Santiago Segura en la presentación del estreno

Santiago Segura: «Tenemos que ayudar a los cines a recuperar la confianza en la propia experiencia cinematográfica»

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Por: Elisa Ferrer

Santiago Segura, actor, director y productor de la película ‘Padre no hay más que uno 2’ visitó el pasado viernes 31 de julio los cines Kinépolis (Paterna) para presentar el estreno de esta nueva comedia.

La vuelta al cine tras el confinamiento ha animado a los espectadores a volver a encontrarse con la gran pantalla para disfrutar tanto de las películas que les quedaron pendientes antes del estado de alarma como los nuevos estrenos. Mientras los estrenos norteamericanos como ‘Tenet’ o ‘Mulan’ se han aplazado, la industria cinematográfica española ha apostado lanzarse para reactivar la economía. Este ha sido el caso de ‘Padre no hay más que uno 2’, la nueva comedia española dirigida por Santiago Segura.

El nuevo estreno del cineasta es la secuela de ‘Padre no hay más que uno’, estrenada el año pasado y que fue todo un éxito quedando como número 3 de la taquilla con 1.761.000 euros de recaudación. ‘Padre no hay más que uno 2’, estrenada el pasado 29 de julio, ha recaudado ya más de 2 millones de euros.

Como vimos en la primera parte, la narración gira en torno a un matrimonio con cinco hijos (de entre cuatro y doce años). Javier (Santiago Segura) es un padre al que denominan como ‘marido-cuñado’ que no se ocupa ni de las tareas del hogar ni de la familia, pero tacha a su mujer, Marisa (Toni Acosta), de «desorganizada» por estresarse con estos asuntos, por lo que esta decide pasar unos días fuera y el marido se verá desbordado, aunque también le brindará la oportunidad de conocer mejor a sus hijos. En este último lanzamiento, el personaje de Acosta se vuelve a quedar embarazada y llegará la suegra (Loles León) para ayudarles, pero será diferente a lo esperado. Entre el reparto de la película también podemos encontrar a Silvia Abril, Leo Harlem, Martina D’Antiochia, Calma Segura, Luna Fulgencio, Carlos González y Sirena Segura.

 

¿Cómo está siendo la recepción de la película por parte del público?

De momento, espectacular. Hasta hace poco no dormía, porque era una decisión muy potente, si estrenar, no estrenar, qué hacer. Hemos hablado mucho con los cines, he visitado muchos como Kinépolis, Yelmo o Cinesa, viendo las medidas de seguridad, como se han currado las mamparas, el hidrogel, las separaciones entre personas… Se ha hecho un gran esfuerzo y tenía esa incertidumbre de decir: ¿está la gente dispuesta a volver? Y lo que necesitan es eso, estrenos. De repente, hemos visto que los estrenos potentes norteamericanos han desaparecido sistemáticamente. Esto ha dejado totalmente desierto el panorama de estrenos comerciales, que es lo que necesitan los cines. Esto hace que te replantees si es mejor que te esperes a que sea un momento mejor para estrenar tu producto o lanzarte. Los cines necesitaban estrenos. Yo no soy un gran estudio ni me debo a grandes ejecutivos, me gusta el cine de toda la vida, para una vez que puedo yo dar algo al cine lo he dado. La gente más juiciosa a mi alrededor me decía que no lo hiciese, pero hemos tenido suerte con el apoyo de las productoras y distribuidoras y hemos estrenado. El primer día ya hubo 100.000 espectadores, que es una burrada. Ese día fue la segunda película más vista del mundo.

Santiago Segura en la presentación de su estreno en Paterna

También películas españolas como ‘Superagente Makey’ o ‘Voces’ han sido de las más taquilleras. ¿Consideras que es recomendable lanzarse a los estrenos en esta época?

Yo animo a mis compañeros directores y productores que tenemos que ayudar a los cines, esto no funciona solo. Hay que reactivar la economía y, sobre todo, que la gente se está dando cuenta de que en los cines están habiendo cero rebrotes. Una reunión familiar, donde haya miembros que han estado en otros sitios, hay relajo y es más probable que se den contagios. En los cines está todo muy controlado, si tomas las medidas de seguridad pertinentes. Entonces, tenemos que ayudar a los cines a recuperar la confianza en la propia experiencia cinematográfica. Por ello, hay que estrenar.

 

Quizás el americano es empresarial y se pueden permitir un aplazamiento.

Totalmente empresarial. Lo nuestro ha sido más quijotesco, he tenido apoyo de co-productores y distribuidoras, así como de los cines, que se han portado fenomenal. Pero claro, hay que mirar luego la película, porque alomejor no funciona igual con la reducción del aforo. Ha sido bonito, porque si las aventuras como esta acaban en fracaso, te puedes haber arriesgado pero no ha terminado bien, pero al ver que el público ha reaccionado es una sensación bonita. Además, es un momento tan triste que una cosa un poco luminosa como es la historia de una familia intenta agradar. Es complicado, porque puede que luego o los padres no se lo pasen bien o los niños no capten algunas cosas. Pero como la primera funcionó tan bien, yo creo que la gente quiere recuperar esos momentos agradables y volver a ver a esta familia que vieron el verano pasado y les hace sentir esos momentos nostálgicos. Por mi parte he intentado hacer una película mejor que la anterior o por lo menos igual.

 

Sorprende la rapidez en la que se ha rodado la secuela de ‘Padre no hay más que uno’. La primera estaba adaptada de la argentina ‘Mamá se fue de casa’, ¿de dónde surge esta segunda?

Realmente lo que cogimos de la película argentina es muy poco. Es otro rollo. Cunado Sony, los que habían comprado los derechos del remake, me la ofrecieron yo dije que sí, pero con la condición de hacer mi versión, porque a mí si que me apetecía hacer una comedia familiar. Por ello, cuando me ofrecieron dirigirla me puse contento. Luego lo de la rapidez también se debe a que es tan fácil escribir y dirigir para esos personajes, porque los actores niños formaron una química muy buena en la primera parte. Cuando terminaba el rodaje me daba hasta pena, por eso fue rápido el proceso de la secuela. Además, porque conté también con buenos guionistas, porque yo antes escribía solo, pero con Marta (Gonzalez de la Vega) ha sido genial, porque es muy ingeniosa.

 

¿Estaban premeditados algunos actores antes de hacer el casting o había actores/actrices en los que habías pensado a la hora de crear un personaje?

Siempre he pensado que mis hijas deberían intentar hacer el casting, porque me hacía gracia en cosas que pensaba que se adecuarían mucho a ellas. Los otros niños fueron con cásting también y lo que más ilusión les hizo a mis hijas fue que participase Martina D’Antiochia, porque es una niña muy talentosa que ha sacado best-sellers y cuenta con 4 millones de suscriptores en Youtube, es una estrella.  Ha sido casi más fácil escribir la segunda porque ya te imaginas las caras de los actores, como por ejemplo la de Rocío, que cuenta con una personalidad a la que le gusta la Pantoja o Rocío Jurado. En el caso de Loles León pensé que sería gracioso meter a una suegra para dinamizar la trama y cuando escribía un diálogo oía su voz. Eso es un error que cometen habitualmente los guionistas, que escriben para alguien y si, por lo que sea, ese alguien no te lo hace ya a ti mismo te cuesta cambiar la idea en tu cabeza. Pero no puedes evitarlo. Siempre que escribes estás pensando en alguien y aquí fue concretamente para Loles, aunque tenía en la recamara otros planes por si ella me decía que no, pero me hubiera dado mucha rabia.

Por tanto, ¿dirías que el reparto ha facilitado también la agilidad del rodaje?

Para mí sí. Todo el reparto ha sido de ayuda. Por ejemplo, pensar que Toni Acosta va a ser mi mujer también ha ayudado, porque es muy buena actriz y me ha mejorado la autoestima. Yo mismo le decía que no era creíble que se hiciese pasar por mi mujer pero ella siempre me animaba.

 

Y en cuanto a los rodajes en un futuro, ¿qué medidas de seguridad crees que se van a tomar?

A la hora del rodaje va a ser muy complicado. Yo he tenido la suerte de que cuando acabamos la película antes del confinamiento no había estas medidas de seguridad. Ahora he oído que hay series que confinan a los actores en un hotel para que no se contagien. Porque claro, imagina que estás haciendo una serie de gente joven y de repente un actor decide irse de fiesta y por lo que sea se contagia, te hunde porque tienes que paralizar el rodaje. Los cambios en los rodajes ya están contemplados para estas situaciones.

 

¿Qué consejo darías a un director de cine emergente que se haya visto en esta situación para no desmotivarse?

Cuando me decían esto antes de la pandemia, ya me era difícil responder algún consejo. Con el coronavirus, se dobla esa dificultad. Lo único que podría darle son ánimos y decirle que todo es posible. Es cuestión de ponerle pasión, energía y ganas. A veces incluso las cosas más marcianas y que parece que son imposibles, porque todo el mundo te dice «no lo hagas, te vas a morir en el intento», se consiguen y este estreno es un ejemplo. Nadie podía garantizar que esto pudiese funcionar. Esta apuesta por los cines y por el regreso a una comedia que te cautivó en su momento ha funcionado y toco madera porque solo llevamos dos días. Pero ha sido muy bonito.

 

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