas ideas que habían partido de mi clínica, porque todo nace aquí. Escuchando a los pacientes tienes la idea de lo que necesitan, es como si tuvieras unas antenas que recibieran información todos los días. Al final, cuando hay una necesidad, se hace un producto. De esa manera, surgió la idea de la creación del laboratorio, Sesderma, que va a cumplir ahora 35 años. 

En todos estos años comenzamos con una carrera de 17 productos, que eran muy innovadores porque contenían ácido hialurónico. Aquello fue un hito. Pero después hemos tenido muchos más con productos para problemas de pigmentación, para favorecerla, para aclarar o eliminar las manchas. Y de ahi empezamos a diseñar aparatos de propulsión el Nanopore, en su vertiente profesional y sencilla, a modo de un pequeño Pen o bolígrafo. Creo que es una contribución importante, y que estamos transmitiendo en congresos. De hecho, también fuimos pioneros en esos congresos de dermatología, de medicina estética… ya que fuimos los primeros que los iniciamos.

Dr. Serrano

«La piel es el espejo del sistema inmunológico y del alma»

¿La dermocosmética y los tratamientos médico estéticos pueden frenar el envejecimiento? ¿Tiene usted la fórmula de la eterna juventud?

La fórmula de la eterna juventud es: cuidar la piel y todo lo que esto representa. La piel es el órgano más grande de todos y no es fácil,. Requiere de una delicadeza especial. No se deben utilizar cosas que la perjudiquen. En este sentido, pensamos que todo lo que agrede al organismo, agrede la piel. Si fumas… mal, si tienes estrés, mal. El estrés dispara un montón de condiciones en la piel. Si tienes acné, se te agrava. Hay personas que tienen caída del pelo por situaciones de estrés. Si no llevas una buena dieta y una alimentación equilibrada, es decir, ingieres demasiados hidratos y azúcar, sufres las repercusiones en la salud de la piel. La exposición al sol puede ser crónica para nuestra piel ya que se termina envejeciendo prematuramente. Las personas que toman menos sol, y que se nutren correctamente, tienen una piel mucho más joven, más sana y con mayores defensas.

Uno de los mayores enemigos, que lo tenemos bien presente día a día, es el sol. Hay que protegerse bien la piel, no agredirla con jabones fuertes, ni con excesos de sol que puedan provocar quemaduras. 

La piel es el espejo del sistema inmunológico y del alma. Mucha gente se queda alucinada cuando digo “Mira, esta persona tiene mucho estrés”. Sabemos reconocer en la piel signos que indican que una persona lo está pasando mal. Otras veces vemos pieles de colores muy apagados, incluso amarillas en las que notas que fuma o fumaba más de la cuenta, no está bien nutrida… Todo esto te da una indicación, y es algo que cuando llega el paciente y hablas con él, muchas veces sabes sobre qué te va a consultar. A veces te llama la atención y te ríes. Recuerdo que hace poco vino una señora que tenía 97 años. Cuando le pregunté ¿usted por qué viene, qué le pasa?” Y me responde “quiero que me quite las ojeras”. Me entró la risa y le dije “yo quiero ser como usted”. Estaba perfecta, pero tenia unas pequeñas ojeras.

Entonces, ¿la piel tiene memoria?

Sí, y es algo que se ve muy bien con los niños. Cuando tienen exposiciones al sol muy potenes y no se protegen adecuadamente, es un recuerdo para siempre. Muchas veces estos niños terminan desarrollando cáncer de piel, y de ahí que haya que tener mucha precaución. Por eso decía que uno de los mayores enemigos de la piel es el sol. Esa piel infantil es más vulnerable, y los padres muchas veces no nos damos cuenta. Los dejamos jugar al aire libre sin acordarnos de ponerles los filtros solares y repetir la aplicación para evitar que se quemen. 

Es verdad que ha aumentado mucho la prevención. Antes la mayoría de las personas venían a la consulta cuando tenían una patología, ahora vienen como medida preventiva, a pedir consejos y recomendaciones. Eso es muy positivo. Tratar gente sana en vez de gente enferma, hace que estemos a un nivel superior en educación sanitaria comparados con otros países.

El entorno y los malos hábitos pueden castigar nuestra piel. ¿Podría darnos las claves para cuidarla sin que nos pase factura en el futuro?

Lo primero para cuidar nuestra piel es fundamental la higiene y limpiarla con productos adecuados. Por ejemplo, una persona que tiene acné, antes de que se le imponga un tratamiento médico, antes debería tratarse la higiene, que debe ser potente, pero al mismo tiempo, suave. Debe recomendarlo el dermatólogo.

La hidratación debe ser externa, con productos hidratantes adecuados, y a nivel interno. Es decir, para hidratarse hay que beber agua, entre 1,5 y 2 litros al día. 

Lo segundo sería evitar el sol, eso es importantísimo. Hay historias en dermatología sobre camioneros que están expuestos al sol de un solo lado en el que, en un lado está envejecido y en el otro en cambio está joven. Eso denota que el sol tiene un papel muy relevante e impactante en la dermis, la degrada, la destroza y finalmente se genera una sustancia amorfa, que es lo que denominamos fotodaño. 

El tabaco, por supuesto, también afecta, ya que tiene una acción vasoconstrictora a nivel de la piel, y la gente debería tener esto en cuenta. Es algo que se aprecia cuando ves a una persona fumadora, tiene un color de piel diferente. Le falta la oxigenación que debería tener.  

Además, son muy importantes los factores dietéticos, que se han puesto muy de moda con el tema de la pandemia. Hemos visto fallecer a muchas personas, sobre todo añosas en residencias de ancianos, que han fallecido no sólo por COVID-19, también por una mala nutrición, por déficits de vitamina, de zinc, etc. Resulta paradójico que, poblaciones mayores que tienen problemas de dentadura, y otros de compañía, que no se les aporte los nutrientes esenciales para fortalecer los mecanismo de defensa contra infecciones de todo tipo: víricas o bacterianas. O simplemente el fortalecimiento de los huesos. Es un poco triste, pero ha ocurrido. 

Con la demorcosmética no hablamos solamente de nutrir o aportar, también hay cosas que eliminar. Hay que quitarse cosas que son negativas para nuestro cuerpo, hidratos de carbono refinados, por ejemplo, e incluir elementos como el Omega 3, que lo aporta el pescado, o el Omega 6. La piel lo va agradecer en forma de juventud. 

Por tanto la dieta, la higiene, la hidratación, el sol, evitar fumar, y comer de forma saludable son los factores más importantes para cuidar nuestra piel.  

Dr. Serrano

¿Cómo nos cuidaremos la piel en el futuro? 

En el futuro vamos a cuidar la piel de una manera simple y más técnica, cada día se introducen en el mercado dispositivos para determinar qué sucede en la piel. Ahora, simplemente con un aparato que recuerda a un lápiz, te lo pones y te mide el nivel de agua o de grasa. 

Pero al mismo tiempo que hablamos de aparatología para diagnósticos, hablamos de aparatología para el cuidado de la piel. Es fácil que vayas a un partner store (un gran almacén) y en una sección encuentres dispositivos para quitarte el herpes, para limpiar la piel… Dispositivos que hacen vibrar y limpian por ultrasonidos. Dispositivos que tienen luz, para las arrugas, etc. Digamos que se va complementando el cuidado clásico que teníamos de toda la vida, con aparatología que facilita la acción de productos que nos estamos aplicando. 

Luego hay tecnología dermocosmética que sigue aportando cosas, como la nanotecnología en cosmética. Todos sabemos que la capa cornea es una capa que bloquea la entrada de muchos agentes a la piel. Cuando se sobrepasa y los agentes pasan, llegando a la dermis, vamos a tener un efecto, consecuencia de lo que hemos aplicado. Si hemos puesto vitamina C, vamos tener un efecto clarificante, antioxidante, promotor de colágeno. Pero si no entra, no va a hacer nada.  De ahí que se realicen técnicas para la penetración, para que así podamos tener una mayor respuesta. Además, tenemos inyecciones de ácido hialurónico, una serie de productos y terapias como la mesoterapia facial con vitaminas, que se inyectan en zonas de expresión. Hay una serie de cuidados, los clásicos y los de aparatología, que proporcionan firmeza, que causan una mayor salud en la piel, una piel más joven. Además, ha aumentado la esperanza de vida, y obviamente lo deseable es vivir muchos años, pero con un aspecto muy bueno. 

“La higiene, la hidratación, evitar el sol, evitar fumar y una dieta saludable, son los factores más importantes para cuidar nuestra piel”

Su clínica dermatológica ha evolucionado en un centro de salud integral, donde destaca la medicina estética. ¿Cuál es la tendencia en tratamientos de belleza y cuál es el gran reto actual?

La salud y la belleza van unidas. En ese sentido, hay que trabajar mucho. El tema de verse bien es un tema verdaderamente amplio. No consiste solo en verse bien en el espejo, qué también, pero también estar bien de salud, tanto física como mental. 

Las tendencias actuales van en la línea de productos que sean fáciles de aplicar. Por ejemplo, los sérums, que además tienen un componente, el ácido hialurónico, que es muy popular, o productos con la niacimida, el retinol…

Por otro lado, se está investigando mucho en el campo de la nanotecnología, la cosmética del futuro, trabajando con factores como el ADN. 

Los protectores solares como producto, por ejemplo, han cambiado mucho, antes servían para proteger del sol y para bloquear. Hoy en día también hablamos de reparar. La nanotecnología nos ha permitido el estudio de las micro partículas. Todo esto se va a acentuar de muchísimas maneras. Sin ir más lejos, piensa en células madre. La cosmética es trascendente de cualquier manera porque repercute en la salud.

El resurgimiento o la explosión de la medicina estética ya no es solamente mejorar arrugas, sino también la sonrisa, la dentadura, con blanqueamientos dentales, arreglos de nariz… Hablamos de cirugías y tratamientos estéticos. Hay preocupación e interés por esto. Y los profesionales debemos proporcionar esa confianza y esa satisfacción, llegando con mayor eficacia e innovación.

El reto al que se enfrenta el sector es responder a esa demanda, como decía. Cada día los pacientes exigen más. Antes, hace 35-40 años, difícilmente te consultaban por estética, era más por patologías, traumas o infecciones en la piel. Hoy en día es por tener una buena salud y un buen aspecto, y tener mayor expectativa de vida. No solamente hay que prepararse desde el punto de vista físico, también mental. Porque, ¿de qué sirve tener un buen aspecto físico si tu mente no tiene buena salud?

En nuestro casos, la demanda implica contar con mayores profesionales especialistas como cardiólogos, ginecólogos, para poder atender la parte estética de una manera adecuada. Se irán incorporando otras especialidades como pediatrías y traumatología. Es una evolución, como decía, la salud y belleza tienen que ir de la mano.

 

Clínica Dr. Serrano /Gravador Esteve, 3 y 6/ T. 96 352 14 41 I 96 374 30 79/ clinicaserrano.com

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