Jimena Amarillo

La cantautora valenciana Jimena Amarillo estará este viernes en Sala Moon

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Jimena Amarillo no lleva la mala suerte pegada, tal como se asocia al color de su apellido ficticio. Esta valenciana de 20 años es casi una recién llegada, pero ya se ha ganado un buen espacio en los grandes escenarios. Nos demostrará en Sala Moon el próximo viernes por qué brilla tanto y cuál es el secreto de su magia.

¿Por qué? Porque Jimena suena a nuevo, a fresco, rapea, canta y tiene calidad musical.

La cantautora valenciana dedica su vida, sus discos y sus temas a analizar los conflictos amorosos dentro de su universo LGBTI. Mezcla pop, electrónica, guitarras, violines y autotune.

El amor y el desamor protagonizan sus letras. Su primer álbum, “Cómo decirte, mi amor” tiene un poso más triste, pero en el segundo, “La pena no es cómoda”, empieza a atisbarse cierto optimismo.

La propia artista confiesa que la novedad de este último disco se vive en el directo. ¿No te mueres por comprobarlo? Si aún dudas, te dejamos esta entrevista donde abre su corazoncito y nos comparte un pedazo de sí misma.

El próximo viernes te veremos en la sala Moon de Valencia ¿Qué vamos a poder ver en ese concierto?

Lo defino como un puto cuadro, algo súper positivo. Me hace bastante ilusión porque es mi último bolo en sala y además es mi ciudad; mi primera sala en Valencia después de dos años y mi último bolo en sala después de ese tiempo. Cuando me pilla un día yupi yupi, alegre, hago un concierto un poco raro. Habrá muchas sorpresas. Pero si las desvelo no viene la gente (risas).

¿Cómo definirías la música que haces?

Rap, sin duda. Yo soy rapera y aunque es muy difícil englobar mi música en un género espero que ningún medio lo califique como indie pop moñas porque estoy hasta la figa de eso.

¿Cómo es tu proceso de composición y creativo? ¿Cómo te inspiras?

Me inspira lo que me pasa por la cabeza, y como me ocurren tantas cosas en la vida es fácil hacer canciones y por eso tengo tanta música subida. Soy un coñazo. No puedo parar y eso me preocupa porque hay que saber relajarse, pero me voy a caminar y escribo, escribo y escribo. Y, de repente, pum, sale una canción.

Hay evolución desde tu primer disco hasta “La pena no es cómoda” ¿De qué forma has evolucionado tu?

Si la hay, pero la esencia es la misma. El primer disco me encanta, pero en cuanto a sonido y producción he mejorado un montón porque los años hacen que evoluciones en esta movida, aunque siempre tratando de no irme a algo no es lo mío.

Además de artista musical tienes tu propio podcast en Radio 3. Cuéntanos qué significa para ti.

Este año ya no lo tengo, pero fue súper divertido. Los de Radio 3 me caen genial y yo a ellos les hago mucha gracia. Yo me levantaba por la mañana y contaba mi vida, como hago con mis canciones. Me dijeron: Jimena, ¿quieres hacer el podcast? Y les dije pues sí. ¿Y de qué? De lo que tú quieras. Eso puede ser para algunos un curro de más, pero como yo tengo tanto palique me lo vi hecho.

Eres uno de los referentes de la generación Z. ¿Cómo ves tu generación y qué crees que se espera de vosotros? ¿Y qué referentes has tenido/tienes tu?

Creo que somos una generación divertida, ha habido un cambio muy chulo en la música; hacía tiempo que no había un cambio así. ¿Qué se espera? Pues deseo que no esperen nada, que dejen que seamos el cuadro que somos. Mis referentes son gente dispar, desde Silvia Pérez Cruz, a Santa Salut o Central CEE, o raperos y raperas. En definitiva, géneros que nadie se esperaría

Fue Pau Roca (La Habitación Roja) quien te puso en contacto con su discográfica Mushroom Pillow, quienes te ficharon. En ese momento parece que se dispara tu popularidad. ¿Qué significó para ti?

Yo obviamente tengo claro que lo hizo porque yo era un coñazo y él me impulsó a decir ¡mira, pues fíate de esto!, pero soy una chica que no ha dependido de nadie para nada. Yo no tenía ni idea de cómo funcionaba la música y Pau tampoco, no me marcaba objetivos, estaba a mi lado, disfrutaba haciendo cosas conmigo, no pretendía nada y tuve mucha suerte porque no hay casi hombres así. Fue una suerte. Yo siempre digo que tengo una flor en el culo.

«La vida sin amor es súper aburrida»

Eres una de las artistas que más ha crecido en la escena indie ¿Sientes cierta responsabilidad?

Para nada porque si no me da una taquicardia. Me pone contenta, más que una responsabilidad es una alegría. Llego a la gente y esas personas tienen sentimientos a través de lo que hago y eso es muy loco. Sigo haciendo lo que hacía con 15 años. A veces me llega esa sensación y digo, ¡joder, lo que estoy generando!

Hablas principalmente de amor en tus temas ¿Qué es el amor para Jimena Amarillo?

Literalmente el amor lo es todo. Es que la vida sin amor es súper aburrida. Ahora no tengo pareja y hablo con mis amigas y digo, ¿de qué escribo? Me he emparanoiado, no puedo escribir sobre nadie, porque sería mentira. El amor esta relacionado con todo y siempre se puede hacer algo. Es algo muy hortera también y esa dualidad me encanta.

Como artista valenciana que eres ¿Cómo ves la escena musical en nuestra Comunidad?

La verdad es que me hago la moderna en Madrid, pero a veces me arrepiento. Lo que ocurre es que si no sales de Valencia no haces nada. Casi todo el mundo me habla súper bien del panorama musical valenciano. Sé que voy a volver en nada, pero yo no me entero de la escena musical de mi tierra. Sí sé que hay rollos que no son el mío y que se están asentando. Veo más pop punk y esencia rockera, y eso es muy guay. Pero no soy de indagar ni ver qué onda hay allá, no me entero mucho.

¿Algún reto que te apetecería hacer ahora?

Nunca pienso en objetivos y eso es una virtud que tengo porque como soy así de paranoica me rallaría. Ahora quiero dar un cambio, hacer un disco muy chulo, un viraje en mi sonido sin perder mi esencia, porque al final me gustaría hacer cosas que escucho y yo la música que escucho es bastante cambiante respecto a todo lo que subo.

¿Cómo te llevas con las redes sociales? ¿Y con el auge de la IA?

Me da mucha pereza la IA. Las redes me encantan, subir, por ejemplo, una foto cagando (risas). No tengo pretensiones, pero me gustan. Hacen falta, aunque yo soy un coñazo. A veces también agobian, y las odias, principalmente por la parte promocional.

Para conocerla mejor…

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La que odies escuchar ahora mismo

Bachata

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Comerme un cruasán por la mañana

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Desayunar dos unidades de galletas por las mañanas

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