Natúria acoge la exposición “Antes del jardín”

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Esta muestra, que podrá visitarse en las instalaciones de Natúria, versa sobre los usos y la memoria del Túria y su relación con Valencia.

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Esta muestra versa sobre los usos y la memoria del Túria y su relación con Valencia

Las instalaciones municipales de Natúria ofrecen, a partir del próximo jueves, la exposición “Antes del jardín”, una muestra que pretende dar a conocer a la ciudadanía la memoria del río, sus usos y su relación con Valencia.

La muestra se adentra, a través de un material gráfico nunca mostrado antes, en los diversos usos que el cauce del río ha tenido a lo largo del tiempo. Así, se establece una reflexión sobre la conciencia de la evolución de uno de los espacios urbanos más importantes de la ciudad. La exposición se enmarca en el 35 aniversario del jardín del Turia y está comisariada por el técnico del Archivo Fotográfico de L’ETNO, Pau Monteagudo, y diseñada por Manel Flor.

Fotografías

Las personas asistentes podrán contemplar instantáneas de destacados fotógrafos locales, como Luis Vidal, José Penalba o el todavía desconocido Luis B. Lluch Garín, y de archivos que nunca habían sido vistos por el público, como el de la Confederación Hidrográfica del Júcar o el Fondo Olaechea de la Catedral de Valencia. Asimismo, se ofrece documentación de archivo, que tampoco se había mostrado nunca, de la Confederación Hidrográfica del Júcar gracias a la colaboración del geógrafo especialista en la historia del cauce Iván Portugués. A todo ello se suman elementos del propio archivo del ETNO, el Archivo Histórico Municipal o el Archivo General y fotográfico de la Diputación de Valencia (AGFDV).

Expo Abans del Jardí

Tres etapas: vivir en el río, vivir del río, vivir el río

La muestra se divide en tres secciones: Vivir en el río; Vivir del río; y Vivir el río. La primera se centra en el cauce como espacio de vivienda y expone los diferentes aprovechamientos de recursos relacionados con el agua. Tal como se expone en la muestra, durante la posguerra, España vivió un importante desplazamiento de población del campo a la ciudad fruto de la situación de estancamiento económico. En el caso de Valencia, rodeada históricamente de terrenos de huerta de alto valor productivo y un cercano acceso al agua, parte de las personas recién llegadas encontraron en el cauce del río, pese al peligro por las crecidas, una oportunidad para establecerse y desarrollar su proyecto vital.

En el apartado Vivir del río se refleja cómo el aprovechamiento del agua del río antes de entrar a la ciudad para alimentar la huerta, junto a las largas temporadas sin lluvia propias del clima mediterráneo, generaron la sequía crónica del cauce y facilitaron la explotación de sus recursos. Era muy frecuente ver a gente realizando diversos trabajos en el cauce del río, como la extracción de gravas para confeccionar mortero para la construcción; el cultivo de todo tipo de vegetales como patatas, boniatos, cebollas y otros, junto al uso del agua, imprescindible para todo tipo de trabajos domésticos. También fue espacio de negocio y pastoreo del ganado hasta finales de los años setenta. Paralelamente, el cauce fue ámbito para otros oficios relacionados con el agua, como los gancheros que bajaban los troncos de las montañas de Cuenca y Teruel, y los canteros de Godella, que trabajaron la piedra para construir los muros de protección. Además, el río alimentaba con la energía del agua los últimos molinos que funcionaron en las proximidades de la ciudad.

Finalmente, la parte titulada Vivir el río revela la evolución de su uso social y popular hasta convertirse en jardín después de dos catastróficas riadas (en los años 1949 y 1957). La administración franquista, movida por su impulso e interés económico desarrollista, decidió acabar con el problema definitivamente mediante un gran proyecto de infraestructura urbana, el Plan Sur, dirigido a desviar el Turia antes de su entrada a la ciudad. La exposición refleja el debate abierto en la década de los años sesenta sobre qué hacer con este terreno sin río dentro de la ciudad: ¿una autopista, una red ferroviaria, un jardín..?

Mientras, el cauce del Turia se convirtió en un gran solar urbano para un creciente uso popular para el ocio y el deporte. En 1973, gracias a la movilización ciudadana, el Ayuntamiento transformó el antiguo cauce en zona verde, dando los primeros pasos hacia los actuales Jardines del Turia.

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