“Badlands como tal nació hace dos años, sólo que May y Mike llevaban tocando juntos más tiempo, pero en otra banda y haciendo otra cosa que no tiene nada que ver”.
Así empieza la historia de este grupo de música valenciano que el 4 de septiembre de 2015 ganaba el certamen musical “Sona la Dipu” junto Funkiwi’s y Holy Paul. Desde ese momento, las actuaciones de la banda han ido in crescendo, actividad que, aseguran, les plantea el final de 2016 “muy movido”. Con motivo de la presentación de su primer disco, octubre será un mes crucial, a pesar de que la fecha no es definitiva. “Tenemos un par de conciertos en el sur, (Granada y Sevilla) y estamos preparando cosas para celebrar el que para nosotros ha sido el año más especial”.
Tras presentar hace apenas un mes su tercer EP (punto final de la trilogía formada por los dos precedentes, «Prodigy» y «Relentless»), Badlands está ultimando los detalles de su primer disco, título que ha querido revelar en exclusiva en WHAT MORE?; “Handmade pieces”. “Está ya grabado. Va a ser un disco muy especial. De hecho, podría decirse que va a ser algo más que un disco. No podemos desvelar mucho, aún estamos terminando con los detalles de la edición, nos hemos metido en una idea un poco compleja”.
“Todos habíamos tocado en otras bandas de otros estilos pero siempre manteniendo un ojo en el country y la música de raíces americanas”. Motivo por el cual Badlands decidió dedicarse al bluegrass, a pesar del “vértigo que da abrir camino y tener que apostar todo sin que exista una escena”. “Pero cuando ganamos experiencia y seguridad suficientes sobre los escenarios dijimos, <a la mierda>, y nos lanzamos a la piscina. Al final nos está yendo mejor de lo esperado”.
Pero no resulta todo tan fácil para los 6 componentes que actualmente forman Badlands; May Ibañez (voz), Mike Fernández (guitarras), Rafa Adrián (violín y teclados) Raúl Pruñonosa (banjo, dobro, mandolina), Pau García-Serra (batería y percusión) y Andrés Lomas (contrabajo). “Rafa toca con J.Lloris y sus defectos, Pau está en La hora del Té, May canta en The Saltitos, Andrés en Dixie Jumble y Mike en Red Buffalo y Gran Quivira”. Tal y como asegura el grupo, el proyecto se mantiene por el amor que sienten por lo que hacen y por sus compañeros, sin embargo “es jodido”. “Hemos tenido que renunciar a muchas cosas para que esto funcione. Pero cuando haces balance, siempre acaba compensando”.
Y para crear obras de arte, el precio a pagar suele ser alguna que otra discusión. “Ha habido ensayos con mucha tensión en los que algunos no nos hablábamos, pero suele solucionarse en una semana o así. Al final es como una familia. Gritas un poco, das un portazo y luego esperas a que alguien se disculpe por qué si no no duermes bien por las noches”, asegura el grupo.
“Puede que alguna vez hayamos dado un concierto enfadados, pero en esos casos es mucho más fácil. La tensión del momento, el público, el alcohol y el compromiso con nuestro trabajo hace que todo se difumine mucho más rápido y cualquier tensión se olvide”.
Mike y May tocaban en un grupo de grunge, llamado Leicester Brawl. El grupo terminó. Raúl y Mike habían tocado desde adolescentes juntos a modo de diversión sin llegar a formar nunca nada serio. En verano de 2014 los tres se juntaron y montaron Badlands.
“Después entran Rafa e Isaac y grabamos Prodigy con ésta formación. Por motivos laborales Isaac debe irse y entra Pau, que se mantiene hasta el momento actual. Los primeros ensayos de Badlands simplemente por no tener pasta para pagar un local fueron en la montaña. No nos pareció raro puesto que Raúl y yo habíamos crecido haciéndolo”, asegura May.
A pesar de ser May la que lleva la voz cantante en el grupo, Badlands asegura que los roles son variables y que no existe un líder en la banda, a pesar de que dependiendo del tema a discutir, algunos intervienen más por tener mayor conocimiento sobre el tema en cuestión.
Lo mismo ocurre a la hora de componer. Esperan a que llegue la inspiración y cuando esto ocurre, aunque sea a un solo miembro del grupo, empiezan a componer en grupo. “Suena marciano, porque parece un equilibrio complicado y poco usual, pero a nosotros nos funciona”. Y es que parece ser que no hay nada que no les funcione a estos chicos hoy por hoy.
Excepto el IVA cultural. Reconocen que hace un año no les afectaba, pues “currábamos en negro (hola Montoro, te paso mi número y me pegas un toque)”. Pero este año, “con el tema de los festivales y algunos contratos que hemos firmado nos han pegado buenas sabladas”.
Es sabido que la mayoría de bandas prefieren tocar en una sala que en un festival, ¿vosotros? ¿Os afectan los horarios que os atribuyen en los festivales? “Si ahora mismo tuviéramos que elegir, seguramente elegiríamos sala, porque el contacto con el público es mucho más íntimo. Este rollo del arte al final es comunicación, y si no sientes una acogida por parte del público de lo que estás diciendo es algo similar a cantarle a una pared. Y a veces, en un festival grande tienes esa sensación. Por otro lado cuando todo va bien es grandioso por que el número de receptores es mayor”.
“Tocamos por nosotros para nuestro público. La motivación viene de nosotros, de nuestras ganas de crear, de ver hasta dónde podemos llegar. Pero eso no significa que no necesitemos que haya alguien que escuche, que comparta las experiencias con nosotros y complete el todo que supone un proyecto así”.
En este camino que se le presenta a la banda largo y fructífero, las redes sociales son una herramienta brutal, además no muy diferente del ir de boca a boca. Aunque aseguran que a veces puede parecer impersonal, “depende de cómo lo uses, pero que uses las redes sociales no tiene por qué quitar que también tengas otro tipo de trato con tu público”.
Badlands, que no soporta a Las Hinds, despedirá la temporada el día 31 de Julio en el Low Cost Festival y pasaran el verano preparando las fechas, que comenzarán a anunciar a partir de septiembre. No faltarán a El Insterestelar en Sevilla y a El Granadafest.
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