Llega el temido mes de agosto, y con él, las vacaciones. Los más previsores tendrán ya sus viajes planificados desde hace mucho tiempo, pero para los más rezagados, está bien hacer escapadas cortitas que nos saquen de la monotonía o del calor de la ciudad. En este caso nos vamos a pasar cinco días en el Parque Natural Cabo de Gata, uno de los sitios más bonitos de nuestro país, que alberga playas naturales, recónditas calas de aguas transparentes, paisajes volcánicos, y pueblos con encanto que te enamorarán desde el primer momento. Si a eso le sumas una rica gastronomía, y un ambiente muy relajado, hacen de este destino un lugar ideal para pasar unos días de descanso.
Comenzamos nuestra ruta por el parque natural por la playa más famosa de todas y esa es La Playa de los Muertos, de aguas transparentes y color turquesa. Para acceder a ella, hay que bajar por un camino natural unos 10 minutos, por lo que es recomendable llevar calzado cómodo. Al ser la más conocida, también es la más concurrida, así que conviene llegar pronto para encontrar aparcamiento. La Cala de Enmedio es otra de las que no te puedes perder en tu ruta por el Cabo de Gata. Hay que hacer una caminata de unos 25 minutos (sin sombra), pero merece la pena, ya que es una de las más espectaculares de la zona. Dos de las playas más accesibles, cómodas y bonitas son la de los Genoveses y la del Mónsul, que se sitúan muy cerca la una de la otra, en la localidad de San José. De arena blanca y fina, son perfectas para pasar unas horas o un día en familia. Otra de las playas más cómodas para visitar es el Playazo de Rodalquilar. Es grande y el paisaje que lo rodea es precioso. Pero si hay unas vistas icónicas en el Cabo de Gata, y te dejará sin aliento, es el Arrecife de las Sirenas, una formación rocosa en el mar, que debe su nombre a la antigua presencia de focas monje y que los navegantes confundían con sirenas. Se ve desde el Mirador de Las Sirenas, en el Faro del Cabo de Gata, otro imprescindible en nuestro viaje, sobre todo para ver atardecer.
Las Negras es uno de los pueblos con más ambiente de la zona. Allí puedes comer frente al mar, relajarte por la tarde, y tomar algo por la noche. Si prefieres tranquilidad, aunque en verano tiene cierto ambientillo, lo mejor es perderte por Rodalquilar. Allí puedes visitar unas antiguas minas, o fachadas llenas de arte, en un lugar apacible. Otro de los pueblos con encanto son La Isleta del Moro, una pequeña población pesquera que conserva el encanto que tenía con sus casas blancas, y las barcas reposando sobre la arena, y Agua Amarga, pueblo costero (con una playa de aguas cristalinas) rodeado de colinas, y con calles rodeadas de casas típicas andaluzas y fachadas repletas d geranios y buganvillas. El más turístico, y quizá con menos encanto es San José, pero es también el más grande y el que más servicios, alojamiento y restaurantes tiene, al igual que Carboneras, también uno de los que más turismo acoge
Gastronómicamente hablando, Cabo de Gata es rico en productos del mar. Obviamente el pescado es el rey en unos platos elaborados con arroz, verduras y con cierta tradición pesquera y árabe. Si quieres desconectar, descansar, disfrutar de paisajes idílicos, playas espectaculares, pueblos con encanto y comer maravillosamente bien, el Parque Natural del Cabo de Gata es la escapada perfecta para este verano, ideal, incluso, si quieres hacerla en camper o furgo.
