Los secretos del Panquemao

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Te desvelamos los secretos y leyendas en torno a este tradicional dulce de Pascua valenciano. ¡Para chuparse los dedos!

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¿Cuál es la cuna del típico Panquemao pascuero? Debemos adentrarnos en la comarca de la Ribera para averiguarlo y visitar la localidad de Alberic, considerada como su cuna. El Panquemao es un dulce típico de nuestra repostería, pero lo es, en parte, gracias a la profesionalidad de nueve hornos tradicionales de este municipio: Forn Miguelín, Forn el Campanero, Forn el Salero, Forn de Regina, Forn de Mínguez, Forn Moscardó, Forn de Ximo, Forn de Sant Roc y Forn Germans Durà.

Es por ello que durante la Semana Santa, mucha gente se acerca hasta Alberic para comprar este dulce típico. 

El secreto del Panquemao está en la fermentación y en el caramull, la parte superior esponjosa, cuya receta es un secreto que ha ido pasando de generación en generación.

Cuenta la leyenda que Zahra, hija del señor de las tierras de la Taha de Alberic, Alamí, enfermó antes del día de su boda. Después de buscar todos los víveres posibles, una anciana judía, Sara de Metula, ofreció un manjar desconocido que le hizo sanar de inmediato a Zahra: “la mona de Alberic”. El nombre de la mona de Pascua proviene del término árabe munna, que significa “provisión de la boca”, regalo que hacían los moriscos a sus señores y que era sinónimo de fertilidad, esperanza y renacimiento. 

Puede acompañarse de huevo, longaniza de Pascua o chocolate. ¡Para chuparse los dedos!

Receta del Panquemao 

Dificultad: Media

Tiempo total: 1 h 15 m

Elaboración: 50 m

Cocción: 25 m

Reposo: 4 h

Ingredientes para 4 personas

Levadura fresca de panadería, 12 g

Leche tibia, 70 ml

Azúcar, 60 g

Aceite de oliva virgen extra o girasol, 50 ml

Ralladura de limón

Ralladura de naranja

Anís dulce un chorrito al gusto (opcional)

Sal una buena pizca

Harina de fuerza (o un poco más), 300 g

Huevo (uno de ellos para pintar), 3

Azúcar para decorar

Desmigar la levadura fresca en la leche tibia y mezclar bien para disolver. Dejar fermentar 15 minutos. Mientras tanto, frotar con las manos el azúcar con la ralladura de cítricos en un recipiente grande. Batir con los huevos, el aceite, el anís si usamos, y la mitad de la harina.

Añadir la leche con la levadura, comenzar a mezclar e incorporar el resto de la harina con la sal y la pizca de canela (opcional). Trabajar la masa hasta que todo esté incorporado y amasar durante unos 10-15 minutos, hasta lograr una textura homogénea, lisa y elástica.

Se puede añadir un poco de harina si realmente estuviera inmanejable, pero es preferible trabajar la masa más húmeda para que no salga un pan demasiado denso.Formar una bola y colocar en un recipiente grande engrasado con aceite. Tapar y dejar levar hasta que doble su tamaño, durante unas dos o tres horas.

Deshinchar la masa sobre una superficie ligeramente engrasada y volver a amasar un poco. Formar una bola aplicando buena tensión superficial y colocar en una bandeja de horno con papel sulfurizado. Batir el huevo restante y pintar la masa. Dejar levar de nuevo hasta que doble su tamaño, en un lugar sin corrientes.

Precalentar el horno a 200ºC. Volver a pintar con huevo batido y cubrir con azúcar al gusto. Se puede humedecer con unas gotas de agua, al estilo del Roscón de Reyes, o usar tal cual. En algunos lugares además se realiza un corte en forma de cruz, pero es opcional.

Hornear durante unos 25 minutos, hasta que esté bien tostado por fuera pero sin quemarse. Si se dorase demasiado rápido, se puede cubrir con papel de aluminio. Dejar enfriar sobre una rejilla antes de cortar.

¡Listo!

Receta extraída de este enlace

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