Es habitual coger el típico resfriado cuando llega el invierno, pero a veces se puede tratar de alergias estacionales que, aunque puedan compartir síntomas con los catarros como congestión nasal y estornudos, al final son enfermedades bastante diferentes.
En esta época del año, el polen también está presente en algunas plantas y árboles, como los cipreses, cuya polinización alcanza sus máximos niveles entre enero y febrero. Cada vez son más las personas alérgicas a este tipo de polen, con lo que es muy fácil confundir sus síntomas con un resfriado.
Congestión nasal y mucosidad
Se da en ambos casos, pero en el caso de la alergia la mucosidad es liquida y blanca, y en el catarro suele ser más espesa y va cambiando de color según evoluciona.
Estornudos
Los estornudos de la alergia son muy seguidos, concatenados, y los del catarro más esporádicos.
Picor
El picor es muy característico de las alergias, ya que el contacto con los alérgenos irrita los ojos y provoca enrojecimiento y lagrimeo.
Fiebre
La alergia no da fiebre, el resfriado puede dar fiebre, escalofríos y dolores musculares.
Dolor de cabeza
El dolor de cabeza se manifiesta en ambos casos pero de forma diferente. Mientras que en el catarro es un dolor que abarca toda la cabeza, en la alergia se produce en los senos maxilares, ya que es ahí donde se acumula el moco, y al mover la cabeza aparece el dolor.
Duración
El resfriado suele durar entre una semana y 10 días, mientras que la alergia perdura mientras se prolonga la exposición a lo que se tiene alergia, lo que puede alargarse varias semanas, sobre todo si se está al aire libre y en días de mayor concentración de polen.
Estacionalidad
Durante la primavera son menos comunes los resfriados y, al ser la época más típica de la alergia al polen, es posible que la duda se reduzca.
En ambos casos, hay tratamientos específicos para mejorar los síntomas. En el caso de los catarros suelen tratarse con analgésicos y descongestionantes, y en las alergias el tratamiento suele incluir antihistamínicos, aerosoles nasales y descongestionantes. En este caso, debe evitarse lo máximo posible la exposición a los alergenos.
Hay una serie de cosas que podemos hacer si somos alérgicos. Por supuesto, acudir al especialista que nos recetará el tratamiento que debemos seguir. Si vamos a realizar una excursión al aire libre, consultar los niveles de polen previamente, y lavar la ropa después, evitar hacer deporte al aire libre en caso de que haga mucho viento, llevar gafas de sol y usar mascarillas y ventilar la casa al atardecer.