Women talent, mujeres influyentes

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La primera edición de los Premios Nuevas Miradas, convocada por la agencia creativa WeAddyou y ESIC Business & Marketing School, ha reunido a más de un centenar de mujeres inspiradoras e influyentes de la Comunidad Valenciana.

El objetivo es dar herramientas a las mujeres para su desarrollo profesional y apoyar el talento femenino. Por ello tres mujeres que son un absoluto referente, como Teresa Busto, directora de Airbus Illescas, Gloria Lomana, periodista y escritora, y Eva Santos, Global Chief Creative Officer de la agencia de publicidad Proximity WorldWide, han querido respaldar la iniciativa.

Gloria Lomana:

“Hay que involucrar a los hombres y sobre todo a ellas, darles certidumbres, decirles que pueden ser, que pueden liderar, ser capaces de todo.”

Cuando fui nombrada directora las televisiones tenían la influencia que hoy ya no tienen. Las redes sociales e internet han cambiado el panorama comunicativo absolutamente”

Escritora y periodista, ha estado al mando de los informativos de Antena 3 durante más de una década, ha capeado con los últimos presidentes del gobierno, entrevistándolos en momentos cruciales para la sociedad española y ha publicado recientemente su tercer libro, #ElFindelMiedo, ensayo sobre el potencial de las mujeres. Presidenta y Fundadora de 50&50 Gender Leadership, consultora dedicada exclusivamente a Políticas de Género, Liderazgos y Planes de Igualdad #PorUnMundo5050. Es socia fundadora de la Fundación Mujeres por África. Además, realiza la sección #MujeresInspiradoras en elmundo.es.

  • Ha entrevistado a casi todos los presidentes del gobierno. Por cierto, todos hombres, ha habido alguno más hueso duro que otros?

Forma parte de la leyenda que haya entrevistado a todos los presidentes del gobierno. Solo a los de mi etapa, por ejemplo a Adolfo Suárez no.

Con todos he descubierto en proximidad, que son personas mucho más cercanas de lo que pueden transmitir en público. Sin embargo cambian radicalmente cuando se ponen delante de las cámaras. Saben que en directo el tiempo está muy tasado, sus intervenciones tenían un gran impacto y no solo en la vida política, si no en su propia imagen y en la de su partido.

Por lo tanto existe ahí una desconexión. Es decir, te encuentras antes con personas, cada uno con su personalidad, pero todos desconectan cuando están delante de la cámara porque se la juegan.

 

  • Es que en ese momento tienen mucha responsabilidad.

 Claro, por lo tanto he visto muchas peculiaridades, pero ninguno complicado. Alguno más escurridizo que otro. Y eso es una pesadez para los periodistas, porque la opinión pública tiene derecho a conocerles, no a que se escondan.

 

  • Como decíamos todos los presidentes y son hombres, la situación en general ha mejorado, pero queda mucho por andar.

Ha cambiado mucho, realmente. Ten en cuenta que hasta el año 81 las mujeres no teníamos independencia financiera y ahora estamos reclamando estar en los consejos de administración, en puestos directivos…

Pero evidentemente no estamos en la proporción que nos corresponde.

 

  • ¿Qué podemos hacer para llegar a la igualdad real?

 Poner este problema en el centro de la agenda social todo el tiempo, reclamarlo, pero además implicar a los hombres.

Durante mucho tiempo las mujeres hemos acometido esta lucha solas y es tiempo de responsabilizar a los hombres.

Tenemos que ir a un 50% 50%, porque no hay que excluir a nadie. Las mujeres no tenemos que ser excluidas, es una cosa indigna en una sociedad que no puede llamarse plenamente democrática, cuando estamos diciendo que el 50% de la población no tiene las mismas oportunidades y tantas y tantas veces el respeto merecido.

Además reclamarlo para que la igualdad no esté solo en el papel, si no que descienda a la vida real y cotidiana.

Reclamar toda la dignidad para las mujeres para acabar con esta brutalidad de violencia machista que un día sí y otro también, nos perturba.

Y no nos acostumbremos. Hay que denunciar, hay que educar a las chicas, a las niñas y a ellos también. Y sobre todo a ellas darles certidumbres, decirles que pueden ser, que pueden liderar, ser capaces de todo.

 

  • En lo personal ¿ha vivido discriminación en algún momento?

Todavía a una profesional como puedo ser yo, se me preguntaba ¿Y cómo puedes hacer para ser la única directora de informativos de una cadena nacional? Eso ya en sí mismo era anomalía, y sobre todo cuando la siguiente pregunta es cómo concilias… Algo que no se le pregunta a ningún hombre.

Estamos todavía muy lejos de lo que nos toca.

Cuando fui nombrada directora de informativos estábamos en 2003, ni siquiera teníamos la ley de igualdad que es del 7, ni la de violencia de género que era del 4. Eran unos años en los que este debate ni estaba y todas las mujeres de mi generación nos hemos sentido bajo una lupa y escrutinio mayor.

La primera pregunta: Por qué por qué te nombran, cómo lo vas a hacer. Se te considera más sensible, por lo tanto se deduce que más débil… Cuando además, las televisiones tenían la influencia que hoy ya no tienen. Las redes sociales e internet han cambiado el panorama comunicativo absolutamente, la presión era muy fuerte.

 

Teresa Busto:

“La palabra feminismo no se pasa de rosca. Significa lo que significa y punto. Hay quien la utiliza mal, pero igual que cualquier otro término. Que tú tengas los mismos derechos y oportunidades que cualquier hombre no es radical, es algo por lo que hay que trabajar.”

“Necesitamos el respaldo de los hombres, y si no te apoyan ya estás tú para decir ¡eh! Que estoy aquí y esto lo quiero. Este puesto es para mí.”

Hay que dar igualdad en tu casa, para exigir igualdad en el trabajo. No puede ser que en casa no reclames, lo que exiges fuera”.

Cuando hablamos de Airbus nos viene a la cabeza potencia, resistencia, grandeza… Así es también Teresa Busto, la directora de la Factoría Airbus Illescas y Vicepresidenta de Airbus Group. Acostumbrada a trabajar en ‘mundos de hombres’, siempre ha apostado por el talento femenino.

  • Ustedes de alguna manera son ‘influencers’. Mujeres que inspiran a otras muchas mujeres. ¿Cómo usan las redes? ¿Qué tienen de positivo y negativo?

Son muy, muy positivas. Cada vez que pongo una idea, o tema concreto, tengo muchísimas chicas jóvenes interesadas. Hacen visibles ciertos aspectos muy interesantes. Si no existiese esa forma de comunicarse, sería imposible llegar a esa cantidad de mujeres, son muy importantes a la hora de la difusión.

 

  • Entonces las redes son una buena herramienta para el feminismo.

 Claro, por eso son muy interesantes. De hecho en el último evento con mujeres directoras de aeropuertos he tenido más de 100.000 visitas. Chicas motivadas, pensando que se puede ser directora de aeropuerto, o lo que quieras ser.

Además intento contestar a todo el mundo, es mi responsabilidad, mi credibilidad. Las animo, les aconsejo en la medida que puedo.. También veo tendencias, así sabemos qué es lo que se mueve, qué les interesa, cómo podemos ayudar más.

 

  • Al llegar a tantos, es inevitable que algunos se pasen de rosca…

Sí, pero la palabra feminismo no se pasa. Significa lo que significa y punto. Sí hay quien la utiliza mal, pero igual que cualquier otro término.

Pero que tú tengas los mismos derechos y oportunidades que cualquier hombre no es radical es algo por lo que hay que trabajar.

Lo increíble es que tengamos que tener esta conversación a estas alturas. Pero hay que tenerla.

 

  • ¿Qué les diría a la gente que cuando llega el 8 de marzo, por ejemplo, dice que no entiende qué reclamamos, que ya tenemos los mismos derechos y que ya hay igualdad?

 Pues que hace falta más que nunca. Hace falta visibilizar los problemas que existen, que son muchos y trabajar sobre ello. Hacer conscientes a todos para no olvidarnos, porque por supuesto que no hay igualdad y es algo demostrable.

 

  • Es que hay veces que lo tenemos tan interiorizado que nos cuesta verlo. En el sector de la aviación por ejemplo, yo misma cuando pienso en una mujer, lo primero que me viene a la cabeza es una azafata, nunca una directora de aeropuerto, o una mujer piloto. Y las hay, como también azafatos.

Claro, es que es educacional, desde el colegio, tu familia, tu sociedad… Por ello tardaremos en cambiarlo. Y tal y como estamos no lo cambiaremos a no ser que hagamos planes radicales en muchos aspectos y en todas partes: en los colegios, en los estudios, en los políticos, en la sociedad, en las empresas… Falta muchísimo.

 

  • Y más en sectores como el suyo, ingeniera, aviación…

Sí, cuando yo entré, que no hace tanto, no había servicios para mujeres. Tenía que ir al de los hombres, que vigilaran..

Dada la situación te planteas, o me enfurezco y empiezo a pegar palos, o aprovecho la circunstancia para ir avanzando y trabajo para cambiar las cosas.

Tomé la decisión de avanzar. En 2008, visto que no entraban mujeres creé la women network. Es muy recomendable os lo aconsejo para planes de igualdad, para potenciar a la mujer y se logra bastante.

Ahora somos el 21% de mujeres en puestos de dirección, en el global de la empresa y en Illescas, que estoy yo, el 50%.

  • ¿Existen los techos de cristal?

 Sí, claro. Por muchos planes de igualdad, e iniciativas en este sentido, al final los que tienen que tomar la decisión son los que son.

 

  • Por ello necesitamos el apoyo de los hombres, porque si cuando llegas solo están ellos…

Claro, y si no te apoyan ya estás tú para decir eh! Que estoy aquí, y esto lo quiero. Este puesto es para mí. Debemos trabajar en la sociedad, pero también las mujeres tenemos que empoderarnos de narices y así vas a por ello.

En el trabajo y en tu casa. También hay que decir cariño esto es a mitad. Hay que dar igualdad en tu casa, para exigir igualdad en el trabajo. No puede ser que en casa no reclames, lo que exiges fuera.

 

  • Hay que ser muy zen para estar en vuestra piel, luchar y luchar, encontrarse injusticias y no ponerse en contra de los hombres, si no a su lado.

 Yo he cambiado la palabra para que no me pase eso. Yo no lucho, yo trabajo para, en plan positivo. Tienes que tener suficiente asertividad en ese sentido.

 

Eva Santos:

“Es la gente la que decide si algo es creativo o no. Cuando lo cogen, lo comparten, lo aman, es que es bueno. Y esto pasa con los contenidos publicitarios bien hechos.”

¿Les suena el anuncio de Gillette ‘hay que ser muy hombre para….’ con estrellas como Paco León, Dani Martín, David Silva, Jesús Vidal, Pau Ribes y Rubén Errebeene-Ariel Rec ? ¿O la muñeca que eligió conducir de Audi?

Detrás de estas campañas hay una brillante mujer: Eva Santos, una de las creativas más reconocidas de la industria tanto a nivel iberoamericano, como internacional.

Destacada por Forbes entre las 100 personas más creativas del mundo de los negocios y parte de la lista de Women to Watch Europa.

  • ¿Qué le ha traído hasta Valencia a apoyar un evento como este?

 Se trata de premiar ideas de negocio, de innovación por parte de mentes de mujeres y apoyarlas dándoles una formación, un máster; donde además hay un dinero, que es un premio muy interesante. Me parece un enfoque fresco, más tangible.

 

  • A priori, el mundo de la creatividad parece más abierto que otros sectores.

Sí, parece. Pero es curioso lo que pasa en publicidad. De hecho en 2015 se comenzaron a hacer iniciativas en pro de la igualdad. En concreto una muy conocida que se llama la conferencia del 3%, porque básicamente solo el 3% de las directoras creativas en el mundo eran mujeres, cuando de media el 50% de los licenciados en publicidad son chicas. Con lo cual eran números de ingeniería, solo que en ingeniería hay un problema de incorporación a las carreras, que en este caso no existe. Era básicamente un problema de retención.

Por ello creamos en España un movimiento que se llama ‘Más mujeres creativas’, que intentaba hablar del problema y ponerle soluciones. Ayudar a las nuevas generaciones. La realidad es que en España los números son parecidos, a pesar de que las cosas han cambiado bastante en relación a estas iniciativas. En dirección general creativa, que es el máximo nivel que puedes alcanzar, el porcentaje es el 1%, somos Mónica Moro y yo.

A las industrias creativas, que animamos a los clientes a innovar, ser diversos, amplios, etc., nos pasa como en el cine, o literatura… que se supone que son sectores muy progresistas, pero luego miras los números y es aberrante.

La histórica desigualdad general del poder, en el mundo creativo se incrementa, porque es de los más divertidos. ¡Si me quedo el poder para lo aburrido, también para lo divertido!

Sí es cierto que después de tomarse medidas, hemos pasado al 16%, que es muy poco, pero viniendo del 3%, no está mal. Poco a poco.

 

  • ¿Y cuáles son esas medidas que se toman y se deben tomar?

 La primera parte era la de ponerle números al problema y dejar claro que no eran percepciones, si no que realmente era numérico. Hasta hace poco eran como opiniones: hay pocas mujeres, será que tienen poco talento, será que son peores. Poniéndole cifras, más allá de opiniones variadas, los números son aberrantes y eso siempre muestra una desigualdad. Es innegable.

Tras aceptar el problema, que fue la primera fase, muy dura porque había gente que lo negaba, se comenzaron a hacer iniciativas que van desde formación, hasta políticas de cuotas realizadas por muchas multinacionales.

Se han puesto serias porque el problema se ha verbalizado mucho y la cosa ya olía mal. Simplemente por imagen de la compañía, incluso por los inversionistas, etc.

 

  • Lo de las cuotas es necesario, pero tiene su parte polémica. Siempre es cuestionable, está el tema de la discriminación positiva…

 Sí, pero en estos casos no hay muchas más soluciones. De todos modos nadie aguanta una dirección creativa en una agencia si no tiene talento. Es imposible. Al final los clientes no te compran las ideas. Nadie te paga si no sabes hacer tu trabajo. Estas cuotas simplemente lo que permiten dar la oportunidad que todos merecemos y quien no vale se va y quien vale se queda. Nadie se va a quedar por ser una mujer siendo mala en lo suyo.

 

  • ¿Hay alguna diferencia en cuanto a la creatividad de los hombres y las mujeres?

Yo he trabajado con gente de todo tipo, tanto por arriba, como a mi cargo y es un tema de capacidad y punto. Honestamente nunca he notado diferencia en el género y no creo que exista.

 

  • Por lo tanto rompemos con los estereotipos.

Claro, es que por ejemplo decir que las mujeres somos más organizadas, incluso dicho por las propias mujeres, es también sexismo. En mi opinión no hay una diferencia. Es un tema personal.

 

  • Otro estereotipo es que las mujeres somos las mayores enemigas de las otras mujeres..

Sí, otro más. Y tampoco es cierto. Depende de la calidad personal de cada uno. Yo me he encontrado con gente tóxica de todos los géneros.

 

  • ¿Para usted qué es un buen creativo?

Tu trabajo es tener buenas ideas en un breve periodo de tiempo. Que no sea una copia, que sea fresco. Además, debe tener mucha tenacidad, porque es una profesión en la que recibes muchos nos. Tú planteas ideas que alguien tiene que pagar y muchas veces te dicen que no. He conocido a gente muy talentosa que lo ha dejado por esa frustración. Es divertido, pero no es fácil.

 

  • Y una buena idea cómo la distingues? Es decir el límite entre una genialidad y una sandez, es a veces una línea muy fina.

Sí, es todo muy subjetivo. Lo que te da la experiencia, es que al final la creatividad que nosotros hacemos es conectar a las marcas con los consumidores de una manera relevante e interesante. Algo cada vez más difícil por la manera en la que se consumen los medios, pero a la vez muy retadora.

Por lo tanto es la gente la que decide si algo es creativo o no. Cuando lo cogen, lo comparten, lo aman, es que es bueno. Y esto pasa con los contenidos publicitarios bien hechos. Aprendes a comprender más a la gente.

 

  • ¿Este boom de las redes sociales ha ayudado al feminismo?

Sí, totalmente. Han ayudado a democratizar, a llegar a más gente y a concienciar. Todo tiene su parte negativa, pero sin ellas no estaríamos en el punto que estamos… Que queda mucho, pero se ha avanzado también.

 

  • Queda por hacer, pero muchos dicen: si ya lo tenéis todo, ¿De qué os quejáis?

¿De qué están hablando? Simplemente no lo ven, o mejor no lo quieren ver. Es que hace no mucho no podíamos votar, para salir del país tenías que tener permiso de tu marido y ahora mismo la desigualdad cristaliza en números muy claros.

 

  • ¿Por qué no lo quieren ver?

Cuando tú tienes demasiados privilegios, crees que eso es normal, que es un derecho. No te das cuenta de que es un privilegio y cuando lo pierdes, piensas que estás perdiendo derechos. Es un concepto distinto.

En Perú me preguntaron qué le diría a todas las mujeres que sienten presión en sus empresas, porque el entorno cree que están contratadas por una cuota.

Contesté que les dijera a los hombres que ellos toda su vida han tenido un privilegio, simplemente por el hecho de ser hombres y que si alguna vez se lo han planteado. Dejemos ya de disculparnos, que es una cosa muy de mujer. Se acabó pedir perdón.

 

  • Pedimos perdón y a veces nos quedamos en la anécdota, en discutir qué es machismo y qué no: en un tipo de lenguaje, o que te abran la puerta…

Sí, el feminismo no va de eso. Es mucho más profundo. Yo he trabajado con hombres muy machistas, que no te abren la puerta y con hombres muy poco machistas, que sí te la abren.

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