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Izaro aterriza en Valencia para cerrar su gira Limones de Oro

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“Compositora, romántica y soñadora”, así se define Izaro Andrés Zelaieta, más conocida como Izaro, vasca con alma de poeta que acabó por azar componiendo música. Debutó en 2016 y se consagró dos años más tarde, llegando a ganarse un merecido puesto en festivales y los corazones de la gente, que le agradecieron su contribución a la música con un gran apoyo en el lanzamiento de su disco Limones en Invierno a pesar de la pandemia. Ahora, tras ocho meses fuera de casa por la gira de su último lanzamiento, Limones de Oro, inicia la cuenta atrás para cerrar esta etapa con Valencia como antepenúltima ciudad de su ruta el 8 de diciembre en la sala 16 Toneladas.

¿De dónde salen esos Limones de Oro?

Los Limones de Oro salen porque en enero de 2020 sacamos Limones en Invierno y fue como un perfecto timing para que se fuera al garete porque llegó la pandemia. Teníamos una gira preparada a nivel estatal más potente y una gira latinoamericana lista pero de repente cayó todo y para mí eso siempre va a ser un momento de cuajar. Pensé “Jo, ¿y si se acaba aquí mi carrera y no he conseguido dar ese paso más?”. Por suerte el público estaba a tope comprando las entradas, escuchando, mandando mensajes… y pensé “¿Qué puedo hacer para agradecerles el haber mantenido los limones vivos?”, así se me ocurrió que podría crear una colección de Limones de Oro pidiendo a la gente que colaborase conmigo y para hacer que los Limones en Invierno fueran de Oro. Así nació el disco.

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Entonces el mensaje que quieres transmitir es de agradecimiento, ¿no?

Sí, para mí es como un regalo, un regalo al público por ayudarme a salir de todo lo que salimos y decir “Ahora ya después de este disco si que puedo hacer otro nuevo”. Sentía que en la mente tenía que haber algo porque no me sentía cómoda haciendo como si no hubiera pasado nada.

Es un álbum de colaboraciones, solo hay una canción en la que cantas tú sola. ¿Tiene esto algún motivo en especial? ¿Cómo es esto? Cuéntame.

Para hacer Limones de Oro queríamos hacer algo especial, para mí para adorar cada limón tenía que haber una colaboración, ese es mi regalo, por eso todo son colaboraciones.

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Cuentas con canciones en castellano y también en euskera, ¿cómo eliges la lengua en la que interpretas cada canción? ¿En qué te basas?

Normalmente me baso en la melodía o en algo en concreto, hay palabras, frases hechas o cosas que no se pueden traducir literalmente. Depende de qué melodía me venga decido, por ejemplo, si me viene a la mente “escala de grises” como concepto pues ya sigo por ahí o si me viene la palabra koilara, que es una palabra que me gusta mucho que significa cuchara, pues sigo por ahí.

¿Qué canción disfrutas más cantando? ¿Cuál es la que más te piden?

Disfruto muchas muchas canciones la verdad. A ver yo creo que ahora la que más disfruto en directo tocando es Aquí. Luego la gente Invierno a la Vista la cantan un montón. También depende de dónde sean pues piden mucho París, Ventanas cerradas, La Felicidad…

La primera parte de la gira ha transcurrido en lugares fuera de España como en Buenos Aires, París, Helsinki… ¿Cómo vives tú esto? Porque entiendo que para un artista cruzar fronteras es algo muy importante, ¿no?

Sí, es importante y es difícil al mismo tiempo. Para mí es algo muy bonito porque aquí en Euskal Herria el proyecto ya es muy grande y tenemos mucho público, mucho amor y mucho respaldo. Pero claro, luego es difícil ir a otra parte y tener que volver a empezar desde el principio aunque es bonito a la vez porque te da ese espacio para bajarte del escenario después y hablar con todo el mundo, preguntarles cómo te han conocido…

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Supongo que además en un lugar como es Buenos Aires, aún es como más entendible por el habla, pero es chocante lugares como París y Helsinki.

Claro, sí. En Helsinki, por ejemplo, ni el euskera ni el castellano son lenguas que se hablen allí así que es curioso ver cómo rompes esas fronteras y ves que todo a lo que estás acostumbrado es raro en otro lugar. Para mí sí que me ayuda a poner cada vez una meta más y disfrutar el camino, que realmente eso es lo importante, disfrutar de la banda y del tiempo juntos.

Llevas más de medio año de gira y en 2023 harás parón para preparar nuevo disco, ¿qué te gusta más, el momento de componer o el estar de gira?

Los dos tienen cosas muy diferentes, creo que para mí lo más disfrutón es el estudio. Estar grabándolas, estar haciéndolas… Como la cocina, cocinar es para mí súper satisfactorio y muy bonito. Tienes toda la energía pero es verdad que una vez has cocinado quieres salir a tocar para enseñarles. Aun así la cocina para mí tiene una magia súper fuerte.

¿Qué puede esperar la gente vivir en tu concierto? ¿Con qué se va a encontrar? ¿Cómo enfocas los conciertos?

Ahora que estamos presentando los Limones de Oro pero acabando la fase limones, ambos discos -Limones de Oro y Limones en Invierno- son para mí unos discos muy vitales, muy cítricos en realidad, que por eso son limones. Los conciertos  yo creo que son alegres, tienen mucha energía, te lleva a otras cosas… se crea una magia muy bonita y yo creo que sales recargado de ellos. Ahora al final están siendo ya los últimos conciertos emotivos, la verdad.

La estética que llevas es preciosa, tu conjunto naranja de volantes y los conjuntos de colorines de tus compañeros llaman mucho la atención, ¿tienes estilista o son idea tuya? Cuéntame la inspiración.

Normalmente siempre me vienen ideas bastante claras a la cabeza y sí que cuento con una compañera -Claudia Chocarro- que me ayuda en lo creativo y además, como es estilista, fui a contarle mi idea y ella ya me ayudó a diseñarlos bien. Por ejemplo, el mío es un conjunto naranja con volantes que es precioso, es súper bonito y lo tengo ahora mismo arreglando porque el otro día en un concierto en Córdoba lo pisé y le rompí un cacho. ¡Fui corriendo a que me lo arreglasen porque dije “Me tiene que durar hasta el 27 de enero”! El resto va cada uno vestido en un color degradado, ella los pintó con pincel de uno en uno -pantalón, camiseta y chaqueta- un curro muy grande.

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El 8 de diciembre estarás por aquí por Valencia en la sala 16 Toneladas, ¿tienes ganas? ¿Has estado antes en Valencia?

Estuvimos una vez y fue muy guay la verdad. La segunda vez que íbamos a venir otra vez tuve que cancelarlo porque estaba muy enferma, solo ha habido dos conciertos en toda mi vida que he tenido que cancelar porque no estaba en condiciones y uno de ellos ha sido Valencia. Por eso tengo un montón de ganas de quitarme la espinita porque tener que devolver las entradas nunca es plato de buen gusto así que ahora me apetece que llegue y quitarme la espina y decir “Ahora ya por fin si he llegado”. 

¿Qué esperas de ese concierto y que va a poder ver el público en él?

Para mí es como una celebración a la vida, a lo que sí que hay porque muchas veces nos centramos mucho en las cosas que hemos perdido pero realmente no le damos todo el mimo que merecen a las personas que siguen ahí. Realmente es una celebración de todo eso, cantar, bailar, movernos…

¿Algún mensaje en especial que quieras transmitir?

Personalmente es importante porque en 2023 pararemos bastante tiempo dentro de ese año, entero quizás, y si realmente hay alguien con la duda o le apetece a ver qué es pues le invito a que pruebe ahora porque luego un rato si que estaremos a lo nuestro. 

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